domingo, 13 de mayo de 2007

FIDELIDAD

Voy a empezar con una recreación estilística de Raimón Fonseca: No puedo decir que Spiderman 3 me haya gustado. Es más, más bien diría que no me ha gustado.

Entre otros motivos, demasiadas líneas argumentales pobremente resueltas, demasiadas coincidencias (¿no tenía otro sitio donde caer el meteorito?, de todos los sitios donde Flint Marko podría esconderse, ¿tenía que ser en el centro científico secreto y de alta seguridad menos secreto y con menos seguridad del mundo?, ¿no había otra iglesia ni otro momento para que Eddie Brock maldijera a Peter Parker?, ¿no podía haberse confesado el mayordomo de los Osborn en otro momento?), un Peter Parker malvado más payaso que malvado, o unos diálogos horribles (esa frasecita de Stan Lee, esos científicos mirando datos “Registramos un aumento en la masa de arena”, “Será un pájaro”, sí será un gorrión de 90 kilos) ...

Sin embargo en los momentos de reírse me reí (mucho) y en los momentos de acción apabullante me apabullé (bastante). Vale, los momentos dramáticos como que no me dramatizaron demasiado, menos la maravillosa primera escena del Hombre de Arena. Total, que no. Aunque no salí cabreado, como en Superman Returns.

Hubo en Spiderman 3 un momento que me llamó la atención, cuando el héroe recibe la llave de la ciudad y se pone a palmear las manos del público. Ese Spiderman dicharachero y bromista de toda la vida, que Straczynski tan bien trata y que tan de lado dejaron en las anteriores películas. A pesar de ello, y de los muchos defectos de la película, hemos de admitir que la caracterización del personaje es bastante fiel a sus casi cincuenta años de historia. Entonces, ¿es la fidelidad a la fuente la clave del éxito de una película de superhéroes?

Lo dice la leyenda y lo he podido observa aunque tangencialmente. La gente que pone dinero en una película tiene tendencia a pensar que también tiene la potestad de decirle a los creativos lo que tienen que hacer. Me imagino que en los restaurantes también les dirán a los cocineros cómo guisar, o al médico cómo les tiene que operar... Para ilustrar esto podemos ver a Kevin Smith, mediocre cineasta, interesante guionista de comics y genial monologuista, contar sus peleas con el productor Jon Peters. La mayoría lo habréis visto, pero merece la pena echarle un vistazo.

El género superheroico ha tenido especial mala suerte en ese aspecto. Ejecutivos ignorantes o a los que, simplemente, no les gustan los comics, han hecho barbaridades con algunos personajes e historias escudándose en que el público generalista al que se dirigen no es el minoritario público de los comics. Sin embargo el éxito de translaciones fidelísimas como Sin City, V de Vendetta o 300 ha cambiado esta percepción. En V de Vendetta la mejor parte, la historia de Valerie, es la más fiel al original. Y el resto de la historia es casi igual y, por mucho que le pese a Alan Moore, muy bien adaptada a la situación política actual, donde el miedo de los 80 a una guerra atómica ha cambiado por el miedo a que los gobiernos se radicalicen ante supuestas amenazas externas.

Parece que los productores, los que al final deciden, le han perdido el miedo a respetar las historias y personajes originales. Y creativamente los resultados son cada vez parecidos al original, algo en el que el uso del ordenador ha sido primordial. La informática ha democratizado y abaratado los costes de producción. Un solo tío con un ordenador, en menos de un año, con 3000 euros, un puñado de amiguetes y muchas ganas, talento y dedicación puede hacer cosas como estos tráilers de unas hipotéticas adaptaciones de Arkham Asylum, Bad Boy, Slaine o Captain Harlock. Se llama Miguel Mesas, es de Málaga, y demuestra que cada vez es más fácil abordar la adaptación de comics. Se podría hacer con Mortadelo, el Guerrero del Antifaz o el Capitán Trueno. Y quizás alguien, más pronto que tarde, lo haga.

¿Es la fidelidad la base de cualquier relación? ¿Has sido infiel alguna vez? Cuenta, cuenta. Se agradecen los detalles. Cuantos más, mejor.

1 comentario:

Jose Aguilera dijo...

... y por cierto, te olvidas de que el hombre de arena LLORÓ!!!
Parafraseando a Boris:
"Páralo Paul, páralo"