Los (dos o tres) asiduos habrán notado que no suelo hablar de dibujantes. A mí, como a la mayoría, supongo, lo que me engancha de un tebeo es la historia, aunque si el dibujo está bien y acompaña, mejor que mejor. Es decir, que el guión de Mark Millar en The Ultimates está bien, pero con Hitch está mejor.
En la actualidad las editoriales tienen más guionistas-estrella que dibujantes-estrella. Una historia es vendida como obra de Bendis, o de Millar, o de... vale, de Loeb también. Hace quince años era justo lo contrario, con Jim Lee y sus compañeros imagineros convertidos en auténticas estrellas, pero de ocho años a esta parte la tendencia se ha invertido y los guionistas son el reclamo.
Y, sin embargo, nuna ha habido tantos y tan buenos dibujantes. De veras. Si hacemos uno de nuestros habituales muestreos entre las últimas adquisiciones, Amanda Conner (JSA Clasificado), es simpática y resultona, en Wonder Woman tenemos a un Rags Morales que parece un hijo agraciado de Berni Wrighston, en Crisis Infinita, Phil Jiménez añade elegancia a George Pérez (o viceversa), y en el complemento Day of Vengeance, Justiniano ofrece estilo y fuerza. En Batman destaca la solidez de Doug Mankhe, y abro Green Lantern y veo un Simone Bianchi que no sé de donde ha salido, pero que, al igual que el Irving Frazer de Klarion, dibujan y colorean como no he visto en mucho tiempo,...
Porque lo más sorprendente de esta nueva generación de dibujantes no es que lo hagan bien, es que aparecen de repente y ya lo hacen bien. Antes podíamos seguir la trayectoria de un dibujante. Hemos tenido quince años para ver a Brian Hitch pasar de copiar a Alan Davis a ser la estrella actual, e incluso el ahora escondido Travis Charest dejó de ser un clon de Jim Lee ante nuestros ojos. Sin embargo, a los nuevos dibujantes les niegan esa trayectoria de aprendizaje. Ningún editor coge a un chico con posiblidades y se arriesga a meterlo en una serie por muy cutre que sea. Si un dibujante quiere aprender tiene que engancharse a alguna editorial independiente e ir fogueándose ahí, y, aun así, se les está exigiendo cada vez más. Incluso en la línea Vertigo, que hace diez años era refugio de malos dibujantes que escondían sus dibujos de rayajos y manchones tras supuestas historietas de horror, encontramos cada vez mejores artistas. Lo de Leonardo Manco, que sí sabe poner bien los rayajos y manchones, en Hellblazer es impresionante.
Son malos tiempos para el dibujante novato, pero muy buenos para el que quiera disfrutar de buenos dibujos. Por supuesto que hay malos dibujantes, faltaría más. Hay uno que se está apañando desde hace años para dibujar en las series de más fama al que le tengo especial inquina. Y eso que ahora ha cambiado de estilo, pero incluso así,...
Más sobre esto, más adelante.
2 comentarios:
Vaya, me he quedado con las ganas de saber el nombre de ese "dibujante" que tanto aprecias☻.
Yo, sin meditarlo mucho, tengo a Pat Lee entre los primeros de mis odiadísimos.
Saludos
uff, pat lee!!
Que asquito de spiderman está haciendo. Soy yo o cada día dibuja peor?
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