miércoles, 6 de marzo de 2013

EN BUSCA DE LA DIGNIDAD: APOLOGETAS DE LA NOVELA GRÁFICA

Santiago García tiene a sus espaldas una dilatada y más que competente trayectoria como articulista (que levanten la mano los que recuerden a Trajano Bermúdez) y traductor. En su labor como divulgador ha escrito una obra de referencia titulada, sí, La Novela Gráfica. Aunque defensor del término, también reflexiona sobre la controversia alrededor del nombre y tras ese título se esconde un buen y accesible repaso a la Historia del Cómic. Ahora bien, el texto de presentación de la obra es de aúpa:

"¿Qué es la novela gráfica? En los últimos años, el cómic se ha hecho mayor. Un caudal de obras ambiciosas e innovadoras está dando a lo que tradicionalmente se había considerado un producto infantil un prestigio cultural comparable al de la literatura y el arte. Podríamos decir que estemos asistiendo, de hecho, al nacimiento de un nuevo arte."

Y yo sin enterarme: El cómic se ha hecho mayor. Prestigio cultural comparable al de la literatura y el arte. El nacimiento de un nuevo arte. Claro que sí...

Porque el cómic era menor de edad, sin prestigio. Demonios, ni siquiera era arte. AHORA está naciendo como arte. Y ¿por qué? ¡¡¡Pues gracias a la novela gráfica!!! Foster, Raymond, Tezuka, Kirby, jodeos. Ni erais ambiciosos, ni innovadores, sino que hacíais productos infantiles que, desde luego no eran arte. ¡¡Haber publicado novelas gráficas, y no estúpidas tiras o cuadernillos!

Y para más inri, y en calidad de recopilador, García (que es un tío majísimo y me cae genial, de veras) tiene en imprenta Supercómic. Mutaciones de la novela gráfica contemporánea, definido como "libro de ensayo colectivo". Vamos, lo que antes se hacía como fanzine, pero en libro, que para eso nos hacemos mayores.

Respetable, por canoso, autor de novela gráfica.

Y el índice de capítulos, ah, el índice de capítulos merece varias relecturas:

«Después del cómic. Una introducción», Santiago García.
«La autobiografía en el cómic. Una muy breve introducción a un tema muy extenso, visto desde una bicicleta en marcha», Eddie Campbell.
«Love and Rockets o la cumbre de la ficción seriada», Ana Merino.
«Los fracasos de Chris Ware», David M. Ball.
«La imparable extensión de lo nimio», Raúl Minchinela.
«La memoria gráfica y las sombras del pasado», Daniel Ausente.
«M+M», Mireia Pérez y Max.
«Don Sórdido goes global. Miguel Ángel Martín y las gestiones de la violencia», Eloy Fernández Porta.
«Un zoom para Shintaro Kago», Jordi Costa.
«La escena del crimen. Nuevas aproximaciones al género negro norteamericano», Óscar Palmer.
«Dioses y patria: viñetas políticas en el cómic norteamericano contemporáneo», Pepo Pérez.
«"...yo soy Pagliacci" [el (presunto) sacrificio superheroico y la "mentira" (fundadora) social]», Fernando Castro Flórez.
«Entrevista con Emmanuel Guibert: el hombre tranquilo y las pequeñas cosas», Alberto García Marcos.

Mi favorito es el penúltimo capítulo, con ese paroxismo de comillas, paréntesis y corchetes. O esa "La imparable extensión de lo nimio". Segunda parte de La insoportable levedad del ser. Que era insoportable, por cierto. No la levedad del ser, sino la novela.

Que seguro que los artículos del libro son buenísimos, pero los títulos,... ¡qué títulos! Me retrotraen al post anterior, el dedicado a los Comas y Guberns del mundo, porque esto me suena al mismo tipo de crítica justificativa y con ínfulas. La que no necesitamos. Al menos, la que yo no necesito.

Corolario: Me parece bien que quien quiera usar el término "novela gráfica" lo haga. Un nombre como otro cualquiera. Pero si lo utilizas para poner etiquetas, para dar lustre a tu obra, para no sé qué intentos de dignificación,... conmigo no cuentes. Porque se trata de una situación coyuntural que es posible, o no, que se prolongue en el tiempo y que no parte de una iniciativa autoral sino de unas necesidades mercantiles a las que los autores se están adapatando como lo harían, y lo han hecho a lo largo del tiempo, a otros formatos y circunstancias. Porque, ya nos lo dice película tras película Walt Disney, lo importante es el interior.

Postdata. Y en el próximo post cuento por qué me voy a hacer consumidor casi exclusivo de "novelas gráficas". No es una continuación, pero casi.

5 comentarios:

bcn dijo...

José Enrique, aun sin haber leído la antología, conociendo el tipo de textos que suelen escribir los participantes me cuesta creer que pueda salir de ahí un discurso de "dignificación cultural" de la vieja escuela. No puedo hablar por otras personas, pero me parece que quienes hemos escrito en ese libro crecimos leyendo historietas como el "Pepito Magefesa", donde Gallardo ya se reía de ese asunto poniendo el sello aquel que decía "Este cómic possee dignidad estética - Approved by the Coma Code Authority". Creo que aquí hay que diferenciar entre lo que puedan decir, cada cual por su cuenta, los comentaristas, que según tengo entendido hablan de un autor en particular (y no necesariamente de la "relevancia cultural" del medio) y lo que puedan decir los periodistas, que, en general, y en esto tienes razón, parece que no leían el "Pepito Magefesa".
Saludos,
Eloy FP

José Enrique Machuca dijo...

Sólo juzgo los títulos de los artículos, que en general me dan mucho reparo. Y al fin y al cabo un título es una presentación y una declaración de intenciones. Ahora bien, hasta que no lea el libro, no podré opinar sobre el contenido, claro. Y espero tragarme mis palabras.

Y tienes razón en que todos los que ahora escribimos sobre tebeos andamos vacunados contra la crítica ochentosa y hemos optado por otras vías.

¡Pepito Magefesa! ¡Ni me acordaba! Lo hubiera citado en el post anterior.

Saludos y gracias por pasarte por aquí.

gerardo dijo...

Yo creo que Santiago, en el párrafo que extractas, está hablando de la consideración social que tenía el cómic. Las cosas no son arte per se, sino que lo son, desde un punto de vista sociológico, en tanto que la sociedad las percibe como tal. Si hoy estamos todos de acuerdo en que Kirby o Foster eran artistas, es porque lo hacemos de manera retrospectiva. Porque en su propia época no eran vistos así de manera generalizada; ni siquiera, en muchos casos, los propios autores se tenían a sí mismos como artistas.

¿De verdad crees que el cómic ha tenido siempre la misma dignidad o consideración que tiene hoy en día? Porque yo creo que no es así, y que, en su mayor parte, ha sido visto tradicionalmente como un producto infantil o para adultos con escasa cultura. Esto es un hecho, que se puede documentar ampliamente. Y por supuesto asumirlo no menoscaba la calidad de ningún autor de aquella época.
Yo sí creo por tanto que ha habido un cambio muy significativo en esto; vamos, un cambio radical. Se vive en el día a día incluso. Lo que antes se ponía como ejemplo de subcultura ahora es estudiado en las universidades. Ahora, claro, cada uno puede tener su propia opinión sobre el fenómeno de la novela gráfica y su parte de responsabilidad en este cambio social que ha experimentado el medio. Yo creo que ha sido determinante, pero porque no lo veo como un formato, sino como un movimiento autoral, en la línea que sigue el libro de García.

Respecto a lo que dices del nuevo libro de ensayos, sinceramente no entiendo tu mención a que esto antes sería un fanzine; ¿te refieres a que te parece pretencioso sacarlo como un libro? Y respecto a los títulos, no creo que sea para tanto. Y en todo caso, como dices en tu comentario, hay que esperar a leerlos. Yo creo que a esas firmas, como mínimo, el beneficio de la duda hay que dárselo.

Un saludo.

Gerardo Vilches.

José Enrique Machuca dijo...

La dignidad es una cualidad que se tiene o no, independientemente de la consideración coyuntural que se tenga. El comic siempre ha sido digno. Otra cosa es que en los últimos años (aunque llevo oyendo esto más de 30)su consideración social haya mejorado. Y no creo que el factor "novela gráfica" sea determinante ni decisorio. Es sólo un factor más. Tú razonas y crees que sí, pues estupendo.

Respecto a la referencia sobre los fanzines, lo único que digo es que hace décadas ese tipo de ensayos aparecían en fanzines y ahora aparecen en libros, porque antes los editores no tenían interés en ese tipo de productos y ahora sí.. De lo cual hasta nos tenemos que alegrar. Ya he dicho que soy consumidor de libros de ensayo sobre comic. La pretenciosidad o no no depende del formato. Anda que no hemos visto fanzines pretenciosos en el pasado.

Muchas gracias por tus comentarios, Gerardo.

gerardo dijo...

Ahí no puedo estar de acuerdo: la dignidad es siempre atribuida, porque tiene que ver por cómo percibe algo el público. Estamos hablando de arte y cultura, no de algo "objetivo" o "científico". Aquí todo es interpretación. Pero incluso aunque te dijera que estoy de acuerdo y que el cómic tiene "por naturaleza" dignidad, ¿de qué sirve eso, si la sociedad no lo ha visto así? La realidad es que siempre ha costado que se viera como un arte respetable. Dices que llevas oyendo 30 años de que está mejorando su percepción, y en eso estoy totalmente de acuerdo; es más o menos el periodo en el que las cosas han empezado a cambiar.

Gracias por tu respuesta, un saludo.