jueves, 31 de diciembre de 2009

EL 2009 DE ¡YO DIGO NO!

Fin de año, fin de década. Salvada la tentación de hacer lista de “lo mejor de…” seguiremos con la tradición de recordar lo que nos ha llamado la atención este año, que acaba como empezó, con la informática dando la lata.

Lo que esperábamos. A principio de año nos planteábamos una serie de cuestiones sobre lo que iba a pasar en el 2009. Planeta ha mejorado. Al final la apuesta de Planeta por autores españoles ha sido poca, que no está el horno para bollos. Panini ha seguido a su ritmo. DC apenas ha espabilado. Heroes ha seguido tan mal en la 4ª temporada como en casi todas las anteriores (huele a muerto). No ha habido ninguna “siguiente gran cosa” este año, ni siquiera los tebeos para iPhone. El blog ha aguantado, aunque con dificultades, otro año más, igual que el PC. De hecho este es el primer post que escribo desde el nuevo, que ha nacido dando un poco la lata, a ver cómo sigue. Y la crisis, que afectó a todo, no se notó en los tebeos tanto como en otros muchos sitios.

Menos chicha. Dejando aparte el segundo semestre de locos que uno ha tenido, este año ha habido menos posts porque, lógicamente, los temas se agotan. Es decir, ¿cuántos posts se puede hacer sobre un tema? Bueno, si es sobre Loeb, muchos. Y cómo nos lo hemos pasado. Ahora mismo Loeb se encuentra dedicado a su Hulk multicolor y sin proyectos nuevos en perspectiva. Decía algo de hacer unos Ultimates con Frank Cho, pero no sé en qué quedó aquello. En nada, espero.

Frenesí planetario. Poco que añadir al post inmediatamente anterior. Mejora técnica (desde que El Catálogo del Cómic se ha encargado del tema), cambios editoriales importantes (la salida de Antonio Pérez) y una búsqueda continua e infructuosa de formatos y estilo. Eso sí, también publicó el mejor tebeo del 2009.

Editores charlatanes. Tanto José Luis Córdoba (Panini) como David Hernando (Planeta) usaron el púlpito internetero para comentar aspectos generales y particulares del negocio editorial. Lo cual se agradece. Lo que no acabo de entender es por qué no aprovechan sus propios tebeos para hacerlo.

El primero y el mejor. Grant Morrison demostró con All Star Superman el amor que tiene por el personaje y lo mucho y bueno que se sigue pudiendo hacer con él. Planeta lo va a reeditar corregido (esa portada duplicada…) así que si tienes dudas con algún regalo de Reyes, es una magnífica opción.

El mundo de las grandes empresas. Disney compró Marvel, lo que fue un gran negocio para Marvel y una adquisición que Disney aún tiene que empezar a rentabilizar. No se prevén grandes cambios en la editorial de Spidey. En la editorial de Supes debería haber grandes cambios (¡¡ese Didio!!) pero tampoco se esperan a pesar de que Warner ha decidido tener un mayor control sobre su filial.

El mundo de las grandes editoriales. Contra lo que cabía esperar DC ha espabilado bastante en los últimos meses en cuanto a ventas. La razón es Blackest Night, la saga en la que todos los muertos resucitan y que demuestra que el lector de superhéroes está hambriento de buenas historias DC. Otra cosa es lo que se les está dando habitualmente. La media es bastante mejor en Marvel, que acabada Invasión Secreta ha estado un año contando historias enclavadas en Reinado Oscuro, que ha resultado ser un megaevento sin maxiserie asociada. Lo que algunos verían como imposiciones o injerencias editoriales en Marvel lo ven como un motivo de inspiración y un desafío para sus guionistas que, en general, han aprovechado de manera satisfactoria la nueva situación. Además Quesada ha hecho durar la historia justo hasta cuando estábamos empezando a hartarnos de Norman Osborn, al que sólo faltó ser el malvado casero de Tía May.

Pelis. Si la memoria no me falla Watchmen y X-Men Orígenes: Lobezno fueron las películas tebeeras del año. La primera nos gustó, aunque con peros, y la segunda no, sin peros. Ambas pusieron de moda una manera de presentar los títulos de crédito que ya ha sido parodiada genialmente en Bienvenidos a Zombieland. (Tenéis que verla)

In y Out. Hace unos años se puso de moda hacer listas con lo que estaba de moda y lo que no estaba de moda. En Marvel siguen de moda los Vengadores y todo lo que les rodea y siguen sin estar de moda los mutantes. Ese debería ser el próximo objetivo de Quesada. En DC siguen estando de moda las series mediocres (la gran mayoría) y, tras una década de muertes, se han puesto de moda las resurrecciones. Pero ya hablaremos de eso un poco más adelante.

O sea, el año que viene. ¡FELIZ AÑO NUEVO, BUENOS ALIMENTOS Y MEJORES TEBEOS!

domingo, 27 de diciembre de 2009

HERNANDO HABLA

La excelente y exhaustiva entrevista que David Hernando ha concedido a Zona Negativa (aquí y aquí) da para mucho. Está muy bien que Hernando aproveche para informar del plan editorial de Planeta para el próximo año, pero estaría mejor que dedicara un par de páginas de sus tebeos a contárnoslo.

Aunque la calidad técnica de los tebeos de Planeta ha mejorado mucho en el último año desde que el Catálogo del Cómic tomó las riendas del tema, la sensación que me da la entrevista es que en Planeta hay mucho desconcierto. Para cada lanzamiento nuevo buscan el formato adecuado y se van dando cuenta de que lo que sirve para una colección no sirve para otra aparentemente similar. En ese sentido Panini suele tener las ideas más claras y resulta fácil adivinar en qué formato va a publicar cada serie/miniserie nueva.

En el caso de Planeta está resultando difícil incluso saber cómo va a acabar una saga concreta. Es perfectamente comprensible que si una colección va mal de ventas y quedan pocos números por publicar, se intenten sacar en un formato distinto para no dejar a los lectores fieles colgados. No sólo comprensible, sino de agradecer.Ahora bien, lo de Batman R.I.P., en tomo de tapa dura a precio de jamón de tres bellotas es un poco de caradura.


Porque se trata no ya del fin de una saga, sino del fin de una etapa del personaje que se ha publicado en un formato concreto y porque la colección va a continuar más allá de dicha etapa en ese mismo formato. Es mala política, es jugar con los lectores y es intentar, me parece, maquillar una cuenta de resultados. Yo piqué. Con un pellizco en el estómago y mucho cabreo, piqué. Pero no más. Hay maneras más sencillas y rápidas de terminar de leer una saga como esa, que implican ahorro de dinero, adsl y un nivel medio de inglés. Todos podemos “jugar en otra liga”, Hernando. Cuidadín, cuidadín.

Hernando lee Internet. Muchas de sus respuestas no están sólo motivadas por las preguntas que le hacen, sino por lo que hemos publicado muchos en nuestros blogs y similares. Yo de él ni me preocuparía. Entiendo que intente buscar pistas o reacciones a su política editorial, pero él mismo reconoce que lo que hace feliz a unos a otros les enerva. Uno de esos temas eternamente polémicos es el de grapa contra tomo. Si lo sabremos en este blog

El hecho de que se cierren varias de las colecciones de grapa como JLA, JSA, Titanes, Nuevos Titanes, Green Arrow ha agitado a los graperos, que ya hablan de una conspiración planetaria para acabar con este formato. Yawn. Los que acabamos con el formato somos los que dejamos de comprar esos tebeos en ese formato. No soy uno de ellos, pero debería serlo. Porque el mayor problema que tiene Planeta al publicar los tebeos de DC es la propia DC. Porque los tebeos de DC, de media, son malos.

España es territorio de Coca Cola, de McDonalds, de Star Wars y de Marvel. Para que DC pueda competir con Marvel en Españ,a DC tiene que ser muy buena. Y lo fue en su época, hace veinte años. De hecho algunos de los mayores éxitos de Planeta publicando DC son reediciones de los tebeos de aquella época gloriosa. En la actualidad, salvo honrosas excepciones, DC da pena.

Por ejemplo, McDuffie se ha cargado la JLA preocupándose más de introducir personajes afroamericanos (nada que objetar), que de contar buenas historias (todo que objetar). Los que alababan a este escritor por los dos capítulos que firmó en la serie de dibujos animados seguro que han tenido momentos más afortunados. JSA, más que mala es aburrida. Green Arrow es una colección del montón, y Marvel publica mejores colecciones del montón que ésta. Outsiders, Titanes, Supergirl, Titanes del Horror,… que diga, del Terror,… no son un elenco del que sentirse orgulloso.

Así que Hernando tiene una misión doblemente difícil, que es publicar unos malos tebeos de una editorial que nunca ha acabado de consolidarse en España y en una época de crisis en la que los que compran tebeos de Panini y de Planeta tienden a refugiarse en la primera editorial.

Si sirve como esperanza, el último año americano de DC no ha sido del todo malo. Aunque estas cosas no son muy fiables, en las votaciones que organiza Newsarama por fin de año DC está arrasando. Entre Flash Rebirth, el Mundo de Krypton de Superman y los títulos y sagas relacionados con Green Lantern, DC ha podido sacar la cabeza tras un par de años dominados por Marvel. Ahora se trata de que en Planeta sepan aprovecharlo.

¿Año nuevo, Planeta nueva? A ver…

jueves, 24 de diciembre de 2009

ES LO QUE TOCA

Yo Digo No, en su constante labor de preservar y promover las costumbres ancestrales y la paz y la concordia entre los pueblos os desea unas Felices Fiestas:

domingo, 20 de diciembre de 2009

FINALES

Que no, que el blog no se acaba. Lo de “finales” va sobre la manera de acabar una historia y viene a cuento del final de 100 Balas, entre otros. Así que, ahora más que nunca, spoilers al canto.


La teoría de los tres actos propone que en el primer acto se presente a los personajes y la situación, en el segundo pasen cosas que hagan avanzar la historia y que en el tercer acto se resuelva el conflicto iniciado en el primero. El primer acto debe enganchar, el segundo debe entretener y el tercero debe satisfacer.


El final de una historia tiene que ser a la vez sorprendente y coherente con todo lo narrado con anterioridad. Al fin y al cabo la narrativa es un tira y afloja entre la anticipación y la sorpresa. Si el escritor no va dando pistas sobre la resolución del conflicto el lector pierde interés, pero si se pasa con la información el final es predecible… y el lector pierde interés.


Otra característica importante del tercer acto es que debe ser ágil, ir al grano y no perderse en abrir nuevas líneas argumentales. En el caso de 100 Balas todos teníamos claro que aquello tenía que terminar como el rosario de la Aurora y que iba a morir hasta el apuntador. La gracia era ver cómo y quién se iba a salvar. En una obra de 100 capítulos la resolución no debería ocupar más de 10 de dichos episodios. Ya desde antes la guerra abierta entre las distintas familias del Trust iba aumentando el número de víctimas, pero los personajes principales iban concurriendo en el mismo lugar-momento para el enfrentamiento final. Perfecto.


Por eso no tiene ningún sentido que de repente te metan la historia de un niño negro que trapichea con drogas y que quiere ser un gangsta con pistolones y cadenas de oro. Primero, porque la historia está copiada de la primera temporada de The Wire y segundo ¡porque no tenía que ver nada con la historia principal! Azzarello había jugado con ese recurso de las historias paralelas e inconexas desde el principio, pero el final de la serie ya no era el momento ni el lugar. Primera cagada.


El final es una orgía de tiros, sangre y fuego. Como era de esperar. Lo frustrante es que parte de los milicianos llega hasta el lugar de reunión de los miembros del trust supervivientes, se líen a pegar tiros y se vayan sin más. Segunda cagada. Y era de prever que fuera Izzy quien finalmente matara a Graves, aunque esa última viñeta en la que no sabes si lo va a matar o no, bueno, ahí ya no sé bien qué opinar, sobre todo tras ver el final de Los Soprano, pero sería más satisfactorio que algún personaje de los principales sobreviviera, ya fuera Graves (final irónico) o Izzy (final feliz).


En los tebeos americanos no hay final. Lo de la “batalla interminable” de Superman es por algo. Vale que cada saga tiene un final más o menos bueno, pero hay una maquinaria editorial detrás que impide que ese final sea un final cerrado. Como ya dijo irónicamente Alan Moore al final de Watchmen, “nada acaba nunca”. Incluso en una obra cerrada como Sandman, Gaiman tiene que conceder a la editorial un nuevo Señor del Sueño que sustituya al difunto Morfeo, aunque luego lo utilicen más bien poco. O el idílico final de Born Again, con Murdock y Karen paseando del brazo. Sabemos que es engañoso y que pasarán por nuevas vicisitudes. Y tanto.


Es curioso como las grandes obras de los 80 coinciden en un final abierto. Crisis en Tierras Infinitas tiene al Psicopirata como último testigo del Multiverso. Watchmen ponía al diario de Rorschach como elemento perturbador, Dark Knight presentaba a Bruce Wayne haciendo planes, aunque seguro que no planeaba lo que luego fue su secuela. Y V de Vendetta tenía a una Evey con mucho trabajo por delante.


Ni siquiera la cancelación del título ni la muerte (ja) del protagonista son una garantía de final cerrado. En Marvel han hecho de la necesidad virtud, y aunque sus sagas-eventos suelen tener un final bastante claro, siempre se apañan para dar pie al nuevo status quo. Al final siempre es más interesante la nueva situación que la resolución de la anterior.


En Dinastía de M, se volvía al Universo Marvel usual, pero sólo con 198 mutantes. Tras Guerra Civil ganaba uno de los bandos, pero el Capitán América moría y empezaba todo el tema de la Iniciativa. O en Guerra Secreta la invasión skrull era rechazada pero daba lugar al nuevo e interesante Reinado Oscuro. Y así hasta… hasta cuando sea.


Hacía tiempo que no finalizábamos post con una pregunta (este es el elemento inesperado). La pregunta (predeciblemente) es: ¿Cuál es tu final favorito?

domingo, 13 de diciembre de 2009

LOEBADAS: EL TOMATUM DE ULTIMATUM

El Universo Ultimate fue uno de los factores que cimentó la carrera editorial de Joe Quesada. Esta franquicia tuvo el éxito suficiente para que Quesada y los suyos tuvieran tiempo para reconstruir el Universo Marvel y convertirlo en la cosa, imperfecta pero divertida, que es hoy en día. Tras 10 años de existencia el Universo Ultimate había perdido mucho fuelle, especialmente en sus X-Men y sus 4 Fantásticos. Hacía falta destruirlo para volver a construirlo, y nadie mejor para destrozar cosas que nuestro buen a amigo Jeph Loeb.


La fórmula se mantiene, faltaría más. Como buena obra de Loeb, Ultimatum tiene un dibujante estrella, David Finch, y un montón de personajes que entran y salen sin ton ni son, que son todos los del Universo Ultimate. Y si al principio de esta serie de Loebadas comparábamos a Loeb con Michael Bay, ahora no nos queda sino compararlo con Roland Emmerich, el director catastrofista por excelencia.


La saga empieza canónicamente, con una presentación de los personajes, casi todos en Manhattan, sin ser la mayoría de Manhattan. Vaya casualidad. De repente, un tsunami se precipita sobre Manhattan, arrasando todo a su paso, y ahogando personajes por doquier. El tsunami es muy selectivo y sólo mata mutantes y personajes que tuvieron dos viñetas y media de protagonismo, como el Daredevil ultimatoso. Además Latveria se congela con todos sus habitantes menos el Doctor Muerte con su armadura con calefacción central. Enseguida se revela que el causante de todo es Magneto, que tiene el martillo de Thor. El que se da cuenta es el profesor Xavier, no sabemos bien cómo, y que lanza un mensaje telepático de alerta que también le llega a Magneto…a través del casco que le protege de la telepatía de Xavier. Loeb in action.


Lo de Loeb con el martillo de Thor ya es patológico. Se supone que Magneto combina sus poderes con los del martillo, que robó en el volumen 3 de Ultimates, para crear la ola gigante y la helada. Vale, lo de la helada es cosa del clima, pero los tsunamis los provocan los maremotos, es geología. Y digo yo, un tío con poderes magnéticos tan potentes como los de Magneto, ¿no podría lanzar un pulso electromagnético mundial? Toda la electrónica destruida, cientos de aviones estrellándose, miles de accidentes de coche, barcos a la deriva, centrales nucleares incontroladas,… Pero no, Loeb quería su tsunami y su nevada.


La Valquiria muere y Thor va a buscarla al infierno vikingo. El Capitán América muere… y también llega al infierno vikingo. O el Capi creía en Odín o directamente Odín es el único Dios verdadero. Ojo de Halcón y Hank Pym, a tamaño gigante, buscan a la Avispa para encontrársela siendo devorada por la Mole. La Avispa estaba a tamaño natural, que si llega a estar a tamaño de insecto ni se enteran. De un bocadito y adiós. Y Magneto llega a la Mansión Xavier y le rompe el cuello al calvorota entre solemnes discursos.


Enloquecido por la muerte de la Avispa, Pym agarra a la Mole y ¿lo aplasta contra el suelo? ¿lo pisotea? ¿lo espachurra contra la pared? No, le arranca la cabeza de un mordisco… Eghs. Pero las hazañas de Pym, plenas de lógica, no acaban aquí. Resulta que hordas de Hombres Múltiples convertidos en hombres-bomba, atacan la base de los Ultimates. La idea es buena. En serio. Loeb la estropea cuando cuenta que los Madrox no van voluntariamente sino que están sometidos psíquicamente. Dejando aparte el hecho de que suicidarse pudiendo hacer infinitas copias de uno tampoco es que sea para tanto. Aun así Loeb no entiende que la gran mayoría de terroristas suicidas lo son voluntariamente y convencidos de lo que hacen. Pero lo que sabe Loeb cabe en la cabeza de un alfiler.


El caso es que Pym llega a la base de los Ultimates, le entrega a la Avispa a Stark diciendo no se qué de un “proyecto Jocasta” y se vuelve hacia los Hombres Múltiples. ¿Se arroja sobre ellos para amortiguar la explosión con su corpachón? ¿Los aleja a manotazos? ¿Usa alguno de sus potingues para reducirlos de tamaño y que no hagan daño? No, no. Los Hombres Múltiples se suben encima de él. Porque sí. Así y ya está. Y no sólo eso, sino que, amablemente, subidos a él esperan a hacer explosión cuando Pym se ha alejado en medio del río para que la explosión no dañe a nadie más. Si es que no hay nada como un terrorista suicida amable. ¡¡Loeb!! ¡¡Loeb!! ¡¡¡Loooooeb!!!


En el infierno vikingo la diosa de la muerte ofrece a Thor y al Capi un dilema: resucitará a la Valquiria, pero uno de ellos dos debe quedarse. ¿Se quedará Thor, cuyo poder podría desbaratar los planes de Magneto? ¿Se quedará el Capitán, cuyo escudo metálico y su fuerza no serían obstáculo para Magneto, por muy genio táctico que sea? Pensad como Loeb. Adivinad la respuesta. La disyuntiva, per se, es una gilipollez. La diosa Hela ya tiene al Capi y a la Valquiria. Su idea de quedarse con Thor le sale bien, pero si llega a quedarse el Capi ¡pierde a la Valquiria! ¡Vaya negocio!


Entretanto Reed Richards y el Doctor Muerte acuden al Universo del Escuadrón Supremo a por el exiliado Nick Furia, que demuestra lo listo que es. Hasta exiliado en otra dimensión sabe que el causante de todo el follón es Muerte, al orquestar la muerte de Wanda. Listo listo.


Los héroes supervivientes se dirigen hacia la ciudadela flotante de Magneto. Con sus aviones metálicos. A plena vista. Con un par. De aviones metálicos. Y Magneto que se queda esperando, sin borrarlos del cielo con sus poderes magnéticos. Dándoles la oportunidad de llegar hasta él. Claro que sí.


La pelea se inicia con Dientes de Sable matando y comiéndose (obsesión caníbal) al Ángel. La Valquiria le corta el brazo a Magneto (con una espada metálica), se pelea un poco con el Capi y luego ve su paso cortado por el resto de personajes. Aún no sabemos cómo los otros llegaron tan pronto o estos tan tarde. Estarían aparcando los dos aviones metálicos.


La pelea empieza. Lobezno ataca. Y Magneto que recuerda que tiene poderes magnéticos, con los que abre el visor de Cíclope y controla la armadura de Iron Man. También controla hacia donde mira Cíclope, pero eso son detalles insustanciales. De hecho todo detalle es insustancial para Loeb. Ambos héroes fríen a Lobezno, que, tostadito y todo, aún tiene fuerzas para apuñalar a Magneto antes de que le arranque el adamantium del esqueleto. ¡Que podría haber empezado por ahí, digo yo!


Coloso y Hulk destrozan la maquinaria que mantiene a flote la ciudadela flotante pero son atacados por Mística. Hulk entonces amenaza ¡¡con comérsela!! Claro que sí, como la idea es buena, repitámosla una y otra vez. Finalmente Dientes de Sable y Mística huyen ¡¡en un ala delta!! ¿¿Pero dónde narices estaba esa ala delta???? Claro que ¿qué es una ciudadela flotante sin ala delta?


Magneto llega a su trono con el brazo de Lobezno clavado en el pecho cuando aparecen Furia, Richards y Muerte. Furia le revela a Magneto que los mutantes no son la especie elegida por Dios, sino el resultado de experimentos hechos por humanos con humanos. Este sería el momento en el que Magneto encontraría, al fin, ahora sí, motivos para odiar a la humanidad que le ha creado y le desprecia. El conflicto padre-hijo, creador-criatura, llevado a su máximo exponente. Así sería… si el escritor no fuese Loeb. Magneto lo que hace es rendirse. Ea.


El amo del magnetismo vuelve a poner en su sitio los polos magnéticos (ahora nos enteramos de que había hecho eso ¡¡y de que el martillito de Thor no tiene nada que ver!!!) y pide clemencia. Cíclope le revienta la cabeza con un rayo óptico. La base de Magneto explota y se hunde… y el brazo de Lobezno con ella. Ay, Loeb, pillín, esa no me la esperaba…


Ocho días después Cíclope da un discurso promutante… y le vuelan la cabeza. Muerte está en su castillo de Latveria, con Namor como prisionero (?), llega la Cosa… y le revienta la cabeza. Loeb, el cansino. Y casi a punto de reventar están las cabezas de los lectores cuando, revelación final, conocemos que el asesino de Cíclope es ¡¡Mercurio!! Mercurio resucitado, encanijado, con entradas y cara de malo. Mercurio que habla con una misteriosa silueta femenina de pelo ensortijado. Otra de las marcas de fábrica de Loeb, esa última revelación estúpida de un personaje que no ha salido en toda la historia.


Como bien decía la publicidad de Panini: Jeph Loeb y David Finch te contarán una épica historia en la que la única regla es que… ¡No hay reglas! ¡¡Efectivamente se lo pasa todo por el forro!!!! Es tan, tan, tan absolutamente malo que no me extraña que Panini lo haya sacado en tomo. Así evitan que los que se lean el primer número salgan despavoridos sin comprarse el resto de la serie.


Muy astutos, Panini, pero los lectores de este blog no van a picar.


¿Verdad?

jueves, 3 de diciembre de 2009

UN DÍA MAS, UN LECTOR MENOS

La estrategia de Quesada con Spiderman era apagar el runrún provocado por la retconización Mephistophélica aguantando hasta que pasara el chaparrón y que el público dijera, “Huy, qué historias más chulas. ¿Mephisto? ¿Eso que es lo que es?”. Y como el tiempo todo lo cura, ya casi ni recordamos la patochada de Mephisto, pero las nuevas historias que han contado, mayormente, son flojitas.


Salvo a nostálgicos empedernidos, las peripecias de este Peter Parker soltero, desgraciado y pobretón no acaban de convencer. No va mal de ventas, porque Spiderman es mucho Spiderman, pero no son, creo, lo que pensaban en Marvel. La elección de escritores no ha ayudado, por mucho currículo televisivo que algunos tuvieran.


Precisamente la idea era seguir la estructura de la mayoría de series de televisión, esto es, aventuras más o menos independientes entrecruzadas con líneas argumentales de larga duración, como la amenaza de Amenaza o el asesino-de-las-rastreadoras-arácnidas.


Otro de los conceptos clave era la renovación del elenco de villanos y secundarios. En el primer apartado teníamos a los citados Amenaza (una nueva versión del Duende Verde con los cuernos mochos), el asesino-de-las-rastreadoras-arácnidas (que mata gente y les pone la rastreadora para que culpen a Spidey) y Mr. Negativo (una especie de Kingpin de Chinatown). En el apartado de secundarios, además del resucitado Harry Osborn, tenemos a su novia, a un policía hispano que odia a Spiderman y es compañero de piso de Peter Parker, y al filántropo Mr. Li, que tiene una ong en la que tía May echa una arrugada mano, sin olvidar a una CSI a la que le gusta Peter.


El chasco de todo esto es que para cuando se resuelven las líneas argumentales principales resulta que: a) Amenaza es la novia de Osborn, b) el el asesino-de-las-rastreadoras-arácnidas es el policía compañero de piso de Peter y c) Mr. Negativo es Mr. Li. Tenga usted secundarios nuevos para esto.


Y encima las explicaciones son como de risa. A la novia de Osborn, que es una Beyoncé oxigenada, rodando rodando, como decía el chiste, encontró una guarida secreta de Norman Osborn. Rodando rodando se expone a un suero experimental de Osborn y, rodando rodando, se transforma en Amenaza, que además ataca la campaña de su padre candidato a alcalde para que la gente le vote.


Pero mi parte favorita es cómo se descubre la identidad del asesino-de-las-rastreadoras-arácnidas. Un compañero de la CSI inventa una máquina que es como un gps que rastrea rastreadoras. Pero, ojo, no sólo rastrea las activas, sino que enciende las inactivas para que puedan ser rastreadas doquiera estén. Alambicado y retorcido como él sólo, el argumento se ridiculiza aún más cuando ella enciende el aparato y ve en el mapa cómo una fuerte señal sale del apartamento de Peter Parker y su compi policía. Es un bloque de veinte plantas y siete viviendas por planta, pero ella sabe que es del apartamento de Peter. Lista como ella sola. Tan lista que se va solita, con un par de ovarios, a investigar, para acabar descubriendo que, el malo de la historia, ese compañero de piso al que no hemos visto en casi toda la serie es, amigos, el asesino-de-las-rastreadoras-arácnidas.


Y no, Peter Parker, que estaba en el piso cuando llegó la CSI pero salió por la puerta de atrás, no notó nunca que el poli tenía un saco lleno de rastreadoras. Ni siquiera cuando el aparatito activó todas a la vez. Y está muy bien tener un sentido arácnido que no te advierte que tu compañero de piso es muy chungo.


Ni las historias, ni los nuevos villanos-secundarios tienen el mayor interés. ¿Que Amenaza es la novia de Harry? Pues vale. ¿Que el jodido asesino es el poli? Pues bueno. De hecho, de este último, ni siquiera esperaba que fuera uno de los personajes de la serie. ¿Que Mr. Negativo es el chino cudeiro? No, si ya lo había leído en la ficha que publicó Panini extemporáneamente. Al final, la historia más interesante fue la que escribió Dan Slott, Nuevas formas de morir, en la que los villanos eran los Thunderbolts al mando de Norman Osborn, otro personaje de nuevo cuño, claro.


Probablemente Straczinsky estaba llevando a Spiderman a un callejón sin salida como personaje, pero sus aventuras eran mucho más divertidas y entretenidas que este tostón. Tanto que me hicieron comprar la serie del personaje por primera vez con regularidad. Lo que estoy leyendo ahora me ha decidido a ahorrarme unos euritos semanales a partir de enero


Y ahora algo completamente diferente: Sólo quiero agradecer los comentarios y mailes que me animaban a seguir con el blog. La verdad es que mi prefacio del post anterior asustó a familiares y amigos. Que no era para tanto, de verdad. Sólo mucho agobio que sólo ahora se está empezando a despejar. Mi agradecimiento es especial para aquellos que siguen visitando el blog a pesar de su inactividad, aunque imagino que el Twitter del lateral tiene algo que ver. En él, además de las paridas de rigor, estoy haciendo “twiterreseñas”, es decir, comentarios en menos de 140 caracteres de todos los tebeos que me leo. A veces tener que resumir tanto es más difícil que escribir un post como este, pero igual de divertido


The party goes on.

domingo, 11 de octubre de 2009

MAELSTROMS

Mi vida es un maelstrom de nuevas responsabilidades, ocupaciones, proyectos, ilusiones y, también, alguna cosa desagradable que espero despachar pronto. De ahí que este vuestro blog haya estado en hiato una temporada y vaya a mantenerse en la irregularidad otro tiempo más. Por cierto que gracias a todos los que os habéis interesado. No os merezco.

Como todos sabéis, maelstrom es una palabra escandinava que designa un violento torbellino marino. Los vikingos lo incorporaron a sus leyendas y los guionistas americanos a los finales apocalípticos de sus sagas. Estoy pensando en Thunderbolts, donde no había saga que no acabara con el villano de turno (Gravitón, Piedra Lunar, algún trasto cósmico,…) creando a su alrededor un torbellino de energías que amenazaban con destruir el planeta cuando no la realidad misma.

La cosa es que el maelstrom siempre amenaza con absorberlo todo, pero a los héroes les daba tiempo a intentar todo tipo de tácticas: darle de mamporros, convencer al malo de lo terrible de sus acciones, haciendo alguna máquina absorbe-energías, mediante un ataque combinado... El último ejemplo de maelstrom lo tuvimos al final de Invasión Secreta, cuando la Avispa se transformó en una bomba biológica debido a los ardides del Hank Pym skrull.

Una idea tan buena y reveladora de la crueldad skrull la resuelve Bendis haciendo que Thor matara (con un maelstrom divino) a la pobre Avispa antes de que explotara. La solución es tan lógica como heroica, pero un ejemplo de anticlimax narrativo al estar narrada en off y ventilarlo en cuatro páginas repletas de viñetas.

Pero el maelstrom que me ha llamado la atención de verdad aparece en el número 20 de Los Poderosos Vengadores, el dedicado a recordar la figura de la Avispa, en la reedición de la primera aventura del personaje, una historia de 1963 que es una auténtica joya al mostrarnos a Stan Lee creando la alquimia del Universo Marvel.

La historia empieza con un maduro1 investigador casado con una rumana fugitiva del malvado2 régimen comunista de su país. Al volver a su país natal –que ya eran ganas-, la chica es secuestrada y asesinada por traidora, lo cual tampoco suscita ningún incidente internacional. Los intentos de venganza de Pym resultan fútiles porque al fin y al cabo se trata de un simple científico. Como buen héroe Marvel, una frase de su fallecida amada encauza sus esfuerzos. La frase no era “Sigue así, semental mío” sino “Imita a las hormigas, perezoso”. E voila, ahí que tenemos a Pym investigando a las hormigas y transformándose en el Hombre Hormiga. Todo esto en cuatro páginas.

A pesar de sus logros Pym echa en menos la ayuda de un compañero, unos pensamientos que harían afilar los dientes de los Jotacés del mundo. Recibe entonces la visita de un viejo profesor y su jovencísima hija, Janet Van Dyne. Sus pensamientos les delatan: “Es demasiado joven” piensa él. “Es guapo pero los científicos son unos aburridos”, reflexiona ella. El amargado Pym pasa de padre e hija, y el viejo científico continúa en solitario con sus experimentos de comunicación intergaláctica, que convocan a un monstruo que lo asesina para luego crear el caos a su paso.

Pym socorre a la huerfanita Janet a la que da los poderes de una avispa, lo cual hace que ella se enamore perdidamente de él, que aún mantiene las distancias debido a la diferencia de edad. Derrotan al monstruo usando ácido fórmico (?) y Pym demuestra que el buscaba compañero y no compañera, cuando le dice, al abrazarse de alegría, que “a partir de ahora no debes mostrar tal emoción… no es apropiado” mientras que ella se promete a sí misma “un día haré que te des cuenta que me quieres como yo a ti, pero hasta que llegue ese día será como tú quieres… solo compañeros…” Y es que ya se sabe que el roce hace el cariño.

En 18 páginas vemos a Stan Lee mezclando la fórmula con la que creó el Estilo Marvel, un maelstrom de las historias de romance y de monstruos con las que sobrevivió Marvel en los 50 mezcladas con el resurgente género de los superhéroes que DC había conseguido volver a popularizar, aderezado todo ello con gotitas de histeria anticomunista. La historia en sí misma puede parecer una tontería pero como documento histórico es impagable.

130 años en aquella época era madurez. Ahora se habla de “jóvenes de 35 años”.

2 Los regímenes comunistas eran malvados, pero la manera en la que los presentaban los americanos eran risibles.

domingo, 13 de septiembre de 2009

VIDAS PARALELAS

Tener un blog de tebeos y no hablar de las últimas movidas de Marvel y DC es como si el Marca no sacara a Cristiano Ronaldo. Sin embargo este es un tema en el que, ahora mismo, poco podemos hacer salvo especular. Lo propio en estos casos es el “esperar y ver” que dicen los yanquis. Aún así, y a vuelapluma:

Coincidencias de la vida. Que los cambios en Marvel (su compra por Disney) y en DC (nueva Presidenta y transformación en DC Entertainment) hayan ocurrido casi a la vez es pura coincidencia. Esas cosas se cocinan en secreto y a lo largo de meses, si no años. En todo caso ambas responden al deseo de encontrar nuevas ideas y campos de explotación. Y aunque parezca mentira el de los superhéroes es un terreno muy poco explotado.

Los personajes. Disney no ha comprado Marvel Comics. Bueno, sí, pero lo que ha comprado son los 5000 personajes de Marvel. Bueno, sí, pero tampoco. Ha comprado los 50 o 100 personajes más populares y reconocibles y pretende exprimirlos de todas las maneras posibles: películas, series, merchandising, parques temáticos, Happy Meals,… En ese sentido la parte editorial del negocio es sólo la generadora de ideas y conceptos, pero no la más interesante económicamente. Es la misma razón por la que Disney compró Pixar por 6000 millones de dólares. Si ese negocio sólo dependiera de la recaudación de la película anual, lo amortizarían en unos 30 o 40 años.

Lo más interesante es que en Pixar han respetado a los creadores y por eso mismo no espero grandes cambios (más bien ninguno) en el staff marvelita mientras las ventas sigan bien. Que no cunda el pánico.

En el caso de DC la nueva Presidenta, Diane Nelson, ha dicho que tampoco va a tocar la parte editorial (¿ni a Didio, Diane?) y que sus planes son, también, sacar el máximo rendimiento a los personajes de la compañía. Se trata de la persona que consiguió los derechos de Harry Potter para Warner y ha supervisado unos taquillazos que además han dejado satisfechos a los millones de fans del personaje. Buena señal. El caso es que el filón Potter se acaba en un par de años y hay que buscar nuevos yacimientos.

Las pelis. Nos espera una invasión de películas superheroicas. En Warner deben pensar que si el poco popular Iron Man fue un éxito, también lo pueden ser Green Lantern, Flash, el Capitán Marvel,… Y probablemente sean películas dignas. Hace años los productores de Hollywood justificaban sus sueldos comprando derechos de personajes y cambiándolos. La cagaban, claro. La norma ahora es el respeto a la esencia, que se han dado cuenta que funciona en taquilla. Ya era hora.

Disney lo tiene más complicado, porque Marvel, antes de meterse a productora, vendió los derechos de sus personajes más populares a distintos estudios. Columbia tiene a Spiderman, Fox a Los 4 Fantásticos, X-Men y Lobezno, Regency a Daredevil… Por eso Marvel produjo directamente Iron Man, no porque sea un personaje muy chulo, sino porque era el más chulo de los que tenía disponibles. El problema es que los estudios, por contrato, retienen los derechos mientras sigan produciendo películas. La solución es esperar a que el plazo máximo para realizar las películas se agote o bien recomprar los derechos, que es lo que Marvel hizo con los de Hulk, que eran de Universal. Me da a mí que Columbia no va a soltar fácilmente a Spidey , que habrá secuelas de Lobezno y que los rumores de un relanzamiento de los 4F van a ser ciertos.

Los tebeos de Marvel y DC. La fama de ñoña que tiene Disney ha hecho temer una infantilización de los contenidos de Marvel, o la desaparición de líneas como Max (¿aún existe?) o Icon. Sin embargo no recordamos que Disney es un grupo de empresas que incluyen Miramax, productora de las primeras películas de Tarantino o de Kevin Smith, o la cadena de televisión ABC, que emite Mujeres Desesperadas o Perdidos entre otras. También ha habido preocupación sobre la línea Vertigo de DC pero el peligro sería, sobre todo, comercial, no por contenidos. Warner es la propietaria de HBO, ya sabéis, Los Soprano, A dos metros bajo tierra o True Blood, que, como diría Gloria Fuertes “no son para los niños”. A lo mejor hasta se animan a hacer Preacher, algo que desestimaron el año pasado por “oscura y de temática religiosa polémica”. Película sí que se prepara, dirigida por Sam Mendes.

No hace falta que venga nadie de fuera para que Marvel y DC hayan tenido sus propios casos de censura, como cuando prohibieron que Lady Di apareciera como personaje en X-Static, o esos tebeos convertidos en pulpa porque Paul Levitz pensaba que sus contenidos no eran apropiados para el público al que iban destinados. El mismo Levitz que, sin embargo, apoyaba la línea Vertigo aunque no le gustaban los tebeos que publicaba.

Así que no espero cambios salvo que echen a Quesada (¡no!) o a Didio (¡sí!).

Los tebeos de Disney. En EEUU sólo se publican en la actualidad series de Gárgolas (por Slave Labor Graphics), Los Increíbles, Los Teleñecos y Cars (por Boom!). No ha habido comentarios sobre posibles cambios o si Disney usará a Marvel para relanzar una línea de tebeos que hacía años que no funcionaba. Sí que los he oído a santo de que Planeta publica Disney en España y Panini hace lo propio con Marvel y que eso era conflictivo. Ni de lejos. De la misma manera que no lo es que Norma publique Wildstorm, que es un sello de DC. Nada, nada, ni caso. Mientras dure el contrato o Planeta se canse, Disney va a seguir como hasta ahora en España.

Los chistes. No necesitamos chistes de Spidermouse, de Namor liándose con La Sirenita o de los Golfos Apandadores como sicarios de Kingpin. Eran graciosos cuando era imposible. Ahora no tiene gracia. Así que no mentéis a la bicha, insensatos.

Oú, menos mal que no quería escribir sobre el tema. Más, probablemente, en el futuro. Pero el futuro no es hoy.

jueves, 27 de agosto de 2009

LOEBADAS: INTERLUDIO (PALABRA DE LOEB, PALABRA DE MILLAR)

"Cuento las mejores historias que puedo"
Jeph Loeb. Lo dice dos veces cuando es preguntado por las reacciones de los fans ante Ultimatum y Hulk.

"Desaparezco diez minutos y todo el condenado lugar se va al infierno"
Mark Millar. Diálogo de Nick Furia en Ultimate Comics Avengers nº 1. Probablemente el diálogo con más subtexto que haya publicado Marvel últimamente.




martes, 25 de agosto de 2009

LOEBADAS: LOS PEORES DEL MUNDO

Si con Superman le había ido bien y con Batman aún mejor, tenerlos a ambos ya tenía que ser la repanocha. Eso debieron pensar cuando le encargaron a Loeb Superman-Batman, heredero de aquel mítico World’s Finest. Y la jugada, comercialmente, les salió bien. Ya el resto,… buf.

Este fue el primer gran experimento de la fórmula Loeb que venga, todos a la vez: como buena obra de Loeb, Superman-Batman tiene no uno, sino varios dibujantes estrellas, Ed McGuinness, el difunto Michael Turner y Carlos Pacheco. Y también hay un montón de personajes que entran y salen sin ton ni son. El Universo DC, básicamente. Además, se trata de una obra hecha al gusto del dibujante de turno.

Loeb utiliza un enojoso recurso estilístico consistente en cuadros de texto con los pensamientos de los personajes protagonistas. Lo enojoso es que los pensamientos están relacionados, ya sea por complementariedad o por contraste, lo que hace la lectura reiterativa y pesada. Un ejemplito:

SUPERMAN: Mis padres me enseñaron a defender la justicia.

BATMAN: El asesino de mis padres nunca se enfrentó a la justicia.

SUPERMAN: Vine de otro planeta con poderes y habilidades superiores a las de los otros nombres.

BATMAN: Me arropo en las mismas sombras que usó ese asesino para esconder su cara de mí.

SUPERMAN: Me conocen como héroe, como inspiración, como campeón.

BATMAN: Me conocen como un mito urbano, una criatura temible, el hombre del saco.

SUPERMAN: Ha sido una buena vida.

BATMAN: Es una vida que no le desearía a nadie.

SUPERMAN: Me duele la cabeza.

BATMAN: Tengo que comprar aspirina.

Vale, lo último me lo he inventado yo, pero captamos la idea, ¿verdad? Un coñazo. Y así número tras número.

La primera saga es Enemigos Públicos, con Ed McGuinness. La historia empieza con que el humano que sirvió de modelo para Metallo podría ser el asesino de los padres de Batman, y luego aparece un Superman tipo Kingdom Come para matar a ambos soltando pistas de un futuro apocalíptico. Todos recordamos que Loeb escribió Heroes, ¿verdad? Los diálogos son de risa: el Superman viejuno le dice a Batman: “Deberías haberme matado cuando tuviste la ocasión. Pero eso nunca sucederá. Te quito la ocasión, la que al final no aprovecharás”. Cuanto más lo lees más estúpido parece.

Mientras, un meteorito del tamaño de Brasil se dirige hacia la Tierra en plan Armageddon. El presidente Luthor suma dos y dos y dice, genialmente: “como el ñosco es de kriptonita ¡el culpable tiene que ser Superman!” Si Luthor defendiera un Sistema Público de Salud nadie le creería, pero algo así, que es el colmo de la lógica y el buen sentido, se lo traga todo el mundo, claro que sí.

Luthor se rasca el hueco de la muela y ofrece mil millones de dólares a quien le traiga a Superman. Todo el Universo DC, villanos y héroes se lanzan a la caza y captura de Superman y su aliado. El mundo se acaba, el ñosco nos va a aniquilar, pero todos, ale, a por Superman y Batman. Lógica Loeb 100% garantizada. Al final son Hawkman y el Capitán Marvel los que les derrotan, pero, atentos, en otra loebada genial el Hawkman y el Capitán Marvel que regresa son ¡Batman y Superman disfrazados! ¡Sí señor! ¡Hagamos la ola! ¡Superman guarda su uniforme, capa incluida, bajo el del Capitán Marvel! ¡Se pone unas botas sobre otras botas! Y, ¿dónde puñetas guarda Batman la capa????

Mientras Bats y Supes juegan a los disfraces Luthor se chuta superesteroides y se coloca una armadura de Apokolips para el enfrentamiento final, mientras que el nuevo Juguetero, un niño japonés, inventa un Mazinger mitad Batman mitad Superman, para machacar al ñosco de kriptonita, que el Capitán Atom, heroicamente, conduce hasta su objetivo. Había mil billones de formas de hacer eso, pero Loeb escoge la más ridícula posible.

"¡La maldad y el terror, Koji puede dominaaarrrrr!"

Finalmente hay una peleíta con Luthor, que desaparece en una explosión para reaparecer en la última viñeta en plan “¡Volveré!”. La viñeta, por cierto, nos suena.



Sí, por favor, Lobezno, si te lo encuentras, mátalo.

La segunda saga, La superchica de Krypton, muestra que en el interior del kryptoñosco había una nave espacial, y dentro de la nave ¡Supergirl!, Sí, sí, ¡Supergirl dentro de un ñosco de kriptonita!, Supergirl que roba el Batplano, se da su paseíto en pelotas, repite la escena de Terminator para conseguir una gabardina y es capturada por Batman. Superman que, mira tú por donde, ha estado pensando todo el episodio lo solito que está, ahora tiene una prima. La prima aprende inglés y a enseñar el tanga en un plis plas, y sufre un intento de secuestro ¡por parte de Wonder Woman!, que quiere llevársela para entrenarla en Isla Paraíso. Nada de preguntar “oye, que os parece si…”. No, no, la secuestra porque le sale de su amazónico potorro, para justificar otra estúpida pelea marca Loeb.

"¡Stop, in the name of looooove!"

Todos se van a la Isla, y son atacados ¡por un ejército de Doomsdays!, (en Hulk sale un ejército de Wendigos, por cierto) una distracción para secuestren a la niña (que más que hija de Krypton parece hija de Jack Bauer) y se la lleven a Apokolips, para lavarle el cerebro y hacerla líder de las Furias Femeninas. Ah, de rebote muere Harbinger, la de Crisis, que sale para que la maten, mismamente.

Wonder Woman, Supergirl, Harbinger, Amazonas, Furias Femeninas,… todo es una excusa para que Michael Turner dibuje sus nínfulas de culito respingón. ¡Si es que hasta la Abuela Bondad tiene el culito respingón!

Total, que rescatan a la niña, y Supes le regala su primer traje de Supergirl, con su top y su faldita, del que Superman dice, oh, autohomenaje, "Te lo hizo mi mamá"

¡Es que las visten como pilinguis!

Justo entonces Darskseid vuelve y mata a Supergirl. Superman, iracundo, en venganza, incrusta al villano en el Muro de los Nuevos Dioses, algo que sólo le habrá pasado, eh, unas seis o siete veces.

Pero, atentos, que ahora viene lo bueno. ¡Supergirl no estaba muerta, que estaba de parranda! Es que Wonder Woman, en connivencia con Superman, la teletransportó justo cuando los rayos mortales de Darkseid la alcanzaron. Y digo yo, que si Superman lo sabía ¿por qué tanta ira y tanta venganza? Lógica Loeb 100% en estado puro.

La tercera saga Poder Absoluto, la dibuja Carlos Pacheco, un enamorado de las versiones alternativas, y de eso, claro que sí, va la historia. Tres enemigos de la Legión de Superhéroes alteran el tiempo, matan a todos los héroes antes de que lo sean, pero dejan vivos a Clark y Bruce, a los que crían para que sean los dictadores del mundo. Wonder Woman recluta a Los Luchadores de la Libertad y en la pelea se produce un cataclismo temporal que va llevando a Superman y Batman de línea temporal en línea temporal, y, por supuesto, los cambios que se van produciendo afectan a uno sí, a otro no, unos recuerdan, otros no,… Porque ya se sabe el peligro que tiene una paradoja temporal en mano del que convierte todas sus historias en paradojas temporales,… sin querer.


Culito con culito...

Por supuesto tenemos decenas de personajes que salen y entran sin ton ni son, e incluso una aparición, creo yo, pero tampoco estoy seguro, del Superman de la Edad de Plata, el que Alan Moore finiquitó en su clásico Qué le pasó al Hombre del Mañana, pero no me hagáis mucho caso porque a esas alturas de la historia yo ya no sabía quién era quién ni donde estaba nadie.

Eso sí, yo creo que esta historia es de lo mejorcito que hizo Pacheco para DC. Una cosa primorosa. Un desperdicio de talento.

McGuinnes vuelve en la cuarta y última saga de Loeb en la colección y vuelve ¡Con una venganza!, que es como se llama la historia. Porque, amiguitos, los antagonistas son unos Vengadores-Ultimates alternativos. Y resucita el Capitán Atom, no sé muy bien como, y salen, sin venir a cuento, Bizarro y Batzarro (sic), y versiones de Spiderman y Lobezno, y aparecen los universos de Batman Beyond y Red Son, y un Batman de kryptonita, y una Superwoman y una Batwoman, y Superman libera a Darkseid del Muro y se queda atrapado dentro, ¡y hay una partida de ajedrez con figuritas de los personajes! ¡jugada por el Joker y por Mr. Mxyztplk! Y un Superchico rubito y mono, y todas las Supergirls habidas y por haber, y un Hulk de kriptonita (verde), y decenas de Superman y Batman de universos alternativos, y una fusión Batman-Superman como si esto fuera Dragon Ball Z, y al final el malo era el Joker con los poderes de Batmito y, y,… y si no estáis hiperventilando con un ataque de ansiedad como yo estoy haciendo ahora mismo, ni sois personas, ni tenéis sensibilidad, ni sentimientos, ni nada. Y el final, bendito final, es Mxyztlpk, duende ex machina, arreglándolo todo como si no hubiese pasado nada. Señor, qué depresión… La misma solución, por cierto, que en la ofensiva saguita de Los Ofensores en Hulk. Encima de malo, repetido.


El horror, el horror...

Lo peor es que un editor (Eddie Berganza, bergante diría yo) aprobó esto. Y que la gente lo compraba. Y mucho. Lo cual ha animado a Loeb para que siga haciendo la misma mierda una y otra vez. Como bien decíais alguno, lo malo no es que lo haga Loeb, sino que encima, le imiten. Si veis que alguien lo hace ¡disparad a matar!

domingo, 23 de agosto de 2009

LOEBADAS: LOEB, LOEB AND AWAY

Hay ciertos guionistas que en algunos momentos de su carrera se han especializado en “tapar huecos”, es decir, contar historias que añadirían nuevos detalles y profundidad a los orígenes y primeras aventuras de los personajes. Verbigracia, Las Historias Jamás Contadas de Spiderman de Kurt Busiek, algunas miniseries de Los Vengadores y La Patrulla-X de Joe Casey o, claro está, la mayor parte de la obra de Jeph Loeb con Tim Sale, probablemente lo más digno que haya escrito nuestro amigo Jeph.

Aunque yo creo que parte del mérito se lo tenemos que dar a Tim Sale, que incidió en el género con Darwyn Cooke en Superman Kriptonita. No en vano en los créditos de sus colaboraciones Loeb y Sale aparecen conjuntamente como “narradores”. Tanto las “miniseries de colores” (Spiderman:Azul, Daredevil: Amarillo y Hulk: Gris) como Superman: Las Cuatro Estaciones tienen la suficiente solvencia y las necesarias dosis de nostalgia como para apelar al fan más veterano. Además carecen de una de las marcas de la casa Loeb, la multitud de personajes que entran y salen sin ton ni son. Y llamadme ñoño, pero esa escena en la que un niño admira el traje de Superman y él le dice “Me lo hizo mi mamá” es que es muy bonita. Y retconizada, por cierto.

Mientras que las historias de Marvel beben, claro está, del trabajo seminal de Stan Lee, la de Superman cuenta el primer año del personaje respetando al milímetro el trabajo de John Byrne. Por supuesto, y sería tema de otro post, de Byrne no queda ya en Superman ni los pliegues de la capa, y fue Loeb uno de los pioneros en esta desbyrnezación en los treinta y pico números que escribió de su serie regular.

Fue la época en la que Joe Kelly también pululaba por las series de Superman tomadas al asalto por el “amerimanga”, en las personas de Ed McGuinnes y el difunto y añorado Mike Wieringo. La época en la que DC seguía encadenando evento tras evento, sin orden ni concierto (Emperador Joker o Nuestros mundos en guerra), y que el bueno de Jeph iba encajando como podía en su serie en las que, de vez en cuando, pasaban cosas que tenían que ver con Superman y sólo con Superman, como Regreso a Krypton.

La premisa de Regreso a Krypton es digna de Loeb. Superman descubre que Krypton no era la sociedad fría y deshumanizada que contó Byrne, sino la más positiva de la Edad de Plata. Resulta que Jor-El engañó a su hijo con esa versión chunga para que Kal-El no sintiera morriña de esa sociedad perfecta de coches voladores y cintas en el pelo. ¡Pues para eso no le cuentes nada, hombre! No sólo eso, sino que aprovechaba la ocasión para viajar en el espacio-tiempo e ir a saludar a papá y salvar Krypton y lo que encartara, claro que sí.

Al final tenían que explicar que aquel Krypton había sido creado en la Zona FaNtasma por Brainiac-13, descendiente futuro del Brainiac original, que había viajado en el tiempo al presente y que se había basado en los recuerdos pasados de Jor-El. Bueno, al menos Lois y Clark se traían de recuerdo un Krypto con superpoderes, otro paso en la desbyrnezación, aunque esta versión de Krypto tampoco duró mucho. (Huy, spoilers. Te jo…, que diga, lo siento)

También de esta convulsa época es la historia de Lex Luthor como Presidente de los Estados Unidos, una buena idea, de desarrollo irregular y resolución horrible. El momento de gloria de Luthor fue su actuación en Nuestros Mundos en Guerra, donde dirigía a las fuerzas de resistencia terrestres. Mira tú por donde Luthor sabía con antelación que el ataque extraterrestre se iba a producir pero se hizo el longuis, como hizo Roosevelt, dicen, cuando Pearl Harbour. Pero Luthor es malo y Roosevelt bueno, que conste.

Los capítulos de Loeb de esta saga estaban repletos de cuadros de texto con fragmentos de discursos de Presidentes en tiempos de crisis, que convertían la lectura de la saga en un auténtico pestiño.El uso y abuso de los cuadros de texto siguió en Superman-Batman, génesis y epítome del estilo loebiano actual.

Pero eso es, como diría Rudyard Kipling si hubiese conocido Internet, otro post.

miércoles, 19 de agosto de 2009

PERSONAS NON GRATAS

Que no nos engañen: Internet no ha revolucionado las cosas, sino la manera en la que hacemos las cosas, maledicencias y cotilleos incluidos. En el artículo ya comentado en nuestro anterior post, Córdoba toma postura contra esa tendencia rompiendo un par de lanzas, una por un artista “de la casa” (normal) y otra por un directivo de la competencia (no tan normal). Ambos comparten una cierta mala prensa o, mejor, un cierto mal Internet.

Larroca. La única obra de Marvel que ha ganado un Eisner este año es Invincible Iron Man, a la mejor nueva serie. En América, como aquí, unos se llevan la pasta y otros los premios. Su dibujante es Salvador Larroca que, obviamente, tiene su gran parte en el éxito obtenido, pero el premio ha sido para la obra, no para él directamente. Es igual, pero no es lo mismo.

Córdoba se queja de que el tema ha pasado desapercibido, siendo como es el primer autor español que alcanza un premio así. De hecho yo me enteré por el comentario de Córdoba. El problema es que Larroca no gusta, aunque nos lo llenen de premios y nos lo publiquen en tomos a todo lujo. No gusta su estilo y no gusta él, por desafortunadas intervenciones en revistas como Dolmen o en foros de Internet, donde llegó incluso a amenazar con demandas judiciales. Entiendo su malestar, porque a ninguno nos agrada que nos critiquen y se hable mal de nosotros o de nuestro trabajo, pero esto último es algo que todo artista debe admitir. El silencio es siempre la mejor respuesta, aunque también es verdad que hubo algunos comentarios bastante impropios.

A mí tampoco me gusta Larroca como artista, y ya lo escribí hace un par de años. No había leído Invincible Iron Man, pero ayer me hice con un par de números. Y no. Lo siento, pero no. Una línea –sin entintar- cada vez más indefinida, ausencia de volúmenes, dependencia total del color, falta de personalidad en los personajes,… El conjunto de la serie será merecedora del premio, pero Larroca nunca lo ganará como dibujante. Ahora bien, sigue siendo el tío más cumplidor y profesional del comic americano, y también habría que premiar esa actitud. Valga este Eisner como recompensa. Si yo fuera él, ya me dolería el brazo de hacerle cortes de manga a todos los que, de una forma u otra, le hemos criticado.

Y enhorabuena, claro.

Pérez. El despido de Antonio Pérez como Director del Departamento de Comics de Planeta es un tema un poco más delicado. Pérez ha sido más o menos el Lucifer de la industria española. No se contaban cosas buenas de él, como el mismo Córdoba confiesa en su artículo. Pérez era el Director de Ventas durante las etapas de Antonio Martín y Jesús Pece. Su nombre subió a los foros por el litigio sobre el dominio planetacomic, del que se señaló como instigador a Antonio Pérez. Era la típica lucha de David contra Goliath, en las que todo el mundo se pone de parte de David. Menos los jueces, en este caso.

En paralelo a este asunto judicial circuló por internet un informe anónimo (que aún se puede googlear) que daba detalles, pelos y señales de conductas irregulares. De esto hace varios años y, hasta donde yo sé, esta información no ha tenido repercusiones, aunque en las teorías conspiraonicas siempre hay oscuros poderes que protegen a los malos, y la falta de pruebas es una prueba en sí misma. O a lo mejor, cuando el río suena… Ni idea.

José Luis Córdoba insinúa que la pérdida de los derechos de Marvel en 2004 no le sentó nada bien a Pérez. Normal, porque de repente la sección a la que pertenecía –pero que aún dirigía Jesús Pece- se quedaba casi sin trabajo. Y, según parece, a Pérez, cuando algo no le sienta bien, se le nota. Córdoba insinúa que en esa tesitura la empresa matriz parecía tentada de dejar de publicar tebeos, y que Pérez insistió para que él Departamento se mantuviera. Probablemente, en una situación económca como la actual no lo hubiera conseguido.

El caso es que, como sabemos, Pérez, ya Director del Departamento y con Jaime Rodríguez como Director Editorial, se agenció los derechos de DC y de Disney, pero el gran problema es que Panini no sólo se llevó los derechos de Marvel, sino que detrás se fueron los packagers que los hacían e incluso, poco después, a Alejandro Viturtia. Los dos o tres últimos años en Planeta han sido un despropósito de malas ediciones y peores realizaciones técnicas, y un intento tras otro de consolidar una línea y un equipo editorial que se ha saldado con contrataciones y despidos que han sido bastante comentados. Intuyo que trabajar en ese Departamento de Planeta ha debido ser bastante estresante. Por decir algo.

Podemos pensar que el despido de Pérez, (producido en los últimos días de julio, justo antes de las vacaciones de agosto, todo un clásico) ha sido motivado por su mala gestión editorial, pero parece que ha sido porque lo ha hecho demasiado bien. Como cuenta Córdoba, 2007 fue un año con unas ventas de record, y el Director de Panini le otorga parte del mérito a la labor de Pérez. Y tiene mérito publicar unos tebeos tan mal hechos y que nosotros los compremos a porrillo. Pero mientras lo de los tebeos sigue funcionando bien económicamente, las otras secciones de Planeta están teniendo bastantes problemas. En las próximas dos semanas, por ejemplo, vamos a ver anunciados en la tele muchos menos fascículos de Grandes batallas de la Guerra de Crimea o de coleccionables de Farolas del mundo.

Desde que a Antonio Martín le encargaron el Departamento de Comics de Planeta a principios de los 80, éste ha sido una auténtica República Independiente (o, como poco, un Estado Libre Asociado) dentro del entramado de la empresa. En los últimos dos o tres años ha entrado gente nueva como directivos en Planeta con una nueva visión del organigrama de la empresa. Eso, y la crisis económica, está obligando a reestructurar los departamentos de la casa y, tiene toda la pinta, el Departamento de Comics, pequeño pero muy rentable, va a ser absorbido por la nueva estructura.

De ahí que se esté prescindiendo de todos los puestos redundantes, como los de Antonio Pérez y algunos de sus colaboradores, por ejemplo la encargada de Prensa. Otros puestos, como los de los encargados de negociar los derechos de publicación, se han incorporado al organigrama general de la empresa, y los técnicos (David Hernando, Ignasi Estapé,…) mantienen su cargo.

¿Es esto bueno o malo? A mí me preocupa. Mucho más que cuando dentro del Departamento se producían altas y bajas, porque había un Departamento y un intento de crear un equipo y de resolver los problemas que se estaban produciendo. Ahora todo puede depender de personas que no entienden las peculiaridades del producto y de los lectores a los que va dirigido. Y eso no va a ser nada bueno. Aunque también podemos tener suerte y que dejen trabajar a los que conocen el tema.

Y, ya puestos, podrían volver a publicar los nombres del staff editorial y dejar de ser las únicas publicaciones españolas en las que no aparece esa información. Aún nadie ha sabido explicarme el por qué de esa negación de información. A mí me da mal rollo.