Dejé de leer el Dolmen en la época en la que pasó a todo color. No por el color, sino por los contenidos. Los interesantes eran redundantes y los no interesantes eran cada vez más, y cada vez menos interesantes.
Los Editoriales tendían a la queja o al apocaliptismo y el Correo era una protesta continua, sobre todo contra los precios de Norma. Lo más interesante para un servidor eran las noticias, pero internet les sacaba un mes de ventaja, cuando no las contradecía directamente, especialmente en el caso de los castings peliculeros. La mitad de los actores reseñados luego no eran los elegidos y, peor, en la revista no se molestaban en buscar fotos de cada uno de ellos, que es lo que realmente interesa al fan, ver si el casting es el adecuado. Nunca lo era, por cierto. “¿Hugh Jackman como Lobezno? ¿Ese canijo?”.
También estaban bien las reseñas, sobre todo porque servían para enterarse de la existencia de algunos tebeos destacables más que por el propio contenido, que acababa siendo repetitivo, algo lógico por otra parte.
Pero para repetitivas las kilométricas entrevistas, siempre con las mismas preguntas, siempre con las mismas respuestas. “Empecé a leer tebeos porque lo hacía mi hermano mayor.” ¿Y por qué los leía su hermano mayor? “Dejé de leer tebeos cuando descubrí a las chicas.” Hormonas o viñetas, el gran dilema. “Mi madre me tiró mis cajas de tebeos.” Edipo fan, que podríamos llamarlo.
Y no nos podemos olvidar esos artículos de “me he leído treinta tebeos americanos de una colección y os los voy a contar”. Como solíamos decir en el Passive: “léete el tebeo y no la ficha, que luego te lees la ficha y dices que te has leído el tebeo.” Generalmente se trataba de tebeos que iban a quedar inéditos por estos lares, eso sí.
Entre los opinantes teníamos a Pedro Angosto montando polémicas y a Rafa Marín renegando de los tebeos. Peter David sí molaba, pero comprarse una revista por dos páginas de Peter David como que no. Y no nos podemos olvidar de un jovencísimo y brillante David Hermando construyendo sin saberlo su camino de baldosas amarillas. O a los siempre estimulantes David Ramírez y Guillem March... Pero ni por esas.
Así que tras un montón de años, desde que casi, y sin casi, era unos folios fotocopiados y grapados, dejé de comprar el Dolmen. Una revista con 14 años, que se dice pronto. Superviviente a la más de media docena de revistas que había hace diez años y que fue el primer e insospechado peldaño de una modesta pero pujante editorial, un ejemplo de afición que se transforma en modo de vida, sobre todo para Vicente García, porque Jaume Vaquer tiene farmacia en Palma de Mallorca.
Dolmen es un negocio boyante, como demuestran todos los anuncios que lo pueblan. Por mucho que en los créditos pongan que es es “sin ánimo de lucro”. Como boyante es la revista erótica, Eros Comix, en cuyos inicios Vicente me llamó para que le diera consejos, ya que en Megamultimedia sacábamos el Wet Comix. Subproductos imitativos, que diría Jesús Cuadrado, del Kiss Comix de La Cúpula. Pero bien está si con esos beneficios Vaquer y García han conseguido publicar las más que apreciables obras de Guillem March, Luís Durán o Kenny Ruiz.
El caso es que he tenido ocasión de leer los números de noviembre y enero de Dolmen y eso no es una revista, es un déjà vu. Vale que no están ni Angosto, ni Marín, ni Hernando, ni March, ni Ramírez, pero siguen las mismas secciones, las mismas entrevistas, el mismo tono entre lastimero y apocalíptico e incluso los mismos castings fallidos de películas como la de la JLA, que ellos aseguran que se hará cuando hace un mes que sabemos que no. Y siguen contando tebeos, aunque tebeos que sí que se van a publicar en España. Continúan Peter David y también el bueno (en todos los sentidos) de Julián Clemente. Pero ni por esas.
Y si bien todo lo anterior es una cuestión de gustos y de disgustos, lo que es de pena es el poco rigor que demuestra la revista cuando informa sobre noticias autóctonas y las curiosas prácticas a la hora de confeccionar los Monográficos. Más sobre eso, en el próximo post.
Los Editoriales tendían a la queja o al apocaliptismo y el Correo era una protesta continua, sobre todo contra los precios de Norma. Lo más interesante para un servidor eran las noticias, pero internet les sacaba un mes de ventaja, cuando no las contradecía directamente, especialmente en el caso de los castings peliculeros. La mitad de los actores reseñados luego no eran los elegidos y, peor, en la revista no se molestaban en buscar fotos de cada uno de ellos, que es lo que realmente interesa al fan, ver si el casting es el adecuado. Nunca lo era, por cierto. “¿Hugh Jackman como Lobezno? ¿Ese canijo?”.
También estaban bien las reseñas, sobre todo porque servían para enterarse de la existencia de algunos tebeos destacables más que por el propio contenido, que acababa siendo repetitivo, algo lógico por otra parte.
Pero para repetitivas las kilométricas entrevistas, siempre con las mismas preguntas, siempre con las mismas respuestas. “Empecé a leer tebeos porque lo hacía mi hermano mayor.” ¿Y por qué los leía su hermano mayor? “Dejé de leer tebeos cuando descubrí a las chicas.” Hormonas o viñetas, el gran dilema. “Mi madre me tiró mis cajas de tebeos.” Edipo fan, que podríamos llamarlo.
Y no nos podemos olvidar esos artículos de “me he leído treinta tebeos americanos de una colección y os los voy a contar”. Como solíamos decir en el Passive: “léete el tebeo y no la ficha, que luego te lees la ficha y dices que te has leído el tebeo.” Generalmente se trataba de tebeos que iban a quedar inéditos por estos lares, eso sí.
Entre los opinantes teníamos a Pedro Angosto montando polémicas y a Rafa Marín renegando de los tebeos. Peter David sí molaba, pero comprarse una revista por dos páginas de Peter David como que no. Y no nos podemos olvidar de un jovencísimo y brillante David Hermando construyendo sin saberlo su camino de baldosas amarillas. O a los siempre estimulantes David Ramírez y Guillem March... Pero ni por esas.
Así que tras un montón de años, desde que casi, y sin casi, era unos folios fotocopiados y grapados, dejé de comprar el Dolmen. Una revista con 14 años, que se dice pronto. Superviviente a la más de media docena de revistas que había hace diez años y que fue el primer e insospechado peldaño de una modesta pero pujante editorial, un ejemplo de afición que se transforma en modo de vida, sobre todo para Vicente García, porque Jaume Vaquer tiene farmacia en Palma de Mallorca.
Dolmen es un negocio boyante, como demuestran todos los anuncios que lo pueblan. Por mucho que en los créditos pongan que es es “sin ánimo de lucro”. Como boyante es la revista erótica, Eros Comix, en cuyos inicios Vicente me llamó para que le diera consejos, ya que en Megamultimedia sacábamos el Wet Comix. Subproductos imitativos, que diría Jesús Cuadrado, del Kiss Comix de La Cúpula. Pero bien está si con esos beneficios Vaquer y García han conseguido publicar las más que apreciables obras de Guillem March, Luís Durán o Kenny Ruiz.
El caso es que he tenido ocasión de leer los números de noviembre y enero de Dolmen y eso no es una revista, es un déjà vu. Vale que no están ni Angosto, ni Marín, ni Hernando, ni March, ni Ramírez, pero siguen las mismas secciones, las mismas entrevistas, el mismo tono entre lastimero y apocalíptico e incluso los mismos castings fallidos de películas como la de la JLA, que ellos aseguran que se hará cuando hace un mes que sabemos que no. Y siguen contando tebeos, aunque tebeos que sí que se van a publicar en España. Continúan Peter David y también el bueno (en todos los sentidos) de Julián Clemente. Pero ni por esas.
Y si bien todo lo anterior es una cuestión de gustos y de disgustos, lo que es de pena es el poco rigor que demuestra la revista cuando informa sobre noticias autóctonas y las curiosas prácticas a la hora de confeccionar los Monográficos. Más sobre eso, en el próximo post.
18 comentarios:
Yo sigo comprando el Dolmen cada mes... por inercia. Aunque hace años que su lectura se me hace muy cuesta arriba entre articulos resumen de series y noticias que ya he leido mil veces por los blogs.
Algun dia lo dejo XD
Sólo los necios e insensatos son capaces de afirmar y defender lo que desconocen. El hecho es que los necios parecen monopolizar la palabra aquí, allí y casi en todas partes. La pregunta es: a usted, que hizo un subproducto de Wizard con Ultimate Reports, ¿no le gustaría haber llegado hasta hoy editando y ganando lectores y, sí, dinero como los chicos de Dolmen?
Hay otros, bastantes, insensatos y necios con bitácora. Pero usted es especial. Por la envidia, que todo lo tiñe.
Vicente García al habla. Voy mal de tiempo (tuve hace nada mellizos) y he de ser breve. Algún alma maliciosa me ha mandado este link.Se agradecería algún comentario constructivo, que me hace gracia lo del correo del dolmen para luego imprimir el mismo tono aquí. lo suyo sería "los artículos cuentan las series cuando deberían... (y no estoy de acuerdo con ello, no sólo hacen eso, además cuentan la intrahistoria del tebeo,´lo que sucede con los autrores, comentarios de éstos)... por cierto, es gracioso que comentes. no me gusta pero estaba bien: las noticias, las reseñas, el digress, lo de DR... casi la mitad de la revista, y en eso está el error, en tratar de leette toda la revista, como si fuera una obligación.
en fin, es mi modesta opinión
Lo de los castings que comentas tiene su lógica, y es que se habla de los actores que negocian los papeles, lo consigan luego o no.
Y oye, fotos de los actores sí ponen. No caben todas, pero ponen. A ver si hablamos de revistas diferentes...
Sabía que el tema tendría su miga. Y lo que viene después, más. Pero ya llegaremos a eso.
Persona con nick insultante que está a la que salta: Cuando empezamos el Ultimate Reports no sabía ni de qué iba el Wizard. De hecho no la inicié yo, sino Juan Antonio Torres. Y cuando yo la continué, bajo su dirección editorial, la hice con el mismo estilo que él había imprimido, y muy a gusto con eso. Ultimate Reports funcionó muy muy muy bien. Si hubiese querido llegar hasta hoy con ella (o con Wizard si hubiera sido el caso) me hubiese quedado trabajando en Megamultimedia, y cuando me fui, Ultimate iba viento en popa. Y de envidia, nada. La cobardía la dejo para usted. Le respondo porque cita hechos concretos. Falsamente, claro. Para cualquier otra consideración, ya sabe mi respuesta.
Hooola Vicente. Enhorabuena por el natalicio, ante todo. Por supuesto que esperaba que alguien te hiciera llegar el link. No lo pretendía, pero era de esperar. Hombre, si te lees el post detenidamente sí que puedes deducir una crítica constructiva. De lo escrito se infiere que: los correos tendrían que tener otro tono; las noticias no las cambiaría, pero yo no las miro; los artículos de opinión no me los leo, salvo lo de Peter David; las reseñas son informativas pero no les hago caso (de hecho me conformaría con una sección de Novedades en plan cartelera de cine: autores y resumen del argumento, pero eso es un imposible); los artículos sobre series no los leo; y resulta que en los dos números recientes que tengo ni aparecen March ni DR. Es decir, de 64 páginas me quedo con las dos o tres de David. Cuando lo dejé eran, como mucho, 10 sobre el total. No me era rentable, y por eso dejé de comprarlo. En fin, que cuento lo que me gusta (poquito, qué le vamos a hacer) y lo que no me gusta, y de ahí se puede deducir cómo sería para que la revista me interesara. Pero que me interese a mí no tiene la más mínima importancia. El tono de mi post no es apocalíptico: lo sería si dijera "¡y por todas estas razones el Dolmen va a cerrar!" Que ni lo creo, ni lo espero, ni lo deseo. Este post es una voz y contra mi opinión hay (¿2000, 3000?...las que sean) voces que compran mes a mes la revista. Esas son las que importan.
Anónimo: (Por cierto, que debajo de la caja de comentarios se puede poner el alias o nombre que se quiera, sin necesidad de tener cuenta de google) En el número de enero de Dolmen hablan del reparto de JLA, nombran a ocho actores y ponen dos fotos. (La de Megan Gale, por cierto, es de antes de operarse. Las de después... buffffff) (Véase http://www.wallpapers.cl/famosas/Megan_Gale/).
Vicente (por si acaso no va lo de abajo): El tono del correo lo marcan los lectores, no se peude hacer mucho con eso. Y en todo caso creo que es una buena tribuna de queja, ya que no les queda otro sitio fuera de Internet.
Y lo del cine, sabes como yo que cuando se pone es porque se ha dicho, y que la volatilidad de las cosas en Hollywood es la que es, y no se puede hacer nada por variarla. Ejemplo por todos ocnocidos el/los guionistas de la película de SUperman (Kevin Smith hizo hasta el guión y al final no se llevó a cabo, pero era cierto que iba a guionizarla aunque luego no fuera así).
y que el malicioso deje de enviarme mails con links o no acabaré el DOlmen
Y dejando aparte la teoría del caos y la del "que bueno era yo cuando hacía esto", ¿cuales son sus logros actuales en el campo de la edición para criticar tan aviesamente?
Tómese su tiempo.
Y no se muerda: ciertos tipos de veneno carecen de antídoto.
Salud.
Je. La verdad es que algunas cosas no salieron del todo mal. Otras, horrorosas.
La pregunta es estúpida en sí misma. Paso.
Eso sí, le agradezco el interés. Pero se lo puede ahorrar.
A mí me gustaba la Krazy comics, creo que todavía hoy sería una gran revista quitando la sección de Novedades y Reseñas.
De hecho, nunca me habría gastado las pelas en el Dolmen sin ella. Al principio la compraba muy de cuando en cuando, luego casi como si estuviese suscrito y, al final, antes de abandonarla para siempre, dependiendo de los contenidos.
La última que compré y leí completa traía una entrevista a Ann Nocenti y a Manel Fontdevila (¡con el chiste del Príncipe de Bequelar!); bueno, lo de Fontdevila creo que era la transcripción de una charla. Pero la entrevista de Ann Nocenti, como la de Roger Stern y tantas otras, me dejaba exactamente igual que antes de haberla leído.
Nunca seguían las preguntas a no ser que los hados lo encauzasen todo al guión. Aunque como me tomaba su lectura como si fuese una típica revista de quiosco sobre cine tampoco me sobresaltaba.
Mi sección preferida era la que a una sola página presentaba una serie USAda impublicable en Espña. Aún recuerdo cuando sacaron el Giant killer de Brereton y yo pudé decir "¡Jajaja, yo ya la tengo!" delante de otros tres compradores de tebeos.
Y ya aprovechando la monitorización secreta de los dolmenitas aprovecharé para lanzar un espermazóntico alarido:
[Spam] [Spam] [Spam]
"¡Publiquen un ALCATENA!"
"¡Publiquen un ALCATENA!"
"¡Publiquen un ALCATENA!"
Ismamelón IV, el pequeñito faraón.
El Krazy era realmente bueno, sí señor. Los tengo todos, de hecho. El Nemo no estaba nada mal, e incluso el U, con todo lo gafapasta que era. Probablemente era la mejor, pero demasiado elevada, por decirlo de alguna manera. Hace ocho o diez años hubo una gran época de revistas de información, todas con su estilo propio y todas de muy buena calidad.
Y es verdad, aquella sección del "tebeo desconocido" sí que estaba bien, sí que era distinta y sí que era útil.
Pues yo tengo todos los números de Ultimate Reports. Al igual que me pasaba con el Dolmen, no leía todos los contenidos, pero sí TODOS los pies de foto. Algunos todavía se recuerdan y se han convertido en clichés de nuestras conversaciones :D
Por otro lado, dejé de comprar Dolmen precisamente porque lo que me interesaba no compensaba el precio de portada. Pero vamos, que digo yo que eso le pasará a la gente que lee el Fotogramas, el Marca, etc...
Compré Dolmen durante muchos años. La dejé por falta de tiempo para leerla y porque yo cada vez leía menos Superhéroes. No tengo mala imagen de la revista, era entretenida e instructiva, aunque por supuesto sólo leía lo que me interesaba.
Me parece bién que exista una publicación así hecha desde el própio país, y sólo el hecho de su permanencia en el mercado ya supone un gran éxito.
Ahora bién, lo que dice José Enrique en el post sobre las notícias, las reseñas y los artículos se lo he escuchado a varios amigos míos que, como yo, dejaron de comprar la revista.
Un saludo a todos, en especial a Vicente García.
Rubén: Me has emocionado. Muchas gracias. Uno de los momentazos de mi vida fue ver en el mismo autobús en el que yo iba a unos chavales partiéndose el pecho con el Ultimate Reports. Otro momentazo fue que me recomendaran que leyera el fanzine que yo hacía, el Passive Comics XD.
Zantoblin: 100% de acuerdo contigo. Hacen falta revistas como Dolmen. Dolmen y varias más. El meollo de todo esto es que en teoría soy el comprador ideal (el "target")de una revista como Dolmen y lo que hago en el post es razonar por qué no es así. Y parece que no soy el único que piensa así.
Yo me cansé del Dolmen.
Comencé a comprarlo en el número 10. Durante muchos años era la única fuente de información y lo leía casi con más avidez que los propios tebeos. El Dolmen era como un foro público donde sentar cátedra, una especie de Biblia de los 90, cuando los lectores de tebeos éramos 4 y nos ganábamos mes a mes el cielo de los comics comprando basura y cosas chulas para apoyar a la industria y que la crisis acabara de una vez. Krazy, Nemo, Slumberland... Estaban bien, pero el Dolmen era de superhéroes... (bueno, y el bronze, vale).
Pero llegó Internet... Las noticias estaban ahí, en la fuente original, casi inmediatas.
Las entrevistas comenzaron a hacerse laaaaargas, aburridas, tediosas a veces.
Me gustaban los artículos sobre "los 30 tebeos leídos" (aunque luego ya me cansaron también) y las puntuales opiniones de Vaquer (recuerdo aún "el nombre de la Rosa" ¿Cuando nos ponemos a hablar sobre ello aquí, por cierto?) Y me encantaba, me volvía loco David Ramirez. March no estaba mal, pero era más guarro y con menos clase y estilo que DR.
Añade a todo esto una traducción del inglés en muchas ocasiones casi literal, con frases que carecían de sentido. Total, que no me compensaba.
Y la razón final: a partir del juicio con Roarg, el Dolmen cambió. Seguí unos años, creo que hasta el número 80 y algo (no tengo ganas de mirar en el trastero :P ). Pero es que lo has definido a la perfección, José Enrique: "tono lastimero" e "información redundante". Yo añadiría "amargura". En fin, a partir de todo el follón del juicio (por muy injusto que fuera) ya nunca más fue la revista que tanto me había divertido. Al menos para mí. Y por eso la dejé.
Pero, ¿quién sabe? Quizás pique con algún número próximamente.
Eso sí, por mí, que no se acabe nunca, sería un retroceso...
Yo echo muuuuucho de menos el Passive ... :-DDD
Aquellos superhéroes, Team Triumph, tenían su gracia y tal, pero la mala leche del Passive ya se había perdido.
¿Ya no te ajuntas con Pepe Díaz? :-D
Saludetes.
Mr Gore: Ligar el infame juicio con una crisis de moral en Dolmen quizás sea hilar muy fino. Por otro lado, 16 años de publicación son muchos años, y se pueden notar.
Bac: Jejeje. Gracias. Yo siempre he pensado que Team Triumph era mejor tebeo que el Passive, no sólo técnicamente, sino en estructura, dibujo,... aunque es verdad que el Passive tenía su aquel. Pepe y yo seguimos muy en contacto. De hecho desde que se casó vive aún más cerca de mi casa. Y tenemos ganas de hacer alguna cosita, lo que pasa es que está malito con un ojo y lo primero es lo primero.
Tienes razón, no sé si me he expresado bien.
A ver, tras el juicio la revista ya no me resultaba tan divertida. Tenía la impresión de que cada número era como una repetición del anterior pero con más quejas. Esto, quizás ya ocurría antes, sólo que yo no lo acusaba y no era resultado del mal rollo del juicio.
Quizás el que cambió fui yo, por cansancio natural o por lo que sea...
Hablando del Passive. Nunca he tenido la oportunidad de verlo. Creo que era un fanzine de humor. Contadme algo más, por favor.
Passive Comics es el fanzine que hicimos Pepe Díaz y servidor de 1988 a 1996, después de ganar en 1987 el premio del Salón de Oviedo. Fueron siete números y era eminentemente paródico de obras y personajes concretos. En cada número había varias historietas autoconclusivas y parodias de secciones de los tebeos "de verdad", etc. No como Team Triumph que como parodia era más sutil, tenía un reparto fijo y una única historia que se seguía número a número.
El Passive, que empezó fotocopiado y acabó en offset gracias a Alejandro Casasola tuvo una distribución limitada, de fanzine, pero parece que se hizo una reputación y la gente lo recuerda.
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