viernes, 20 de julio de 2007

SECUESTRO

“Qué fuerte”, pensé entre risas mentales cuando vi la portada de el último El Jueves, obra de Manel Fontdevilla y Gullermo. Tan fuerte, que ha motivado un secuestro judicial por parte del juez Del Olmo a instancias del Fiscal General del Estado. Y ya la tenemos liada. Unos a favor, otros en contra... Los foros de internet ya se han puesto a echar humo o bits o lo que puñetas echen, sobre este “ataque a la libertad de expresión”.

Como suele pasar, las opiniones no dependen del contenido del dibujo en sí, sino de las posiciones ideológicas previas de aquellos que opinan. Por ejemplo, Alvaro Pons ya ha puesto el grito en el cielo y ha acabado con un “Viva la República”. No creo que se haya vuelto republicano de repente por este ataque a El Jueves. Ni tampoco los que ya han opinado en ese sentido, como CCOO, Izquierda Unida o Ezquerra Republicana de Catalunya. Monárquicos de toda la vida, vamos. Los mismos, por cierto, que no tienen en cuenta dicha libertad de expresión cuando atenta contra la dignidad de la mujer o se mofa de los malos tratos, como ha pasado con algunos anuncios publicitarios. Y tienen mi apoyo en esos temas, ojo. Lo que yo digo, y a lo mejor peco de posmoderno, es que no entiendo por qué unos temas son intocables y otros no. Y seguro que no sabrían explicármelo convincentemente.

En contra de este dibujo, por cierto, ha opinado una, desconocida para mí, Federación de humoristas gráficos (FECO), cuya orientación, si la tiene, desconozco. Por internet no me sale nada. ¿Alguien sabe algo?

La libertad de expresión es fundamental, y hay que protegerla a toda costa, pero no equivale a libertad de insulto. Y entiendo perfectamente que haya gente que vea insultante un dibujo en el que aparecen los Príncipes de Asturias copulando en plan perrito mientras el Príncipe reconoce que conseguir los 2500 € que dan ahora por neonato sería el primer dinero que consigue trabajando. El propio Pons, en su sección de comentarios, propone la siguiente norma de conducta que, por cierto, apoyo y practico: “Las únicas normas que se deben seguir en este foro son las de la educación, tolerancia y respeto hacia la opinión de los demás. Cualquier comentario ofensivo o insultante, o en el que se calumnie o injurie a terceros, firmado con pseudónimo o de forma anónima será borrado. Si alguien considera que un comentario es ofensivo, por favor, que me lo diga y consideraré su borrado.” Pues bien, alguien ha considerado que la portada es ofensiva, insultante, calumniosa e injuriosa y el juez ha considerado su secuestro. Así está la ley ahora mismo.

No me meto en que la ley esté bien o no, que probablemente sea mejorable, o que haya o no razones objetivas, pero si yo fuera el Príncipe de Asturias me sentiría injuriado. También pienso que el problema de este país no es si somos Monarquía o República. Que me da lo mismo, vamos. Lo que sí me repatea es el uso de la provocación como reclamo de venta.

Ahora mismo la web de El Jueves está saturada, si no es que se ha caído directamente. En la página donde aparecía la portada en cuestión había una página de Albert Monteys con chistes, buenos chistes, sobre el mismo tema de los 2500 €. Cualquiera de esos chistes hubiese hecho una buena portada, con tanta o más gracia e inteligencia que la aparecida, pero los responsables de la revista, con el propio Monteys como director a la cabeza, decidieron que fuera un dibujo más impactante y provocativo. No para defender la libertad de expresión, sino para vender más.

Colateralmente, ¿cuánto vale la publicidad que está recibiendo El Jueves con todo este sarao? Como ya hemos comentado hace una temporada, este tipo de acciones de protesta lo único que consigue es el efecto contrario. Vamos a tener portada hasta en la sopa, y no creo que los aludidos sean muy felices por ello.

Mi deseo es que todo esto quede en nada y que los autores no se busquen ningún lío. Tampoco estaría mal que los medios de comunicación y sus consumidores no orbitasen siempre alrededor de lo provocativo. Pero mucho estoy pidiendo yo...

7 comentarios:

J Calduch dijo...

Dudas ¿la portada en cuestión sería secuestrable si:

A) el Príncipe dijera lo mismo en inocente situación con su mujer sentado en el salón de palacio?

B)Si en misma postura el fornicador fuera Dinio y la fornicada la amiga de turno?

Anónimo dijo...

aqui dudas no hay, revista que vende cada vez menos y necesitada de publicidad gratuita pues portada probablemente delictiva,lio armado, salimos en todas las cadenas etc etc, porque otra cosa no se, pero tontos no son los del jueves

Álvaro Pons dijo...

Hay una diferencia fundamental en lo que planteas: yo no niego que la portada sea insultante. Me parece perfectamente razonable que el principito se molestase con ella, por lo que, lógicamente, debería haber interpuesto una demanda contra El Jueves. Seguramente, si yo me hubiese visto en una portada follando con mi señora, lo haría. Pero es éste el sistema: si alguien te insulta, en uso de su libertad de expresión, la justicia ampara que tú puedas denunciarlo y tener las indemninzaciones y reposiciones morales que la ley contempla.
Pero otra cosa muy diferente es el secuestro, la censura previa por parte del estado.
Seamos todos iguales ante la ley.

Y, de nuevo, hay que diferenciar entre lo que ocurre en un blog personal y las leyes de libertad de expresión. Cuando yo limito en los comentarios de mi página los insultos, lo hago sólo de aquellos que los hacen amparándose en el anonimato. La libertad de expresión debe ir acompañada, obligatoriamente, de la responsabilidad frente a nuestras acciones. Si yo insulto, debo ser consciente de mi derecho a hacerlos, pero también de las consecuencias. Insultar amparándose en la libertad de expresión usando un alias me parece el mayor ejercicio de cinismo y cobardía que conozco. A lo que hay que añadir que, legalmente, en ese caso el responsable sería yo. Y yo me hago responsable de mis exabruptos, pero no de los de los demás.

José Enrique Machuca dijo...

J Calduch: Pues no, imagino que en los ejemplos que pones no hubiera habido intervención judicial. De hecho, y según he leido, la fiscalía se agarra al dibujo, no al texto, porque el texto sí podría entrar plenamente en el derecho a la libre expresión. De todas formas, tampoco creo que El Jueves hubiese optado por portadas como las que describes.

Álvaro: La figura del secuestro está recogida en la ley. De origen franquista y obsoleta, no sólo desde el punto de vista legal, sino técnico. Los medios y la población reciben la noticia antes que la propia policía las notificacones oficiales y, como ha pasado, para cuando visitan los quiosocos los ejemplares han volado. Para colmo el juez pidió los "moldes" del dibujo, una técnica que no se utiliza desde hace casi 20 años. De todas formas, secuestro o no, conque hubiese habido una denuncia contra la publicación y los autores se hubiese liado exactamente igual, seguro.
Y por supuesto no es lo mismo la ley que unas normas puestas por el administrador del blog, normas en las que me miro, ya lo he dicho. Lo que quería resaltar es la necesidad de poner unos límites al insulto y que incluso alguien con fama bien ganada de tolerante y respetuoso como tú (permíteme el tuteo), impone normas. Tiene que haber normas.

Lo bueno de todo esto: El Jueves dice que va a responder con humor. Lo mismo este tirón de orejas les obliga a ser más sutiles e ingeniosos. La revista ganaría.

Álvaro Pons dijo...

Estoy completamente de acuerdo con las normas, deben existir. Pero que esas normas no pasen por el secuestr. La sola palabra ya es terrible.
Si la familia real es como cualquier otra (como bien nos recuerdan cada dos por tres), lo lógico es que, tras la publicación, interpusiesen una demanda de reparación del honor. Y que la ganasen seguramente, con su correspondiente indemnización y retracto.
Es habitual y ha pasado miles de veces en democracia. Es la forma habitual de funcionar. Pero el secuestro es, simplemente, una vergüenza en una sociedad democrática, de un paternalismo insultante.

J Calduch dijo...

La cuestión es que vivimos bajo una normas determinadas, y esas son las reglas del juego imperantes. Y existe una ley de ofensas a la corona, por lo que no ha habido necesidad de demanda previa, se ha actuado de oficio (previo visionado durante la sobremesa del Aquí Hay Tomate, puedo suponer). Las reglas son las que son, y se actua en consecuencia con quien las rompe.

Otro tema es si esas reglas gustan o deben modificarse, pero este no es el momento de eso con el tema en caliente, sino más adelante. O sea, el que la Familia Real no tenga que pasar por los mismos trámites (como una denuncia) que el resto de españolitos no me parece bien, pero entiendo que mientras eso sea ley, si la quebranto debo atenerme a las consecuencias. Lo que sí está en mi mano es la voluntad de cambiarla, pero eso no implicará ningún perdón retroactivo a los que ya la han infringido.

Estamos en el siglo XXI, así que imagino que la cosa terminará con un buen multazo, que espero se compense con un aumento de su facturación publicitaria y las previsibles reediciones del Tocando los Borbones. Y con el debate en la calle.

J Calduch dijo...

El secuestro de la publicación es una medida muy extrema, y totalmente inefectiva pues sólo ha servido para que se escampe por otros medios (incluyendo las versiones digitales de los principales periódicos ¡guardad esas cachés para futuras denuncias!), pero sabiendo que existe la ley de ofensas a la corona, no debemos perder de vista que los han dibujado en pelotas forniciando en la portada de una revista de publicación en quiosco.