lunes, 31 de marzo de 2008

EL PODER DE LA PALABRA (Reloaded)

No sé vosotros, pero yo me emociono-ilusiono-alegro más cuando algún guionista que me gusta se encarga de alguna colección o proyecto interesante que cuando se trata de un dibujante. Es decir, Millar y Hitch molan juntos. Millar y Dibujante Mediocre X sigue molando. Loeb y Hitch molan mucho menos, a pesar de que el bueno de Jeph se arregle para tapar sus enormes carencias rodeado de inmensos dibujantes. Esperad, esperad a leer si no lo habéis hecho aún lo de "Hijo Caído". ¡O los Ultimates 3! ¡Menos mal que Madureira, que está increible, sólo ha querido-podido hacer cinco capítulos! Pero hoy no hablamos de Loeb.

Se trata de que a pesar de los artificios de un dibujante lo que acaba enganchando es la historia. "Pues claro" me dirán. "Pues no", digo yo. A principios de los 90 Marvel aupó al Olimpo a lo que luego sería la Generación Image. Las historias eran malísimas pero nos las tragábamos por la espectacularidad y la novedad de sus estilos. Erik Larsen llegó a decir que los guionistas no eran necesarios. Quizás él no los necesitara, pero sus compis...

El "caso Image" tuvo dos consecuencias: que las editoriales se guardaron mucho a partir de entonces de endiosar a sus dibujantes y que los guionistas volvieran a tener la merecida consideración. Hemos tenido una década magnífica: Millar, Ellis, Ennis, Morrison, Bendis, Brubaker, Vaughan, Johns,... Hasta Marvel publicita más a sus guionistas que a sus dibujantes. Y hay una nueva generación de escritores que están consiguiendo ser interesantes en un terreno cada vez más hollado. Los guionistas de ahora lo tienen más difícil que los Thomas, Claremont, Mantlo o Michelinie de hace treinta años.

En los próximos días deseo-quiero-espero dedicar unos cuantos posts a tres o cuatro escritores que están empezando a despuntar: Matt Fraction, Robert Kirkman, Dan Slott, Dwayne McDuffie o Greg Pak son algunos en los que estoy pensando. ¿Alguna sugerencia?

jueves, 20 de marzo de 2008

DEL ENEMIGO NO SE HABLA

Será que soy muy mal pensado, pero un par de detalles me están haciendo darle vueltas a si no habrá en Panini una "ley del silencio" sobre DC.
En el tomo de Criminal Alejandro Viturtia escribe una introducción en la que habla, entre otras cosas, de la trayectoria profesional de los autores, Ed Brubaker y Sean Phillips obviando precisamente su anterior colaboración, Sleeper, claro precedente y obra superior a Criminal (que tampoco es manca) y, a pesar de estar enclavada en el universo superheroico de Wildstorm, es un gran ejemplo de historia de género negro muy en el estilo de Infiltrados, la película de Scorsese. Que pegaba que se hablara de ella en esa introducción, vamos. Puede ser un olvido, pero un olvido demasiado obvio. Sleeper, al ser de Wildstorm, es de DC, claro.
Siempre me he declarado, y me reitero en ello, fan de las "penúltimas" de Julián Clemente. Fan de la idea y fan de lo bien que lo hace Julián. Últimamente Julián tampoco habla de DC. En el nº 1 de Los Nuevos 4 Fantásticos Julián glosa brevemente la obra del dibujante, Paul Pelletier, que no es precisamente un recién llegado. De él dice que debutó en Malibú y que ha hecho "encargos ocasionales para Marvel" entre los que cita Exiliados, Hulka y Los Vengadores de Grandes Lagos. No menciona que hizo Negation para Crossgen y Outsiders, Flash y Green Lantern para DC. En el nº 1 de Los Nuevos Thunderbolts (cuánta novedad), también habla exclusivamente de los trabajos en Marvel de Mike Deodato Jr. obviando su larga etapa en Wonder Woman, a la que le alisó el pelo, le peinó flequillo y le dio una chaquetilla, la moda de los 90.
Casualidades, imagino. O aplicación estricta de "al enemigo, ni agua". Aunque lo cortés no debería quitar lo valiente.

lunes, 17 de marzo de 2008

PÉREZ SIGUE J*******

Y si me faltaban motivos para ir al Salón de Granada podemos añadir recibir de manos de Grego Lorente el No Me Jodas, Pérez (NMJP) nº 2, uno de los escasos fanzines con vocación de serlo.

NMJP sigue fiel a ese estilo polémico que tanto atrae al público en general y tan poco a las dianas de sus dardos. Pero no nos equivoquemos: la polémica es una consecuencia, que no el objetivo deseado, que consiste en decir lo que se piensa tal y como se piensa, con nombres y apellidos. Los que escriben, y los escribidos.

Me contaba Grego que las reacciones al anterior número habían incluído sendas cartas anónimas en las que le ponían a caldo en lo personal, en lo profesional y en lo biográfico. Como ya hemos visto por aquí alguna vez, meterse con el mensajero y no atreverse con el mensaje es el recurso del que no tiene argumentos para contraargumentar. Si todas las críticas son así es buena señal. Y si son de las razonadas, todavía mejor. Por desgracia, no abundan.

Este número tiene estructura de flip-book, eso de darle la vuelta y encontrarte con otra portada y nuevos contenidos. La razón es distinguir entre la parte de opinión y un especial dedicado a la grandiosa figura de Manfred Sommer, recientemente desaparecida, y loada en artículos y colaboraciones de Paco Olivares, Lorente, José Ortiz, Manuel Barrero y Paco Nájera. En la parte de opinión y articulos varios repiten Lorente, hablando de todo un poco, Olivares entrevistando al dibujante cartagenero Manuel Noales y a un servidor reflexionando sobre el movimiento bloguero.

Yo creo que no se puede dar más en menos espacio (28 págs.) y por menos precio (1.50 €). Los interesados, que deberían ser legión, pueden encontrar más detalles escribiendo a gregolorente@hotmail.com. Animarse, payos.

domingo, 16 de marzo de 2008

COMILLAS INVASORAS

Leyéndome el JSA Clasificado nº 5 dedicado a Hawkman –aunque la protagonista es la novia- me encontré con estos textos.
La axila pensativa de Hawkgirl
Textos entrecomillados.

La RAE dice que las comillas se utilizan para: 1º, reproducir citas textuales; 2º indicar los pensamientos de los personajes en textos narrativos; 3º, resaltar expresiones impropias, vulgares, de otro idioma, dichas con ironía o con otro sentido especial; 4º, citar títulos de obras; 5º distinguir o enfatizar una palabra; 6º, aclarar el significado de una palabra.

El texto del cuadro es una cita literal, continuación del diálogo de la página anterior, un recurso utilizado para crear una transición entre escenas distintas. Cuando leí el texto del bocadillo pensé que también se trataba de una cita literal, pero no lo es. Son los pensamientos del personaje, que la RAE dice que deben ir entrecomillados, pero en un tebeo los pensamientos se muestran en los típicos “bocadillos de pensamiento” en forma de nube. El comic tiene sus propios convencionalismos formales y en este caso las comillas son innecesarias.

La “gramática” de la historieta, resultado del uso y la costumbre, dice que un texto entrecomillado en un bocadillo de pensamiento indica que el personaje está pensando en las palabras de otro personaje. No es el caso porque todos los textos de los bocadillos de pensamiento de este tebeo van entrecomillados. Me refiero a la versión española, porque la americana...

Es decir, que a alguna lumbrera se le ha ocurrido la idea de entrecomillar todos los pensamientos de ese tebeo, algo que nunca he visto antes. Pero todos, eh.


El traductor es Santiago García, uno de los mejores de este negocio y que no es precisamente un recién llegado. No creo que él sea el responsable. Junto a su nombre aparece el de Sandra Velencoso en tareas de “Corrección”. Tate.
Es muy fácil que a un redactor o traductor se le escapen erratas o cometa fallos de ortografía y gramaticales y que aunque revise su propio texto varias veces no se dé cuenta de ello. En el negocio editorial es muy común, y saludable, que exista la figura del “corrector” que revisa el trabajo del anterior. Especulo, pero me da a mí que Velencoso ha tirado de las reglas de la RAE y ha pensado que si un texto es de pensamiento tiene que ir entrecomillado. Y si es así, pocos tebeos ha leído.

¿Es un caso único? El nombre de Velencoso, asociado al traductor Bittor García, también aparece en JLA nº 7, que como todo tebeo modernillo que se precie no tiene bocadillos de pensamiento, un recurso que, a la sombra de Alan Moore y Frank Miller, se ha ido sustituyendo por textos de apoyo que sí aparecen entrecomillados usualmente y en ocasiones coloreados, para distinguir los pensamientos de los personajes. Eliminar un recurso a veces implica inventar otro más complicado. Pero Walt Simonson es de la vieja escuela y usa viejos recursos.

La gracia es que a pesar de eso en el citado JLA no hay bocadillos de pensamiento pero sí comillas invasoras. Sed odiosos y comparad.

La imagen es muy representativa de la costumbre actual de Planeta de no usar negritas ni cursivas. Para ahorrar tiempo y abaratar costes. La chapuza planetaria, una vez más. Al menos, ya que no se pueden utilizar negritas, con buen criterio se sustituyen por comillas, pero han puesto comillas de más. Todo un afán entrecomillador.

Más significativo es el uso en el tomo de JSA. Las comillas realmente dificultan y tergiversan la lectura y hacen que el lector se “salga” de la historia. Bien está que exista la figura del corrector. Mejor estaría que este corrector conociese el medio en el que está trabajando. Y si quien tiene que corregir al corrector hiciese su trabajo, eso ya sería “la leche”.

PS: Todo lo cual no quita que el nº 7 de JLA, con sus portadas múltiples y sus páginas desplegables esté como debería de estar todo tebeo y como no estaría si hubiese sido realizado el año pasado: bien hecho. Y si tuviera sus negritas y sus cursivas donde la edición original las tiene, sería... Pues eso.

PS2: También estaría bien que, ya puestos, los correctores corrigieran algunas traducciones. Me comentaba Pedro Angosto que en un tomo dedicado al Detective Marciano presentan al Doctor Medianoche, que es médico, como “físico”. Y es que no es lo mismo “physician” que “physicist”.

PS3. Os recomiendo la entrevista a Santiago García que enlazo arriba. Muy ilustrativa del trabajo de traductor.

viernes, 14 de marzo de 2008

VA DE VOTOS

Eso de tener dos semanas entre la Semana Blanca (semana escolar de vacaciones que ponen en Málaga porque aquí no tenemos ni Carnavales, ni Feria de Abril, ni Corpus) y la Semana Santa supone hacer en dos semanas el trabajo de un mes. De ahí mi ausencia que, de todas formas, no habrá notado nadie.. A ver si recuperamos el ritmo. Hoy, reflexión breve.

La semana pasada, junto a la propaganda electoral me llegó la lista de los nominados del Saló. Y, como el año pasado, no he leído ninguna de las obras nominadas. Mea culpa, claro. Está claro que a los profesionales que eligen a los nominados no les gustan los mismos tebeos que a mí. Pero es que parece que no les gustan ni los que ellos mismos publican. Porque, como en las últimas Elecciones, y parafraseando a Llamazares, el mercado español es un "tsumani bipartidista". Manga y superhéroes. Básicamente. Sin embargo, entre los nominados en la categoría de mejor obra extranjera no hay nada que se les parezca.

Esta sensación de separacion entre "calidad" y "consumo" se puede dar en otros medios. Pero como en el comic, en ningún sitio. Y es que somos especiales.

jueves, 6 de marzo de 2008

FUI AL SALÓN DEL COMIC DE GRANADA Y...

...y era como el del año pasado.
Los Salones, como acontecimientos cíclicos que son, están obligados a repetir ubicación, organización y eventos. Si os leéis el post del año pasado os podéis hacer una idea de cómo ha sido este año. Pero siempre hay pequeños cambios.
...y había una exposición de fanzines.
Aunque se celebró en la Biblioteca de Andalucía de Granada, la exposición “Paso al fanzine” se celebró en paralelo al Salón. Comisariada por Miguel Ángel Alejo, se trata de una historia del fanzinerismo andaluz, que se ve acompañada por un extenso y documentado libro que el siempre amable Miguel Ángel tuvo a bien regalarme. En esos cachos de papel fotocopiado tienen su origen luminarias como Juanjo Guarnido, Rubén Garrido, Carlos Pacheco, Jesús Merino, Rafa Marín... e impresentables como un servidor. Sí, también estaba el Passive Comics que hicimos con Pepe Díaz hace ya, oú, 20 años. Había una mesa con copias para ojear, aunque Miguel Ángel me contó que habían desaparecido muchos. El Passive no, claro.






...y había otras exposiciones.
Capdevilla repitió, sorprendiéndonos con obras como estas.




También había una sobre comic gay, pero no me acerqué, porque si te acercas a ver una exposición sobre comic gay la gente dice que eres gay. Claro que si te acercas a ver una sobre comic de superhéroes nadie dice que vuelas y echas rayos por los ojos. Por si acaso, hice la foto con teleobjetivo.

...y había menos gente y más tiendas.
El Salón coincidió con un puente festivo. Me dijeron que el festivo jueves 28 aquello se abarrotó, pero a mí me dio la impresión de que el sábado no había tanta gente como el año anterior. Mucha, muchísima, pero no tanta. Cosas del puente, imagino. En los stands muchas tiendas vendiendo mucho, varias venidas desde Madrid, en las que aproveché para comprar viejas obras de Beroy.

Dos nuevas tiendas granadinas aprovecharon el evento para darse a conocer. Una de ellas es una sucursal de la sevillana Nostromo, una librería que a mí me gusta mucho, por la cantidad de material y lo accesible que lo tienen. La otra se llama Shazam y como reclamo publicitario tenía a dos miembros de la Familia Marvel: Jenny Marvel y Debo Marvel.


Si no me equivoco ya van seis librerías especializadas en Granada, junto a Flash, Dune, Indiana y Draco. Muchas, me parece a mí, y todas en un radio de un kilómetro.

...y las editoriales “grandes” no estaban.
Ni Planeta, ni Panini, ni Norma. Sí Aleta, La Cúpula, Glenat, Astiberri,... y un par de neófitas llegadas desde Málaga: Saturno, que ya lleva un año editando obras de Image, y Dreamers, el salto de lo virtual a lo real de Nacho Carmona, que ha empezado editando obras de Tokyopop. Suerte a ambas.
...y las sesiones de firmas estaban demasiado bien organizadas
Este año el elenco de invitados era excelente: Jill Thompson, Brian Bolland, Brian Azzarello, Juan Giménez, Cels Piñol, Carlos Pacheco,... además de los que venían por cuenta de las editoriales. Una oportunidad inmejorable para conseguir un dibujito o una firma. Yo no soy dado a eso, pero esta vez decidí pedir unas firmitas en algunas obras: Bruja Madrina, La broma asesina, 100 balas,... Para evitarme, sobre todo, la espera del dibujo. Iluso de mí.
Las sesiones de firmas tienen que estar bien organizadas porque si no, se convierten en un caos. En Granada había que hacer dos colas. Una para apuntarse, una hora antes de la sesión programada, y otra para conseguir la firma o dibujito. Si no te enterabas de este proceso y llegabas a la hora que aparecía en la programación, si tenías suerte, te ponían al final de una larga lista. Una lista demasiado larga, porque es imposible que un autor en una hora haga treinta dibujos.
Y, lista o no, cola tenías que hacer porque si te despistabas te saltaban el turno. Para más inri si lo único que querías era una firma la espera no merecía la pena. Si además la sesión era con varios autores y te apuntabas a varias colas tenías que andar muy espabilado o tener amiguetes que te hacían el turno. Y si optabas, ya que había lista, por darte un garbeo y pasarte cada equis tiempo a preguntar por donde iba el turno te encontrabas que el encargado de la mesa te miraba con cara de "eres el cuadragésimo primer gilipollas que me lo pregunta". Obviamente al autor no le daba tiempo a atender a todo el mundo en el tiempo fijado y dependía de su amabilidad -que era mucha- prolongar la sesión o hacer una segunda sesión en otra hora distinta.
Para que una actividad como ésta funcione tienes, en primer lugar, que habilitar un sitio amplio para que la cola sea tal y no una aglomeración de gente que estorba el paso y fastidia a los del stand de enfrente. Si haces una lista, tienes que hacerla de acuerdo con el autor. Si la sesión es de hora y media pues le preguntas al autor cuántos dibujos puede hacer en ese tiempo y si te dice que quince, pues los quince primeros llevan dibujo y los que lleguen después pues que se conformen con una firma. Aunque para esto basta con una cola sin lista previa y cuando esté acabando el tiempo prefijado el encargado de la sesión informa a los que hacen cola de que el autor ya no va a hacer más dibujos y que a partir de ese momento, en los últimos diez minutos sólo va a firmar porque tiene que irse. Si se dice amablemente y dando razones la gente es comprensiva. Otra opción es decir que de tal a tal hora dibujos y de tal a tal hora, firmas.

En fin, hay opciones más efectivas y menos frustrantes que la adoptada. Al final yo, que sólo quería firmas, sólo obtuve las de Juan José RyP y de Brian Azzarello y también de Cels, al que sólo me pasé a saludar y me regaló una de las láminas de Fantom Town.
Jill Thompson cuando un fan le pidió un dibujo
de la Legión de Superhéroes.

Brian Azzarello alegrándose
de no saber dibujar.
Brian Bolland dibujando Wonder Womans
en vez de coristas y obispos.

Artistas en acción.

Esta chica demuestra que las manos de Pacheco son contagiosas.

...y llevé una estúpida camiseta
Realizada en edición limitada (limitada en presupuesto y talento gráfico) para amigos y familiares. Este es el dibujito y, como veis, ni el puñetero Snoopy ha sido tan explotado.

... y vendían máscaras de lucha libre
Desde el puritito Méjico un stand importaba máscaras de Santo el Enmascarado de Plata o el Demonio Azul. No creo que haya nada más friki. El precio, 20 euros, te podía echar hacia atrás, aunque yo me quedé con la ganas. Claro que también es posible que no hubiera de mi talla. Lo mejor de esto ¡es que hay gente que se las pone!

...y vi gente
Como Paco Cerrejón, uno de los organizadores del Salón, perteneciente a ese grupo que yo llamo “sabios de provincias”, gente que sabe mucho de comics pero que no les apetece darse a conocer en las “capitales” del mundillo.


Y pude conocer a Rafa Marín. Muchas veces estoy en desacuerdo con él, pero tiene la cualidad de hacerme pensar y razonar por qué, y así se lo dije y se lo agradecí.

Y otros viejos conocidos como Juan José RyP, Kenny Ruiz, el Bute,...

También me contaron que había una chavala disfrazada de Witchblade con todo lo (poco) que eso conlleva. ¿Alguien tiene una foto?

...y casi me caigo
Los cables que alimentaban de electricidad a los stands corrían pegados al suelo con cinta de embalar y, tras tres días de trasiego, ya estaban despegados y haciendo tropezar a los transeúntes. Un peligro.

...y tuve un déjà vu
Cuando vi este tebeo firmado por Machuca y Díaz. Ricardo y Lorenzo, no Enrique y Pepe. Yo tengo la teoría de que hay apellidos que se atraen. Por ejemplo, yo tengo querencia por las Sanchez y por las Pérez, aunque eso es una cuestión de cálculo de probabilidades.

...y me lo pasé bien
Con la tropa cartagenera y la tropa granadina. Que es, al fin y al cabo, de lo que se trata. Por cierto que alguna de estas fotos son obra de Grego Lorente y de Pedro J. Caro. Que se sepa.

Plusplisplás, el año que viene, más.