jueves, 7 de junio de 2007

VALORES AÑADIDOS o LAS CEJAS DE ZAPATERO

Una de las quejas habituales sobre la falta de nuevos lectores en el tebeo de superhéroes es la poca accesibilidad de un género que se basa en años de continuidad. Y, en parte, es cierto. De todas formas yo creo que ninguno estábamos allí cuando Vértice sacó el primer tebeo Marvel y todos nos subimos al tren en marcha, al final de Vértice, con Bruguera (tiene mérito) o ya con Forum y Zinco. Y Zinco lo tuvo especialmente crudo para poder enganchar lectores, muchos de los cuales pensaban que Superman era una creación posterior a Spiderman o no tenían ni idea de qué era una Tierra-2. Pero lo consiguieron, especialmente gracias a los artículos y correos de Miguel G. Saavedra y Sergi Gras. Gloria a ellos, estén donde estén.

Una de las cosas que echamos en falta cuando Planeta inició su edición de DC fueron estos valores añadidos. Y no me refiero ya a una sección de correo que internet ha vuelto obsoleta, sino a unos artículos y secciones de información que el lector medio de superhéroes ya echa en falta cuando lee un tebeo y no las encuentra. Hernando, que fue lector medio antes que nada, lo sabía y empezó a incorporar material de ese tipo. Con motivo de 52, y a imitación de la iniciativa que ya tuvo
DC, Planeta ha dedicado una sección de su web a comentar distintos aspectos y detalles de la serie. Lo cual no es mala idea, desde luego, aunque nadie en Planeta ha tenido la brillante idea de hacer referencia a la misma en la propia serie, para que se enteren los principales interesados, que serán los compradores del tebeo, digo yo. O yo no lo he visto, y mira que he buscado. Pero así funciona Planeta. Además, con esas cosas de la distribución en provincias, en la web ya van por el número 4 y yo aún no he podido comprar el 3.

De todas formas esa idea de apoyar una serie con material en internet, a imitación de lo que ya se hace con películas y libros, no es mala. Aún así, la mejor promoción de un tebeo se hace desde el mismo tebeo. Principalmente si el contenido es bueno. Y luego, con secciones que aclaren algunos aspectos del contenido o simples curiosidades. Lo que hace Julián Clemente en sus “penúltimas” de Panini es remarcable. Vale que el objetivo final es promocional, pero ¿acaso tendría que tener otro?

Y, de vez en cuando, esa sección tiene auténticas perlas. En X-Men 17 (184 USA pag 18), aparece un personaje dibujado por Salvador Larroca que es, aparentemente, el presidente Zapatero. “(...)esas cejas puntiagudas no engañan a nadie.”, dice Clemente. Sí. Es lo único que no engaña.
Pero sigue:“A Salva le gusta meter personajes reales en sus historias, y ésta no es ni la primera ni será la última que lo haga. Hace poco, en NewUniversal, aparecía una locutora de televisión clavadita a Letizia Ortiz”. Cuando me lo leí ni me di cuenta. Bueno... sí... como parecerse, se parece...
...aunque no creo que le contraten como retratista de la familia real.

Otro ejemplo de valor añadido es el artículo en Civil War 1 de Rubén Herrero de Castro, que además de fan de postín es profesor de Relaciones Internacionales en la Complutense y escribe una entretenida “historia Marvel” de Estados Unidos, con notas al pie y todo. O, en el mismo número, el artículo sobre el Capitán América de un Raimón Fonseca que apenas abusa de la reiteración. Y no podía faltar el multipresente Clemente, que, ya puestos a dar explicaciones, podría contarnos por qué han salido tan oscuras las páginas de este tebeo. Es un dolor intentar comprender la huida del Capitán América del helitransporte.

Por cierto, qué lástima que nadie en Panini haya traducido el lema de Civil War ”Whose side are you on?” con un “¿Y tú de quién eres?”

15 comentarios:

Javier Arriola dijo...

De Marujitaaaaaa!! :D

La verdad es que yo tampoco le veo el parecido a Zapatero, en cambio la Leti si que tiene un aire, bueno más bien una brisilla.

Empaquetador dijo...

Sr. Machuca;
Tengo el gusto de ganarme la vida trabajando para Planeta (y otras editoriales) y quisiera pedirle un favor, si no es mucha molestia: ¿puede usted informarme de sus trabajos realizados (dice que ha dibujado, publicado, etc) para poder tomarlos como modelo a seguir?. Sin lugar a dudas, todos sus trabajos deben ser perfectos, o quizás no, y por ello usted se limita a ser un crítico, más pendiente de errores humanos que de disfrutar con la lectura.
Yo también soy lector de cómics, y sinceramente no quisiera parecerme al pitufo Gruñón.
Le saludo atentamente.

José Enrique Machuca dijo...

Sr Empaquetador:

Sería un auténtico placer intercambiar currículo con usted. para que viera que el mío, al lado del suyo, es pura filfa, pero eso ni da ni quita a la hora de valorar la calidad y presentación de los tebeos que compro desde la perspectiva del lector pero también desde la de alguien que ha realizado labores editoriales en una época de su vida.

Lo que sí le aseguro es que de los únicos errores de los que estoy pendiente son aquellos que me impiden disfrutar de la lectura o los que me hacen cuestionar el dinero que me gasto en ellos.

Señalo esos errores precisamente porque me gusta disfrutar de la lectura y quiero segur haciéndolo y que cada céntimo de euro que me gasto en un tebeo (alguno de los cuales probablemente le llegan a usted) valga la pena. Y aprovecho para ello la oportunidad y el derecho que me dan la libertad de expresión, internet y firmar con mi nombre y apellidos.

En este blog se habla, en positivo y en negativo, de tebeos. También en positivo. Tiene usted cuarenta y pico entradas a su disposición para comprobarlo.

Cordiales saludos y quedo a su disposición para aclararle cualquier aspecto de lo que escribo en este blog que no vea ajustado a la realidad.

Anónimo dijo...

En las cuarenta y pico entradas, lo que hay -disimulado bajo estilo literario- es mucho rencor... ¿por qué?

José Enrique Machuca dijo...

??????

¿Rencor? Huy, que poquito me conoces o qué mal me doy a conocer. Seguramente eso.

Cuando empecé el blog esperaba que lo leyeran, que gustara, que disgustara, que molestara,... Hasta esperaba insultos (alguno ha habido), pero no que me psicoanalizaran. Jajajaja.

No, no, no. AMO los tebeos. NO le guardo rencor a nadie que tenga que ver con los tebeos. Sólo desprecio a uno, que nunca ha tenido que ver con las grandes editoriales y del que no pienso hablar nunca. Mis íntimos saben quién es.

De hecho no conozco a casi ninguna de las personas de las que he escrito. Mejor dicho, de cuya labor escribo. De Hernando, de su labor, por ejemplo, hasta empecé hablando bien, y quiero que me dé motivos para hablar bien. Y así lo haré cuando toque.

Que no, Chano. Te has columpiado, compañero, de veras.

Blogrente dijo...

Una frase con carga de profundidad incluida parece menos peligrosa si se dice con una sonrisa. Y sonrisas le sobran a mi primo Machuca en este su blog. Es como la teoría de Mary Poppins. O sea, con un poco de azúcar esa píldora que os dan, etcétera. En mi forma (troglodita) de ser está el lanzarme a la yugular de quien me intenta ofender y no andarme con rodeos a la hora de defenderme: esto es, una buena ostia en línea recta. Pero mi primo aquí presente no es de esos.

Parece que las mayores burradas deben de soltarlas quienes se amparan en el anonimato. Y eso que Internet es el anonimato global. Ahora viene uno, también sonrisa incluida, que se dice "empaquetador" de comics -y tenemos que creérnoslo- total, para meterse con Enrique y decirle que va de acusica por la vida.
Pues no, miren ustedes. Ni ese tipo (si lo es) trabaja de "empaquetador", ni me temo que tenga que ver con el tebeo de forma profesional. Es más: si fuera quien mi primo o yo recelamos, razón de más para asegurar que no tiene nada que ver con el tebeo de forma profesional.

Editar un fanzine o mantener un blog cuasi-diario encierra el interesante riesgo de encontrarte con gente que te ataca. Es un hecho. La libertad de opinión ampara a todos or igual. Pero están los que van de frente y con el dni por delante y los que, por embusteros o enredadores, se escudan en el seudónimo y la descalificación gratuitos. Pura idiotez. Y sueltan sus gracietas, sus jijiji jajaja, sus tacos y exabruptos, y se revelan al fin como esos niños maleducados que están dando por culo en la sala de espera del médico sin que sus papás les digan nada.

Dice mi primo: "Los únicos errores de los que estoy pendiente son aquellos que me impiden disfrutar de la lectura o los que me hacen cuestionar el dinero que me gasto en ellos". La carga de profundidad podría haber sido más redonda si hubiese terminado con "Los únicos errores de los que estoy pendiente son [...] los que me hacen cuestionar el dinero que me gasto en ellos y que ayuda a que, entre otros, pésimos empaquetadores cobren sin merecerlo un sueldo a fin de mes".

Y hablemos de tebeos. Cosas como las de este blog no se leen en otro sitio.

Empaquetador dijo...

Sr. "Grego";
Sobre sus recelos, dudas o incredulidades, no pienso combatirlas, pues ya quisiera usted ocupar mi cargo (y eso sí que me consta). Cierto es que por ahora no he dado ni mi nombre, ni mi DNI, pero créame que llegado el caso lo daría, no aquí que me parece una pérdida de tiempo, pero sí en el judgado más cercano si hiciese falta.
Al menos ha tenido usted la sinceridad de confesar su falta de educación, ya constatada años ha, pero igualmente queda en evidencia su resabio y rencor a una industria que, curiosamente nos trata más o menos bien a algunos y no así a usted: ¿ha pensado alguna vez que no todos llevamos el paso cambiado?.
No pienso seguir en esta línea tan poco constructiva, pero quisiera terminar diciendo lo siguiente: podemos dar gracias a que todavía se publica lo que se publica, puesto que cada vez resulta más difícil vender este producto (algunos trabajamos ya bajo mínimos), en el que todos quieren ganar mucho y trabajar poco.
Lamento las molestias.
Adios.

José Enrique Machuca dijo...

Ayyyyyyyyyyy, qué poco me gustan estas cosas... Bueno, vamos al lío, que lo cortés...

Entrecomillar un nombre propio o diminutivo usado como tal no es de recibo. Desde luego, menos que entrecomillar un seudónimo, sobre todo cuando ese entrecomillado se usa enfáticamente para poner en duda la condición de "empaquetador" del aludido. Otra cosa es que Grego tenga o deje de tener razón. Él hace suposiciones basándose en el anonimato de Empaquetador y Empaquetador afirma lo contrario amparándose en ese anonimato. Ninguno aporta pruebas, la verdad.

Lo del juzgado... miro y remiro y me pregunto dónde está la materia denunciable. Con cuánta ligereza se usa y abusa de la amenaza a ese recurso. Seamos serios.

Grego es una persona educada, aunque de verbo directo. Que no se anda por las ramas, vamos. Sus amigos conocemos y disfrutamos de su educación y bonhomía. Y el que no es su amigo o le cae mal, bien que se entera. Pero estamos en una sociedad que valora la puñalada por la espalda y atiza al que va de frente. Y esta industria del tebeo participa de esta actitud.

Otra cosa es que Grego tenga razón en lo que dice, pero que la tenga o no se demuestra con hechos, como ya he dicho hace dos párrafos, no con descalificaciones. Verbigracia, como no sabemos el cargo que ocupa pues no podemos saber si Grego lo quisiera para sí. Es lo que tiene andar con vaguedades.

Y acaba usted con una frase de las que dicen que yo digo en mi rencoroso blog, pero que nunca me he atrevido a escribir, abro comillas, "podemos dar gracias a que todavía se publica lo que se publica, puesto que cada vez resulta más difícil vender este producto (algunos trabajamos ya bajo mínimos), en el que todos quieren ganar mucho y trabajar poco.", cierro comillas. Muy fuerte, de veras. Aunque imagino que eso pasa en todos los campos: sanidad, educación, construcción... Es la ley del mínimo esfuerzo, que unida al principio entrópico suele conducir al caos.

Ahora bien, y si atendemos al número de títulos publicados, estamos en un gran momento editorial y no se nota que sea "más difícil vender que nunca". Todo lo contrario, aunque ya llegarán las cíclicas vacas flacas. Y, a lo mejor, se vendería más si el producto estuviera mejor hecho y más cuidado. Y de eso va este blog, entre otras cosas, porque ¿qué es peor, qué hace más daño, que algo esté mal o que se diga?

No ha sido ninguna molestia. Más bien una lástima no poder contar con la opinión y los conocimientos de alguien tan metido en el mundillo editorial actual, aunque fuera de forma comprensiblemente anónima.

Buena suerte.

Empaquetador dijo...

Sr. Machuca;
Pensaba que me despediría con mi comentario anterior, pero lejos de cualquier parrafada, sus dos últimas palabras ("Buena suerte") me animan a escribir un poco más, y es así precisamente porque la necesitaré, por lo cual agradezco sus buenos deseos, ya sean por su manifestación sincera como por formulismos literarios.

No ha sido mi intención entrecomillar ningún diminutivo de manera despectiva, ni enfática, aunque tal vez fórica; sí ciertamente para mantener la prudencial distancia que presumiblemente no necesitan sus amistades para ser llamados así. No obstante, por estos derroteros no llegamos a nada productivo.

Ya que cuenta en su haber con experiencia editorial, y haciendo uso de su merecida libertad de expresión, internet y firmar con su nombre y apellidos (una serie de derechos que no todos podemos ejercer, por motivos de los que estoy seguro que usted comprende y distarán bastante de otros ya citados), le pido que sopese ambas versiones de un producto, al menos desde la visión "mecánica" y la del "lector", antes de levantar críticas unilaterales. Y digo esto, créame, sin intención alguna de ofenderle.

Comenzando por el final de la cadena, desde la perspectiva del comprador, y tomando por ejemplo un cómic que cueste 10 euros, resultaría fácil criticar su elevado precio en relación a su "descuidada" elaboración... pero sigamos con la retrogradación: el vendedor de cómics reclama un idílico 50%, entre otras cosas alegando que ya pierde un 5% que regala a sus clientes como premio a su fidelidad. No digo que estos porcentajes se cumplan con exactitud, no es más que un supuesto (usted probablemente conocerá el margen de cada editorial y los descuentos a clientes).
En tal caso, restaría otro 50%, es decir, 5 euros que se repartirían entre muchas personas. Demasiadas personas, aunque la tirada sea de miles de ejemplares.
Dice usted que atendiendo al número de títulos publicados, estamos en un gran momento editorial; pero yo le aseguro que esto es un arma de doble filo, y le pregunto ¿a qué precio?. Sí que estoy completamente de acuerdo con usted respecto a un posible empeoramiento de la situación, y ojalá no llegue tal momento.

Leo sus quejas, entre otras, de la periodicidad imprecisa de algunas publicaciones, de sus retrasos. Pues imagine (o recuerde) el bendito invento de pagar 90 días más tarde, o el maná de las entidades bancarias. Sume esto al detalle del "mundo al revés" que sufren ciertos oficios actualmente, el cual consiste en recibir el presupuesto por parte del cliente, en vez de realizarlo nosotros para él. Y tenga por seguro que si usted se niega a realizar un trabajo, otro lo hará en esas condiciones (no me equivocaré al citar la desunión entre nosotros, o las denominadas "puñaladas" que ya le son conocidas, desgraciadamente).
¿Cree que no somos conscientes de muchos de los fallos cometidos -no de todos, por supuesto, no somos perfectos- o que pecamos de tedio?. Yo le daré una pista: nadie cambia duros a peseta.
Los plazos de entrega son vertiginosos, los precios ajustados a más no poder, las calidades... mejor me callo, aunque excelentes en relación a su retribución. Todo viene impuesto por Don Dinero, y menudo descubrimiento, ¿verdad?. Acostumbrémonos a ciertos errores, incluso en su segunda edición (si las hay), pues materialmente es imposible subsanarlos en estas condiciones. Y digo esto desde mi propia indignación ante esas palabras.

Podemos continuar citando eslabones de esta cadena, industria, negocio o como quiera denominarse, y seguir relatando penurias, pero mi única intención sería la de hacer comprender que buitres o inútiles, haylos, como en cualquier otro sector, pero igualmente existen personas trabajadoras, con unos honorarios no siempre proporcionados a su esfuerzo, y con un producto realizado en función de los medios disponibles.

Lamentablemente, también existe lo que cité en mi comentario anterior y cuyo sabor calificó de fuerte, aunque sabe de su veracidad.

Perdone mi vaguedad en muchas citas, pero confío en usted para mayor precisión si así fuese necesario.

Sin más, decirle que me queda la satisfacción de mantener un buen número de puestos de trabajo, del cual dependen sus correspondientes familias, y aunque ninguno nos haremos ricos con esto (al menos en mi eslabón), ganamos nuestro sustento dedicados a este sector. Cuán fácil sería venderlo todo, vivir sin dar ni golpe, sin responsabilidades, si acaso, editando un fanzine para entretenerme, y criticar, y criticar, y quejarme, y quejarme otra vez... pero entonces no sería yo.

Seguiré leyendo su blog, al igual que los demás relacionados con nuestro tema (pese a mi falta de tiempo libre), y le felicito sinceramente por su esfuerzo aunque no comparta algunas de sus opiniones.
No creo que escriba más, o quizás lo haga disfrazado de "Niño maleducado que está dando por culo en la sala de espera del médico sin que sus papás les digan nada" (perdón por la broma).

Buena suerte para usted también.

José Enrique Machuca dijo...

Grego, esa boca... Aunque tengas razón al enfadarte.

Sr. Empaquetador, si lo que cuenta en su último comentario hubiese sido su primer comentario, nos hubiéramos librado de toda esta inútil polémica. Si se dan datos, más o menos fundamentados, y no descalificaciones. Si se responde a lo que se dice y no se descalifica a quién lo dice, que es el recurso fácil.

La mayoría de lo que usted comenta ya lo escribí en febrero aquí Es decir, que al final hasta estamos de acuerdo. O no. Porque su frase, que dice decir desde la indignación: "Acostumbrémonos a ciertos errores, incluso en su segunda edición (si las hay), pues materialmente es imposible subsanarlos en estas condiciones." es la que va a llevar a la mierda a este negocio. Si ese es el espíritu, le aseguro que al final tendrá que cerrar el negocio o reconvertirlo. Y no será culpa de nadie que escriba en internet, sino de los que permiten esa situación. Los mismos sobre los que escribo algunos (no todos) mis posts.

José Enrique Machuca dijo...

He borrado los dos últimos comentarios en los que Empaquetador y Grego se dedicaban a insultarse en plan patio de colegio. Grego sabrá comprenderlo. Que Empaquetador lo haga o no, me trae sin cuidado. Punto pelota.

Anónimo dijo...

¿Por qué tanto odio?, que decía Edika en sus tebeos.
Bueno, si el blog lo pusiera todo color de rosa para evitar el rencor, pues faltaría a la intención del autor. Pero la intención del autor atrae eso, mosqueos, un "tú de quién eres para decir eso", "tú quién eres para criticarme", "y tu más".
El mundo no es rosa y hay que respetar la intención del bloguero, pero es difícil mantener la sangre fría y la educación en una crítica. Por el criticador, por los amigos del criticador, por los criticados y los amigos del criticado.
Difícil, pero no imposible. El Pope Pons lo consigue.
Por otro lado, hay excelentes packagers, como los que trabajan en Panini, cuyas traducciones y rotulaciones me parecen excelentes, o en editoriales modestas como Astiberri o Aleta (magnífico su tomo de Jack Staff, por ejemplo).
Pero está en la naturaleza humana el fijarse en lo malo y en pelearnos por ello.

José Enrique Machuca dijo...

Chano, te columpias más que Heidi. Y como ella, no se sabe de donde. Es decir, en qué te basas para empecinarte en la teoría del rencor. Eso es lo que le pido, modestamente, a quien escriba aquí, que razone. Acusar por acusar no sirve para nada.

En efecto, y creo haberlo dicho, la labor editorial de Panini es encomiable. De Aleta y Astiberri, sobre todo de esta última, hay productos realmente buenos. La Aritmética Ilustrada de Juan Berrio es una maravilla. Cara, pero merece la pena el dinero.

En Aleta hay packagers que, por el simple hecho de que aparezcan en los títulos de crédito me deciden a no comprar el tebeo. No es cuestión de rencor, sino de poner mi dinero donde me dé la gana.

Y si alguien se da por aludido o se ve objeto de mi supuesto rencor, él sabrá.

Ñif. Que yo sólo quiero hablar de tebeos, de veras.

Anónimo dijo...

Sólo hay que leer las entradas del blog. Alusiones desfavorables aquí y allá que no tienen nada de veladas -como en este último comentario a los de Aleta, y también favorables, claro, al exaltar a sus amigos.

Pero claro que puedo estar muy equivocado, y malinterpretando por mi propia ceguera... Pero ya está, discutir sobre percepciones personales es estéril. No entremos en una polémica inútil, y vayamos de nuevo a los tebeos.

José Enrique Machuca dijo...

En cuarenta y pico entradas yo diría que hay dos "alusiones veladas", y de pasada, al hilo del tema principal. Sacar de eso que lo que mueve este blog es el rencor dice mucho de quien lo dice. Repito, el que se dé por aludido, él sabrá.

Ojo. De Aleta no he dicho nunca nada malo. Joseba Basalo y su gente me merecen admiración y respeto por las narices que le echan a esto de editar tebeos. Nunca le he dedicado una entrada al tema de las pequeñas editoriales pero, por suerte, quedan muchos temas que tratar y ya caerá. De Aleta compro algunas cosas y algunas otras no las compro. Como del resto de editoriales. Intentar sacar de mis palabras anteriores cualquier ataque contra Aleta es pura tergiversación y denota una clara y trasparente intencionalidad. Lo único que les podría afear es que me dejaran colgado el segundo volumen de Savage Dragon, pero nunca criticaré ni me quejaré de que una serie sea congelada o cancelada si la edición no es la causa, como es el caso de la serie de Larsen. Es simple ley de mercado. Repito, de "la gente" de Aleta no he dicho nunca nada malo.

Esta entrada ha llegado a quince comentarios y dos, como mucho tres, hacen referencia directa al contenido de dicha entrada. Una lástima. Como administrador del blog me gustaría dar por cerrado el capítulo de comentarios de esta entrada concreta. Agradezco a todos los que, en esta y en el resto de entradas, dejan sus comentarios de manera honesta y les animo a que sigan. Son la mayoría. Al resto se les ve el plumero desde el primer renglón.