martes, 17 de junio de 2008

UNOS CUANTOS DÍAS MÁS: TODO SE VA AL DIABLO

Los pactos con el diablo son un recurso bastante viejo, y ya desde Fausto muy poco satisfactorios, porque cuando muere y el demonio va a reclamar su alma llega Dios y lo salva. Así y por la cara. Toma ya. Que para eso es Dios. Una obra maestra de la Literatura Universal y tiene un infecto Deus Ex Machina. Y luego nos quejamos de Un Día Más. Sí, y con razón.

Se ha dicho que la intervención de Mefisto en Un Día Más es contraproducente porque no forma parte del elenco de personajes de Spiderman. Y es cierto que la lógica narrativa pide que esas tentaciones vengan de un diablo propio, que en el caso de Spiderman es Norman Osborn. Pero el Duende Verde de todas formas no tiene el poder para resolver el problema de Parker de manera que los efectos colaterales convengan al plan de Quesada. Y Mefisto forma parte del Universo Marvel. No es un habitual de las series de Spiderman, pero puede aparecer. Y los números anteriores de la historia han dejado claro que Peter lo ha probado todo y que anda desesperado. Buen terreno para el demonio.

El problema es que este Mefisto no se comporta como Mefisto. El Mefisto de Marvel, como buen Mefistófeles que se precie, compra almas a cambio de favores. Pero a Peter no le pide su alma, sino su matrimonio porque, dice, es un amor tan raro y perfecto que fastidiarlo es un gran premio para él. Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía como Peter y Mary Jane aceptan el trato que conlleva, oferta por fin de existencias, borrar el conocimiento de la identidad secreta de Peter. Y así tenemos, oh maravilla y de una sola tacada, lo que quería Quesada: Tía May viva a cambio del matrimonio de Peter con el anonimato de regalo ¡y una nueva biografía para el personaje de propina! Casi nada.

Pero Mefisto no colecciona matrimonios, se ponga Quesada como se ponga. Y no es capaz de alterar la realidad de la manera que lo hace. Porque si pudiera, lo haría en beneficio propio. Son esos detalles los que te echan de la historia. Historia que, además, no es original.

Hace tres o cuatro años, Wally West, uno de los Flash de DC, héroe casado y con identidad pública, es atacado por su archienemigo el Profesor Zoom que hace abortar a la señora West. Destrozado, llega a la conclusión de que tener identidad conocida ha puesto a su mujer en el punto de mira y pide al Espectro, en su versión Hal Jordan, que borre dicho conocimiento de la mente de todos. ¿A que nos suena?

La gracia de esta historia, obra de Geoff Johns, es que borra ese conocimiento incluso de la mente de Wally y su mujer hasta que varios números después Batman deduce la verdad y le hace recordar. También en este caso la realidad se altera, pero de manera mucho más sutil que en la historia de Marvel. Y, además, Flash no es Spiderman. Nadie se va a quejar de una historia de un personaje de rango medio que, de todas formas, tiene muchas menos inconsistencias que Un Día Más.

También en DC le han dado vueltas a devolver la soltería a Superman. Una propuesta de Grant Morrison, Tom Peyer, Mark Waid y Mark Millar de hace unos años iba en ese sentido. Y Jeph Loeb volvió a la carga poco antes de abandonar a DC, proponiendo que el causante fuera Mister Mxyztplk, que para eso es un duende de la 5ª Dimensión que SÍ puede cambiar la realidad a su antojo.

Millar y Loeb formaron parte del grupo de sabios que ayudó a crear Un Día Más.
Hasta la fecha DC asegura que Superman seguirá casado. Y vistos los resultados de Un Día Más, me lo creo.

De todos es sabido, que bien se ocupó J. M. Straczynski de airearlo, que el guionista pidió que su nombre no apareciera en la saga, tan poco satisfecho estaba de una solución que no sólo era chapucera, sino que se cargaba todo lo que había hecho con el personaje durante más de siete años. Y lo que otros muchos habían hecho en los últimos treinta años.

También se estaban cargando el universo Marvel tal y como lo conocemos.

A eso vamos el jueves.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahí lo has clavado. El Mefisto Ex Machina es una solución tan boba que rompe el frágil hechizo entre lectores de superhéroes (que ya tienen tragaderas de por sí) y los autores-editores (que ya las fuerzan, ya...)
Pero no hay nada permanente, y construir historias con una base tan poco sólidas hace que venga cualquiera y lo cambie, incluso sin querer.
Aunque para arreglar Spidey hace falta un Moore o más... si la solución es simple y boba, al menos que esté bien escrita, carallo.

J Calduch dijo...

>>..el frágil hechizo entre lectores >>de superhéroes...y los >>autores-editores...

Con wizard y newsarama por medio, ese es el quid de la cuestión y viene de mucho antes del Un Día Más. No sé si Quesada y Didio son víctimas de la celeridad de la sociedad de la información o si ellos se lo han buscado, seguramente un poco de ambas cosas.

En el momento en que cuando estás leyendo un tebeo americano de los de producción mensual no consigues meterte en la historia porque estás más centrado en si el guionista es el mismo que aquella otra obra, o si dijo tal en newsarama la semana pasada, algo está fallando. Es como ir a ver una película con las revistas del corazón en mano para ir repasando los foll...amoríos de actores y actrices.

Esos tebeos de producción industrial están concebidos para entretener, entretener por si mismos. A veces incluso pueden salir cosas fabulosas, pero no se busca que sea tampoco lo habitual. Y deben entretener por su contenido y no por lo que suceda entre bambalinas.

Un Día Más es una saga en la que se está dando más bombo a lo que pasa fuera de las páginas que dentro. Y esto, como lector, no debo aceptarlo.

Soy capaz de leerme y disfrutar los DD de Bendis sin pensar en Bendis pese a sus tics, no necesito conocer las teorías mágicas del señor moore para disfrutar sus tom strong o siquiera Promethea (tiene otras cosas como Serpientes y Escaleras más en plan paja mental, pero ya nos salimos del scope de las grapas de marvel y dc, es otro tipo de alimento). SIn embargo no puedo ojear el Un Día Más sin tener presente a Quesada, la espantá de JMS y demás historias. Y si pudiera separarlo, dudo incluso que la aventura tuviera valor por si misma.

Pero, por otro lado, y siempre como lector, considero que si en las páginas del personaje sucede algo por muy tonto que me resulte, eso ha sucedido y tiene validez. En mi vida también suceden cosas idiotas o que me gustaría cambiar pero no puedo, forma parte del juego. Que sí, que en los tebeos esas reglas se rompen con facilidad, pero creo que la única forma de disfrutar de estas cosas es no querer ir más allá, seguir manteniendo esa separación entre las historias y sus productores. Porque ahora mismo seguro que hay alguna petición online para que la continuidad de spiderman vuelva a su estado anterior, o algo parecido. Sigo creyendo que si se quiere disfrutar de las historias debe bastar con leerlas.

Pero por el otro lado, los noticieros deberían centrarse más en sagas y personajes y menos en si el guionista tal ha dicho esto otro de fulanito. Tratándose de editoriales que publican más de 80 títulos diferentes al mes cada una, no debería ser tan difícil. Lo que pasa es que los personajes no conceden entrevistas y los editores sí.

Vaya, sólo con una mentalidad así se podrá soportar lo que venga tras el Un Día Más, digo yo.

José Enrique Machuca dijo...

En el último post comento algunas de las interesantes cosas que decís. Gracias por molestaros. Lo que dice Calduch me sugiere el tema de la "continuidad de consenso" que le oí a Pacheco una vez. El decía que aunque todo lo que pasa a un personaje le ha pasado, para el colectivo de lectores sólo son importantes una serie de aventuras e historias concretas. Que es, me imagino, lo que le pasa a cualquier hijo de vecina, que si quieres contar su vida te remites a varios momentos puntuales y concreto. Es un tema muy interesante.

AM dijo...

Por cierto, no solo le robaron la idea de borrar el matrimonio y la identidad de flash. De hecho durante la etapa de Waid, Neron, el equivalente DC de Mephisto trajo de vuelta a la vida a la Galeria de Villanos de Flash (que por entonces eran comida de gusanos), con sus poderes infernalmente aumentados. La unica forma de pararlos era devolviendoles sus almas, pero el precio era el amor que sentia Flash por su esposa. Y por cierto, simultaneamente, la esposa entregaba su amor por Flash a cambio de la seguridad de su marido.
Con respecto al tema de la continuidad de consenso, existe el problema que hay diferentes generaciones de lectores con gustos y perspectivas contradictorios. ¿Cómo poner de acuerdo a aquellos que protaestan por el regreso de Osborn con aquellos que niegan el regreso de Harry?