La pasada semana me tocó acompañar a Suecia a un grupo de alumnos de intercambio. Lo cual explica en parte el estado semiletárgico de este blog. Y, claro, siempre que viajamos nuestros frikisentidos se ponen en funcionamiento. Con poco éxito en este caso.
Estocolmo no es una ciudad demasiado friki, salvo que seas fan de la trilogía Millenium de Stieg Larsson, porque puedes visitar los Seven-Eleven donde compra el protagonista. Tienes que mirar el desagüe de la ducha para encontrar algo con reminiscencias frikis.
Estocolmo no es una ciudad demasiado friki, salvo que seas fan de la trilogía Millenium de Stieg Larsson, porque puedes visitar los Seven-Eleven donde compra el protagonista. Tienes que mirar el desagüe de la ducha para encontrar algo con reminiscencias frikis.
La gran mayoría de los suecos hablan inglés con bastante fluidez, lo cual explica que ediciones en sueco y en inglés convivan sin problemas y, de hecho, el inglés es el idioma más común en las librerías suecas. Que las hay, al menos en Estocolmo.
Algunas son una mezcla entre librería de novedades y librería de viejo, como esta, que no sé como se llamaba, pero tenía hasta pelis porno.
La situación se repite más al norte, en otra de las zonas comerciales de Estocolmo, como Comics Heaven, que tampoco tiene nada que envidiar a las de estos lares. Fijaos en las cajas de comics de saldo en la puerta.
Rocky, obra de Martin Kellerman, es uno de los personajes suecos más famosos. En Suecia, claro. Son tiras de prensa contando las andanzas autobiográficas-costumbristas de un perro (¡se llama como el mío!), una mezcla de Robert Crumb, Peter Bagge y Art Spiegelman. Tanto es así que tiene versión inglesa por obra y gracia de Fantagraphics.

Un poquito más antiguo es Tintin, con cuya tienda me topé de casualidad. Una de mis acompañantes se admiraba de lo céntrica que estaba y de que en su día no fue capaz de encontrar la que hay en Bruselas. Eso es porque no iba conmigo.
Ver Estocolmo Friki Tour en un mapa más grande
Bueno, estará pensando alguna mente calenturienta, y las suecas, ¿qué? Pues bien, gracias. Ya en el colegio hubo cachondeito sobre el tema, y las inevitables referencias al landismo. Tanto es así que estuve a punto de comprarme esta estupenda camiseta y llevarla puesta.

Nada de sincronicidades frikis esta vez. El libro de este viaje fue Guerra Mundial Z, cada uno de cuyos capítulos es el esbozo de una posible película del tema, sito en algún lugar del mundo, pero Estocolmo no sale. Ni España, aunque habla bien de los españoles. El caso es que fue regresar y me encontré con un programa de “Andaluces por el Mundo” (Canal Sur 2) dedicado a Estocolmo o en la radio con una profesora de español hablando de Suecia. Y es que en mi vida hay más casualidades que en la última película de Star Trek. Queya es decir.
PD Me acabo de dar cuenta que los mapas de los anteriores friki tours casi alcanzan las 10.000 visitas cada uno. Qué bonito es ser útil a la humanidad…