domingo, 23 de agosto de 2009

LOEBADAS: LOEB, LOEB AND AWAY

Hay ciertos guionistas que en algunos momentos de su carrera se han especializado en “tapar huecos”, es decir, contar historias que añadirían nuevos detalles y profundidad a los orígenes y primeras aventuras de los personajes. Verbigracia, Las Historias Jamás Contadas de Spiderman de Kurt Busiek, algunas miniseries de Los Vengadores y La Patrulla-X de Joe Casey o, claro está, la mayor parte de la obra de Jeph Loeb con Tim Sale, probablemente lo más digno que haya escrito nuestro amigo Jeph.

Aunque yo creo que parte del mérito se lo tenemos que dar a Tim Sale, que incidió en el género con Darwyn Cooke en Superman Kriptonita. No en vano en los créditos de sus colaboraciones Loeb y Sale aparecen conjuntamente como “narradores”. Tanto las “miniseries de colores” (Spiderman:Azul, Daredevil: Amarillo y Hulk: Gris) como Superman: Las Cuatro Estaciones tienen la suficiente solvencia y las necesarias dosis de nostalgia como para apelar al fan más veterano. Además carecen de una de las marcas de la casa Loeb, la multitud de personajes que entran y salen sin ton ni son. Y llamadme ñoño, pero esa escena en la que un niño admira el traje de Superman y él le dice “Me lo hizo mi mamá” es que es muy bonita. Y retconizada, por cierto.

Mientras que las historias de Marvel beben, claro está, del trabajo seminal de Stan Lee, la de Superman cuenta el primer año del personaje respetando al milímetro el trabajo de John Byrne. Por supuesto, y sería tema de otro post, de Byrne no queda ya en Superman ni los pliegues de la capa, y fue Loeb uno de los pioneros en esta desbyrnezación en los treinta y pico números que escribió de su serie regular.

Fue la época en la que Joe Kelly también pululaba por las series de Superman tomadas al asalto por el “amerimanga”, en las personas de Ed McGuinnes y el difunto y añorado Mike Wieringo. La época en la que DC seguía encadenando evento tras evento, sin orden ni concierto (Emperador Joker o Nuestros mundos en guerra), y que el bueno de Jeph iba encajando como podía en su serie en las que, de vez en cuando, pasaban cosas que tenían que ver con Superman y sólo con Superman, como Regreso a Krypton.

La premisa de Regreso a Krypton es digna de Loeb. Superman descubre que Krypton no era la sociedad fría y deshumanizada que contó Byrne, sino la más positiva de la Edad de Plata. Resulta que Jor-El engañó a su hijo con esa versión chunga para que Kal-El no sintiera morriña de esa sociedad perfecta de coches voladores y cintas en el pelo. ¡Pues para eso no le cuentes nada, hombre! No sólo eso, sino que aprovechaba la ocasión para viajar en el espacio-tiempo e ir a saludar a papá y salvar Krypton y lo que encartara, claro que sí.

Al final tenían que explicar que aquel Krypton había sido creado en la Zona FaNtasma por Brainiac-13, descendiente futuro del Brainiac original, que había viajado en el tiempo al presente y que se había basado en los recuerdos pasados de Jor-El. Bueno, al menos Lois y Clark se traían de recuerdo un Krypto con superpoderes, otro paso en la desbyrnezación, aunque esta versión de Krypto tampoco duró mucho. (Huy, spoilers. Te jo…, que diga, lo siento)

También de esta convulsa época es la historia de Lex Luthor como Presidente de los Estados Unidos, una buena idea, de desarrollo irregular y resolución horrible. El momento de gloria de Luthor fue su actuación en Nuestros Mundos en Guerra, donde dirigía a las fuerzas de resistencia terrestres. Mira tú por donde Luthor sabía con antelación que el ataque extraterrestre se iba a producir pero se hizo el longuis, como hizo Roosevelt, dicen, cuando Pearl Harbour. Pero Luthor es malo y Roosevelt bueno, que conste.

Los capítulos de Loeb de esta saga estaban repletos de cuadros de texto con fragmentos de discursos de Presidentes en tiempos de crisis, que convertían la lectura de la saga en un auténtico pestiño.El uso y abuso de los cuadros de texto siguió en Superman-Batman, génesis y epítome del estilo loebiano actual.

Pero eso es, como diría Rudyard Kipling si hubiese conocido Internet, otro post.

7 comentarios:

Bac Hylon dijo...

¿Alec McGuinness? Mi joven padawan, creo que el Reverso Tenebroso de la Fuerza te ha jugado una mala pasada... :-D

Buf, la verdad es que llevo sin leer algo de Superman casi, casi, casi, desde la Muerte (la de la chapa publicada por Zinco, ignoro si ha vuelto a morir más veces :-P).

Saludetes.

José Enrique Machuca dijo...

Ouch. Ya estoy empezando a chochear. Bueno, estoy escribiendo ahora el post del martes (último de Loebadas por ahora) y lo he escrito bien. Corrijo, corrijo, y gracias.

Gloria dijo...

"esa escena en la que un niño admira el traje de Superman y él le dice “Me lo hizo mi mamá” es que es muy bonita. Y retconizada, por cierto."

Discrepo respetuosamente.

Recuerdo una historia (creo que publicada por Bruguera), en la cual se explicaba que la buena de Martha Kent le hizo el traje a su hijo con unas sábanas que veían con el pequeño Kal en su astronave, y por lo visto la tela era indestructible.

Si era indestructible, te preguntarás cómo Martha cortó la tela: pues fué Clark quién la "cortó" con su visión calorífica en plan rayo laser... No, te doy mi palabra de que no me lo estoy inventando: Clark Kent tiene un pasado y se llama "escuela de patronaje sistema Martí"

José Enrique Machuca dijo...

Yo también recuerdo esa historia (era un especial de aniversario USA en la que Superman inauguraba un museo en su honor e iba contando su historia a los visitantes) pero eso era pre-Crisis en Tierras Infinitas.

En la continuidad post-CETI y pre-Crisis Final, -donde sucede Superman For All Seasons- Byrne estableció que cualquier ropa pegada al cuerpo de Superman era protegida por el aura de invulnerabilidad del personaje. Así el traje de Supes estaba confeccionado por Ma Kent con tela normal. Por eso la capa se le rompía cada dos por tres, hasta que (ahora no recuerdo como) Superman encontró una tela invulnerable para la capa. .

Y, claro, en la continuidad Post-CF la cosa ha cambiado otra vez (de ahí que yo hable de retconización)pero aún lo estoy investigando, para un próximo post.

¿Friki este blog? ¡¡Que vaaaa!!! XD

Gloria dijo...

Sí que era ese especial, sí! No recuerdo que fue de él, pero me imagino que como mi añejo tomo-círculo-de-lectores "las mejores historias de Superman", al estar, hum, desgastadísimo por el uso (tapas descuajaringadas, páginas requetesobadas) me lo debieron tirar mis padres a la basura en un descuido.

Recuerdo la teoría de Byrne al respecto, pero la verdad es que nunca me acabó de convencer, así que, personalmente, sigo creyendo en que el traje de Supes está hecho con sus pañales kriptonianos.

De hecho, creo que a Byrne le hacía ilu dibujar a Superman con la capa rota, así que se inventó lo del olor, digo, aura corporal del Supes, pero pal caso también pordría haber dicho que se le rompía la capa porque Ma Kent se había pasado con la lejía de kriptonita

Si quieres que te diga la verdad, a mí lo que me apartó un tanto del DeCeismo, era todo el lío que armaron con las crisis y recontracrisis, total, para volverse a sacar las tierras-nosecuanto de nuevo cuando les ha convenido.

Entre eso y las Mefistadas me tienen todos frita, frita, jesús, si hasta se lo han pegado a SPIROU!

José Enrique Machuca dijo...

Tienes más razón que una santa en que el gran problema de DC es esa manía de reorganizar su Universo y su continuidad cada 10 años. Sobre el tema he escrito un puñado de posts. Si miras en las Etiquetas del blog (columna derecha) verás que hay un apartado titulado Crisis. Varias son sobre la crisis económica y otras se refieren a una serie que titulé: De Crisis en Crisis hasta la Crisis Final. Si tienes tiempo, ganas, paciencia y humor puedes echarles un ojillo.

Gloria dijo...

Pues me los voy a mirar, sí... A ver si enre otras cosas me entero de porque masacraron a la LJA Bwah-Ha-Hah (mi LJA favorita de siempre)