domingo, 20 de diciembre de 2009

FINALES

Que no, que el blog no se acaba. Lo de “finales” va sobre la manera de acabar una historia y viene a cuento del final de 100 Balas, entre otros. Así que, ahora más que nunca, spoilers al canto.


La teoría de los tres actos propone que en el primer acto se presente a los personajes y la situación, en el segundo pasen cosas que hagan avanzar la historia y que en el tercer acto se resuelva el conflicto iniciado en el primero. El primer acto debe enganchar, el segundo debe entretener y el tercero debe satisfacer.


El final de una historia tiene que ser a la vez sorprendente y coherente con todo lo narrado con anterioridad. Al fin y al cabo la narrativa es un tira y afloja entre la anticipación y la sorpresa. Si el escritor no va dando pistas sobre la resolución del conflicto el lector pierde interés, pero si se pasa con la información el final es predecible… y el lector pierde interés.


Otra característica importante del tercer acto es que debe ser ágil, ir al grano y no perderse en abrir nuevas líneas argumentales. En el caso de 100 Balas todos teníamos claro que aquello tenía que terminar como el rosario de la Aurora y que iba a morir hasta el apuntador. La gracia era ver cómo y quién se iba a salvar. En una obra de 100 capítulos la resolución no debería ocupar más de 10 de dichos episodios. Ya desde antes la guerra abierta entre las distintas familias del Trust iba aumentando el número de víctimas, pero los personajes principales iban concurriendo en el mismo lugar-momento para el enfrentamiento final. Perfecto.


Por eso no tiene ningún sentido que de repente te metan la historia de un niño negro que trapichea con drogas y que quiere ser un gangsta con pistolones y cadenas de oro. Primero, porque la historia está copiada de la primera temporada de The Wire y segundo ¡porque no tenía que ver nada con la historia principal! Azzarello había jugado con ese recurso de las historias paralelas e inconexas desde el principio, pero el final de la serie ya no era el momento ni el lugar. Primera cagada.


El final es una orgía de tiros, sangre y fuego. Como era de esperar. Lo frustrante es que parte de los milicianos llega hasta el lugar de reunión de los miembros del trust supervivientes, se líen a pegar tiros y se vayan sin más. Segunda cagada. Y era de prever que fuera Izzy quien finalmente matara a Graves, aunque esa última viñeta en la que no sabes si lo va a matar o no, bueno, ahí ya no sé bien qué opinar, sobre todo tras ver el final de Los Soprano, pero sería más satisfactorio que algún personaje de los principales sobreviviera, ya fuera Graves (final irónico) o Izzy (final feliz).


En los tebeos americanos no hay final. Lo de la “batalla interminable” de Superman es por algo. Vale que cada saga tiene un final más o menos bueno, pero hay una maquinaria editorial detrás que impide que ese final sea un final cerrado. Como ya dijo irónicamente Alan Moore al final de Watchmen, “nada acaba nunca”. Incluso en una obra cerrada como Sandman, Gaiman tiene que conceder a la editorial un nuevo Señor del Sueño que sustituya al difunto Morfeo, aunque luego lo utilicen más bien poco. O el idílico final de Born Again, con Murdock y Karen paseando del brazo. Sabemos que es engañoso y que pasarán por nuevas vicisitudes. Y tanto.


Es curioso como las grandes obras de los 80 coinciden en un final abierto. Crisis en Tierras Infinitas tiene al Psicopirata como último testigo del Multiverso. Watchmen ponía al diario de Rorschach como elemento perturbador, Dark Knight presentaba a Bruce Wayne haciendo planes, aunque seguro que no planeaba lo que luego fue su secuela. Y V de Vendetta tenía a una Evey con mucho trabajo por delante.


Ni siquiera la cancelación del título ni la muerte (ja) del protagonista son una garantía de final cerrado. En Marvel han hecho de la necesidad virtud, y aunque sus sagas-eventos suelen tener un final bastante claro, siempre se apañan para dar pie al nuevo status quo. Al final siempre es más interesante la nueva situación que la resolución de la anterior.


En Dinastía de M, se volvía al Universo Marvel usual, pero sólo con 198 mutantes. Tras Guerra Civil ganaba uno de los bandos, pero el Capitán América moría y empezaba todo el tema de la Iniciativa. O en Guerra Secreta la invasión skrull era rechazada pero daba lugar al nuevo e interesante Reinado Oscuro. Y así hasta… hasta cuando sea.


Hacía tiempo que no finalizábamos post con una pregunta (este es el elemento inesperado). La pregunta (predeciblemente) es: ¿Cuál es tu final favorito?

5 comentarios:

J Calduch dijo...

Si tomamos el final como el último tomo, con el de Y El Último Hombre me emocioné mucho. Personajes muy bien construidos a lo largo de una travesía de años y sin miedo de tirar adelante con ellos. Pero tampoco es que nada acabe nunca, claro.

David dijo...

Final, final.. En todo caso, finales.
-Batman Año 1
-Daredevil Ruleta
-Daredevil Born Again.
-Batman Amor Loco.
-Love&Rockets: La muerte de Speedy, Wig Wam Bam,
Paracuellos: Tito.
Los profesionales: Menéndez, Menéndez ataca de nuevo y Gente Tierna.

Y podría seguir poniendo muchos otros. No tengo un final favorito, por el mismo motivo que no tengo una pelicula favorita.

Mr. Martin L. Gore dijo...

Offtopic:
Dexter T4
Increíble, impresionante, John Lightgow es Dios...

Julián dijo...

"Dos Catedrales", el final de la segunda temporada de El Ala Oeste de la Casa Blanca, cuando Bartlet toma una decisión sobre presentarse, o no, a la reelección.

Si hablamos de tebeos, has citado algunos estremecedores. De obras recientes, añadiría el final de Astonishing X-Men, porque Joss Whedon hace finales como nadie, algo que demostró en Buffy y Ángel.

Y también el final de El viejo Logan, que me ha parecido increíblemente redondo.

José Enrique Machuca dijo...

Asiento y comparto todos vuestros finales. Eso sí, lo de la cuarta temporada de Dexter es sobrenatural. Incluyendo el final.