jueves, 16 de agosto de 2018

LA ERA MARVEL DE LA DIVERSIDAD (III)

En nuestro anterior post llegábamos a la conclusión de que no podíamos culpar a la diversidad de la bajada de ventas en Marvel pero que, desde luego, la diversidad no sirve para aumentar las ventas. Sin embargo las películas y series actuales de más calado están atiborradas de repartos multirraciales/multigénero cuando no son directamente all black, como Black Panther. ¿Significa eso que los lectores de cómic son unos machirulos hetero blancos sexistas y racistas?

Haberlos haylos, como en todos lados, pero si vais alguna vez a una librería especializada yanqui como conté en este vuestro blog:

Pero para disfrutar de verdad de una tienda de comics yanqui tienes que ir un miércoles, el día en el que llegan los tebeos nuevos. Entonces la tienda se pone hasta los topes de aficionados. Y los hay de todo tipo, edad, género y condición. La mayoría de 20 años para arriba, blancos, negros, judíos con trencitas y kipá, jamaicanos con rastas, o abueletes que hicieron la mili con Jack Kirby. Chicas, aquí y allí, pocas.

Y seguro que también habría personas LGTB, pero esas cosas suelen ser menos evidentes.

De eso hace ya diez años. Todos convenimos en que ahora hay cada vez más chicas leyendo cómics (no necesariamente Marvel, ojo a esto) y no hay razones para que toda esa cohorte de lectores diversos haya dejado de leer cómics. Los lectores siempre han sido diversos y han tenido gustos diversos. En un tweet de marzo de 2018 Quesada afirmaba lo siguiente:

Si un cómic encuentra una audiencia, tendrá continuidad independientemente del personaje protagonista o el género, etnia, preferencia sexual o identificación del creador. Puedes decir que somos insensibles a esas cuestiones, pero nosotros PUBLICAMOS esos cómic y vosotros sois los que decidís lo que sobrevive.
Tal vez el problema era que la idea era buena pero no estuvo bien ejecutada.

Porque puede parecer una gran idea que el Capitán América sea negro, un símbolo de igualdad e integración y visibilidad pero igual eso le puede resbalar un poco a un hispano, un chinoamericano o a un nativo americano (los grandes olvidados, por cierto, en esta Era Marvel de la Diversidad). Pero es que creo que si muchos afroamericanos piensan de su país como lo hace Danny Glover, la idea les va a resbalar un mucho, cuando no la van a ver como ofensiva al presentar un Tío Tom vestido de bandera.







Imagino que Alonso contaba con que parte del fandom habitual podía alejarse de estos personajes, porque cualquier cambio radical del signo que sea puede provocar esta reacción, pero seguro que contaba con que nuevos lectores compensarían esa pérdida. Seguro que se las prometía muy felices con los artículos laudatorios en prensa y las nominaciones a premios, pero también aprendió por las malas que no era suficiente, porque todas esas personas y organizaciones aplauden y felicitan y premian, pero no leen tebeos ni van a leerlos nunca.

En la famosa reunión de ventas de abril del 2017, los tenderos también culparon al exceso de eventos: era la época en la que se sucedían Secret Wars, Civil War II, Secret Empire, Generations,... Y si tú quieres construir una serie de personajes para atraer nuevos lectores qué menos que le facilites a esos nuevos lectores las cosas y no cortes las líneas argumentales con una historia en la que aparecen decenas de personajes envueltos en acontecimientos que hunden sus raíces en una continuidad de décadas. No puedes poner una vela al dios de la diversidad y otra al diablo de la continuidad.

Otro factor a tener en cuenta es que los lectores están muy resabiados y saben que cualquier cambio radical que le hagas a un personaje, hasta la misma muerte, es reversible y será revertido, con lo que no consigues que le tomes cariño al Capitán Wilson, a Thor Foster, a Hulk Cho o a Iron (Wo)Man Williams a los que les supones fecha de caducidad, sobre todo si renumeras constantemente las series justificándolo con que esos comienzos atraen a nuevos lectores, cuando realmente son un buen momento para dejar una serie que llevas tiempo leyendo pero que te motiva cada vez menos. Si acaso conseguirás un repunte momentáneo que te permitirá maquillar la media.

Un problema añadido es la gestión de autores. Junto a la reivindicación de visibilizar a las minorías se apuesta porque autores de distintas etnias y orientación encuentren acomodo en la industria americana y que sean esos autores los que se encarguen de las obras en las que aparecen personajes diversos.

Nadie duda que la propia experiencia sea el principal caldo de cultivo de 
cualquier escritor pero, por ejemplo, Ta-Nehisi Coates ha hecho un gran trabajo en Pantera Negra y sin embargo es dudoso que su pasado en una familia negra culta de clase media-alta y su paso por una elitista Universidad progresista le haya dado más experiencia que a mí para escribir sobre África o sus peculiaridades. Lo hace bien porque es muy bien escritor, se documenta, tiene imaginación y además sabe adaptarse al medio para el que escribe.
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¿Ta Nehisi o no ta?

Axel Alonso siempre ha gustado de contratar a escritores ajenos al mundo del cómic como Duane Swierczynski, Victor Gischler, Ron Zimmermann, o más reciente Chelsea Cain en un intentos de traer ideas frescas de fuera del viciado mundillo del cómic. Su Pájaro Burlón, que comento porque lo tengo reciente, estaba repleto de gracia y buenas ideas, pero su primer arco parecía un capítulo de una serie de televisión en el que la acción está conducida por los diálogos, mientras que en el segundo arco introduce un discurso interior y una subtrama sin relación con la trama principal, técnicas que son muy normales en la novela pero de muy difícil encaje en un tebeo. Ser buen novelista o guionista audiovisual no te convierte automáticamente en un buen guionista de cómics. Y, desde luego, pertenecer a una etnia u orientación sexual determinada, tampoco. (Tampoco te invalida, por supuesto, esto no habría ni que decirlo, pero en fin, estamos en tiempos de Twitter, así que lo aclaro.)

El caso es que si en 2014 los cómics de Marvel los firmaba gente como Hickman, Remender, Gillen, Brubaker, Fraction, DeConnick, Lemire o Bendis, a finales de 2017 los pocos nombres conocidos eran Slott, Waid (un auténtico apagafuegos en los últimos años), Soulé o Duggan, estando el resto de títulos por autores aún en proceso de formación o con los vicios propios de otros medios.

La salida de Bendis, el guionista estrella de la editorial durante los últimos 15 años, fue posiblemente uno de los clavos del ataúd de Alonso, que dejó el cargo diez días después..

Otro clavo fue su falta de fe en la sinergia. En una entrevista en Time, Alonso se remontaba a lo que decía Stan Lee sobre traer a los cómics el mundo tras la ventana. "Es algo orgánico. Está en el aire". Y en el "mundo tras la ventana" la diversidad y el feminismo están a la orden del día. Alonso creía en la sinergia entre sociedad y cómic pero no en la sinergia entre ficciones

El estudio que hicimos en el post anterior sobre las ventas de cómics daba un par de ejemplos que indicarían que el éxito de las películas no se traduce en más ventas de cómics. Y si lo que te encuentras en el cómic no tiene que ver con la película, aún menos.



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El Capitán Hydra jamás tendrá un biceps así.
Un entusiasta de la película Civil War que, tras el estreno en mayo de 2016, fuese a una tienda de cómic se encontraría con una nueva serie llamada Civil War II sin nada que ver con lo que ha visto y con una nueva serie del Capitán América en la que se revela que es un nazi. Si le flipó Thor Ragnarok (seguro que al menos se rió) el número de mes de noviembre de 2017 de Thor presenta a Volgstagg convertido en War Thor, que Thor es una mujer y que "el Thor de la película" está manco y es indigno de sostener el martillo. Si tras ver Infinity War te da la fiebre por leer cómics de Marvel, el Capitán América ha vuelto pero está muy despistado, Tony Stark está muerto y es un holograma y la armadura la lleva una chica negra, Thor sigue siendo una chica y Odinson un indigno, Hulk ha inducido su propio asesinato, la Viuda Negra está muerta,... Como historias, pueden estar bien, (algunas lo están), pero para alentar a nuevos lectores, como que no.

Y ahí, creo yo, está el quid ideológico de la cuestión. El problema para muchos lectores no es que sus personajes de toda la vida hayan sido sustituidos por versiones diversas, el problema es que para que lo sean sus personajes de toda la vida han sido humillados o destrozados. Parece como para si demostrar que esas nuevas versiones son estupendas se tiene que nazificar, indignificar y matar a las anteriores. Son recursos dramáticos que por sí mismos pueden ser interesantes, pero en paralelo a esta ola de diversidad resultan contraproducentes. Hasta en los denostados años 90, cuando precisamente el Capitán, Iron Man y Thor (junto a Spiderman) fueron sustituidos por versiones grim and gritty, la justificación dada apelaba a la heroicidad y responsabilidad de los héroes sustituidos. 


El mensaje no puede ser más nefasto: no se trata de que todo el mundo tenga los mismos derechos y oportunidades (los mismos poderes), se trata de que para que otro tenga lo que tú tienes, tú lo tienes que perder. Hay gente que gana elecciones diciendo esto mismo. Se llaman Trump, Saviani, May, Boris Johnson, Orbán o Duda. Con razones como esta sale el Brexit. Y vas tú, Marvel, vas tú, Alonso, y en nombre de la igualdad y la diversidad les das la razón. Bravo.

Pero es que hay otro mensaje igual de nefasto: les estás diciendo a esas minorías que no tienen manera de prosperar por sus propios medios, sino sólo tomando el rol de otros. Vamos, que si quieres triunfar siendo mujer, tienes que tomar el papel de un hombre. Todo bien.

Y para más inri dar a la vez una versión diversa y superchachi de cinco de los seis personajes más importantes de la empresa rozaba lo artificial por no decir que entraba directamente en terreno poochie.


Porque, de hecho, ¿es obligación de Marvel visibilizar nada? Alonso tiene razón en que lo que hay "tras la ventana" siempre ha influido e influirá en Marvel. La visibilización de la diversidad va a seguir presente en las tramas de sus series y la boda de Estrella del Norte con su novio no será una raya en el agua.


Lo de revolotear para ver mejor la ceremonia me ha hecho gracia.
Para que esta visibilización tenga fuerza la solución no es transformar a los personajes de toda la vida, convertir a esos personajes diversos en sucedáneos de otros, sino en potenciar los personajes diversos que ya tenías y en crear nuevos poniendo en ellos recursos, tiempo y talento.


Y hay que recordar y mostrar al mundo que aunque ahora mismo Marvel sea la cara más visible del cómic americano, hay un montón de series en la que la diversidad y la igualdad se tratan con talento e inteligencia, de manera natural y orgánica, y se publican en Image, Valiant, Dark Horse o Boom! y algunas venden más que muchas de Marvel: The Wicked+The Divine, Saga, East of West, The Black Monday Murders, Paper Girls, Lumberjanes, Black Science, The Walking Dead, Bitch Planet, Monstress, Trees, Black Hammer, Sex Criminals o Faith,... Y algunos de sus autores son Hickman, Remender, Gillen, Brubaker, Fraction, DeConnick, Lemire,...

Sí, los que se fueron de Marvel durante la gestión de Alonso.

Je.


Nos seguimos viendo... ¡en los tebeos!

Algunas fuentes:

https://www.theatlantic.com/entertainment/archive/2017/05/the-real-reasons-for-marvel-comics-woes/527127/

https://www.theguardian.com/books/2017/apr/03/marvel-executive-says-emphasis-on-diversity-may-have-alienated-readers

https://www.theguardian.com/books/2017/apr/04/marvel-comics-diversity-sales

https://www.telegraph.co.uk/books/news/marvel-boss-creates-uproar-saying-diversitys-killing-comic-sales/

http://www.syfy.com/syfywire/marvels-march-schedule-cancellations-increase-diversity-woes

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