Seguimos: saliendo del British Museum, justo justo enfrente está la librería Gosh Comics:
Y es una librería de comics comics, sin apenas merchandising. Tiene dos plantas, pequeñas pero muy bien aprovechadas. En la primera las novedades y los tomos recopilatorios, decenas y decenas de tomos. Todo muy bien organizado y ordenado, incluyendo pequeños carteles informativos sobre el autor o la obra, y recomendaciones especiales. Metiéndote el producto por los ojos de manera sencilla y eficaz. En la planta baja tienen los típicos cajones de números atrasados, clasificados por colecciones pero, ojo, también por autores: Alan Moore, Warren Ellis, Garth Ennis,... Exacto, destacando a los autores patrios. Allí me compré el The Ultimates 2 nº 12, el del desplegable de ocho páginas que Panini dijo que iba a editar en mayo. Esta es la simpática bolsa, de papel, en la que te meten los tebeos.
Y apenas a 50 metros se sitúa el Cartoon Museum, un pequeño museo dedicado a la historieta inglesa. O, desde fuera, parece pequeño, porque los lunes cierra y no pudimos comprobarlo. Mecachis. Pero, pequeño o grande, es. ¿Tenemos en España algo semejante? ¿A treinta metros del Museo del Prado, por poner un ejemplo?
...que eran el plato favorito del protagonista de “Guillermito y su voraz apetito”, el personaje que salía en Zipi y Zape, en realidad una serie inglesa tremendamente popular titulada “Billy Bunter"
Un par de cientos de metros más abajo está la famosísima Forbidden Planet:
También dos plantas, pero dos plantas enormes. La de arriba repleta de merchandising. Toneladas. Y caro. Carísimo. Porque en Inglaterra hay dos categorías de precios: gratis y carísimo. Lo único que tiene un precio razonable son la música (más barata que en España) y los libros y tebeos. En la actualidad la libra se cotiza a 1.5 euros aproximadamente. El cambio "real" es 1 libra = 1 euro. Es decir, que lo que en España te cuesta 1 euro, en Inglaterra te cuesta 1 libra. Un 50% más caro. Y el merchandising, que de por sí es caro, allí ya se pone en la ionosfera.
El sótano (siempre hay sótano) tiene menores dimensiones y está ocupado por libros y tebeos. La distribución de tebeos en Inglaterra es muy curiosa. Las novedades americanas llegan a las librerías especializadas en jueves, un día después que en EEUU. Y teniendo en cuenta que el dólar está muy barato (1 libra = 2.05 dólares), los gastos de distribución no repercuten apenas en el precio del tebeo, que te lo puedes comprar a precio cuasiyanqui. El problema para las librerías es que Diamond, la distribuidora, no admite devoluciones. Si pides más de la cuenta y no los vendes, te los tienes que quedar. Y aunque siempre es interesante para una librería tener un fondo de números atrasados, -y Forbidden Planet lo tiene- llega cierto momento en el que se te acumula el material y tienes que darle salida. Para ello está la solución “paquete de cromos”: bolsas con cinco tebeos en su interior al precio de una libra la bolsa. Sólo ves el primero y una pegatina te advierte bien clarito que si desprecintas la bolsa te cobrarán el importe original de cada tebeo.
Me compré dos bolsas, a ver qué salía, y en la primera: Marvel Spotlight Civil War The Aftermath (2.99 $) - Onslaught Reborn nº 1 (2.99 $) - Onslaught Reborn 1 Variant Edition (portada de Michael Turner) (2.99 $)- 52 nº 41 (2.50 $) - Thunderbolts nº 107 (2.50 $). Es decir, todos de principios de año, incluyendo, mecachis, uno repetido, el Onslaught Reborn de, agh, mis adorados Loeb y Liefeld, con portada, ouch, de Michael Turner, “el hombre que no dibuja pies ni sabe de anatomía”. Son 13.97 $, unas 7 libras, a precio de portada. La segunda bolsa contenía Ultimate XMen nº 75 (3.99 $) - Superboy nº 10 (1.50 $) - Bullet Points nº 1 (2.99 $) - Pride & Joy nº 4 (2.50 $) Wildstorm Summer Special (5.95 $). Aquí hay más diversidad. El Superboy es de Tom Grummett, del año 95, y el de Wildstorm del 2001, pero trae dibujos de los artistas de Gaijin Studios: Brian Steelfreeze, Jason Pearson, Adam Hughes,... Casi 8 libras de tebeos. No es mal negocio, aunque no es el método más conveniente para completar colecciones.
También compré el recopilatorio de Robocop de Frank Miller, Steven Grant y Juan José RyP, inédito en España a pesar de tener dibujante español, un factor que parece que las editoriales, al contrario que en otras épocas, no tienen en cuenta a la hora de contratar material extranjero. Será que ya nos hemos acostumbrado. Lo que se me pasó, tonto de mí, fue comprar un 2000 AD, el tebeo inglés por antonomasia, cuna del Juez Dredd y campo de entrenamiento de todos los guionistas ingleses que se precian de tal.
En el Reino Unido el comic yanqui sigue dos vías. Está la distribución directa a librería de tebeos americanos y luego hay reediciones de ese mismo material para quiosco, aproximadamente nueve meses después de la publicación del original. Es decir, lo mismo que hacen aquí Planeta y Panini pero sin tener que traducir. De DC se ocupa Titan Books y de Marvel, Panini. Me compré el número 1 de Justice League Legends, 72 páginas con portada de cartón que recoge el nº 1 de la nueva JLA de Brad Meltzer, y el nº 1 de Justice, de Alex Ross. Peor papel que aquí, pero sin ningún gazapo apreciable, aunque, ya digo, en este caso no hay que volver a rotular ni nada por el estilo. A 2.60 libras (3.90 €), no está mal del todo.
La tercera parada librera ya necesitaba metro. Y al ladito de la estación de Notting Hill Gate está Book & Comics Exchange, una librería perteneciente a una cadena de tiendas de segunda mano a la que fotografié con la tapa del objetivo puesta. Todas las tiendas de viejo huelen igual, aquí y en Londres, aunque las de aquí no te ponen música de The Smiths, ni tienen miles de tebeos americanos, desde los años 60 hasta el mes pasado. No todos baratos, vale, pero sí variados y apetecibles. Como curiosidad, el segundo número del Superman de Pacheco se cotizaba a 50 peniques. Y había, cómo no, un sótano, un “bargain basement”, “sótano de ofertas”, que sí, que tenía muchos tebeos a 10 peniques, pero parecía el sótano de “La matanza de Texas”, y no estuve ni un minuto. Qué yuyu, de verdad. Entre otras cosas pillé un número de Justice League of America de George Pérez, con un inmundo papel amarillento y unas líneas negras con sólo un 60% de negro y un color asqueroso de puntitos... Una maravilla, de veras, y por sólo una libra.
Más maravillas, el próximo día. Habrá Jedis borrachines, dinosaurios chillones y espartanos modositos, más fotos y menos texto...
Y, de propina, un mapita con la ruta de hoy, direcciones y demás, por si a alguien le viene bien...
4 comentarios:
Me pondré pechos, labios y glúteos, me cambiaré de sexo y no me depilaré en exceso. Pero, ¡llévame la próxima vez!
¿Seguro que aquello era un conocido plato londinense? Parece un mixto de deposiciones animales: pato, perca y perro.
Jajaja!!! ¿Por qué te crees que la cocina inglesa tiene tan mala fama? Pero estaba bueno, eh. O eso, o yo tengo unas tragaderas... Vale, eso también.
Yo estuve allí, yo estuve allí. Gracias por llevarme a la nostalgia de mi luna de miel...
Siempre recordaré el ¡coooool! que me espetó un dependiente enrrollado del Forbidden Planet cuando le dijimos que eramos de España.
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