EL PUNTO DE ARRANQUE
La situación es más que familiar. Un nuevo guionista, profusamente promocionado en las webs de noticias, prometiendo una nueva dirección para la serie que le ha sido adjudicada, un nuevo rumbo plagado de ingeniosas situaciones y sorprendentes giros argumentales.
El problema es que cuando una serie tiene más de cuarenta años a sus espaldas las novedades, el ingenio y las sorpresas son bastante difíciles, así que el voluntarioso guionista al final se limita a hacer alguna de las siguientes cosas:
Opción A: Un personaje más o menos importante resucita.
Opción B: El pasado que crees conocer es mentira.
Opción C: Un personaje más o menos importante muere.
Todo esto viene a cuento de Ed Brubaker, cuya aún corta carrera en Marvel se está distinguiendo por el uso y el abuso de los tres tópicos anteriores. Así, en Capitán América, Bucky ha vuelto de entre los muertos convertido en un ciborg asesino, nada menos. En X-Men Génesis Mortal resulta que lo que contaron en el Giant Size X-Men de 1975 que originó la actual Patrulla X es mentira y, encima, el Profesor X es un cabronazo manipulador. Otra vez. Y en Daredevil a las primeras de cambio se cargan a Foggy Nelson. Tres de tres. Impresionante.
¿Es eso malo? No necesariamente, y Brubaker es un ejemplo. A pesar de los poco originales orígenes, sus series están bien escritas, son interesantes y avanzan con coherencia. Algo de lo que tendrían que aprender los Jeph Loeb del mundo. Más sobre eso más adelante.
¿Queda algo original que contar? Probablemente, desde Homero, no. Pero siempre quedan maneras originales de contarlo. Me imagino que por eso no hemos cambiado todavía nuestra afición a los tebeos por la horticultura ecológica.
La situación es más que familiar. Un nuevo guionista, profusamente promocionado en las webs de noticias, prometiendo una nueva dirección para la serie que le ha sido adjudicada, un nuevo rumbo plagado de ingeniosas situaciones y sorprendentes giros argumentales.
El problema es que cuando una serie tiene más de cuarenta años a sus espaldas las novedades, el ingenio y las sorpresas son bastante difíciles, así que el voluntarioso guionista al final se limita a hacer alguna de las siguientes cosas:
Opción A: Un personaje más o menos importante resucita.
Opción B: El pasado que crees conocer es mentira.
Opción C: Un personaje más o menos importante muere.
Todo esto viene a cuento de Ed Brubaker, cuya aún corta carrera en Marvel se está distinguiendo por el uso y el abuso de los tres tópicos anteriores. Así, en Capitán América, Bucky ha vuelto de entre los muertos convertido en un ciborg asesino, nada menos. En X-Men Génesis Mortal resulta que lo que contaron en el Giant Size X-Men de 1975 que originó la actual Patrulla X es mentira y, encima, el Profesor X es un cabronazo manipulador. Otra vez. Y en Daredevil a las primeras de cambio se cargan a Foggy Nelson. Tres de tres. Impresionante.
¿Es eso malo? No necesariamente, y Brubaker es un ejemplo. A pesar de los poco originales orígenes, sus series están bien escritas, son interesantes y avanzan con coherencia. Algo de lo que tendrían que aprender los Jeph Loeb del mundo. Más sobre eso más adelante.
¿Queda algo original que contar? Probablemente, desde Homero, no. Pero siempre quedan maneras originales de contarlo. Me imagino que por eso no hemos cambiado todavía nuestra afición a los tebeos por la horticultura ecológica.
Por 25 céntimos: Historias en las que personajes hayan muerto, resucitado o su pasado no era el que se creía. Oportunidad única para forrarse
No hay comentarios:
Publicar un comentario