miércoles, 29 de abril de 2009

PLANETA DESACREDITADA

La desaparición de los nombres de los cargos directivos en los tebeos de Planeta sólo fue el primer paso. En el mes de abril los tebeos de Planeta ya no recogen el nombre de los equipos técnicos que realizan la edición española. Ni el estudio de packaging, ni el rotulista, ni los correctores,… Si acaso, y no en todos (vg. JLA), el nombre del traductor.

En el envase de la pizza cuatro quesos de Hacendado que me acabo de pimplar no viene el nombre del cocinero, pero en la industria del entretenimiento es norma casi de obligado cumplimiento acreditar a los que han participado, aunque sea mínimamente, en la realización de un libro, revista, película,… El nombre del presidente de la Universal no sale en sus películas, pero el del tío que envuelve los bocadillos para los extras sí.

En los tebeos se suele respetar esa costumbre. Más o menos. Bruguera sólo tardíamente acreditó el nombre de los “negros” que hacían las historietas de Mortadelo o de Anacleto que no eran de Ibáñez o de Vázquez. De hecho, el otro día me enteré que la gran mayoría de historietas de Anacleto en el desierto, con lo que me gustaban, no eran by Vázquez. Qué chasco.

Tunet Vila sí que salía en los tebeos de Vértice, con sus rotulaciones y sus dinámicas. Lo que, en este caso, era como reivindicar un atentado, por esos asquerosos remontes de páginas y esas horribles líneas cinéticas para rellenar huecos. Al menos Vila lo hacía a propósito. Las pifias de nuestros packagers eran (son) fruto de la torpeza o de las prisas.

Acreditar a los realizadores de un tebeo no es obligatorio, pero Planeta nos ha hurtado el derecho a saber a quién culpar o a quién elogiar por el trabajo realizado. A lo mejor es que ya se han hartado de la caña que les solemos dar en los blogs. Ya decía Gaiman que “los nombres tienen poder”, y borrar nombres es más fácil que hacer las cosas bien.

Ahora es que hasta nos va a quedar la duda de si la realización técnica sigue siendo de El Catálogo del Comic o de cualquier otro. Si volverán a tener diez packagers o uno sólo. Por eso no voy a poder elogiar a quien sea que haya conseguido lo imposible: que en un tebeo de Planeta (vg. otra vez: JLA) aparezcan cuadros de texto bicolores. Con el fondo de un color y las letras en un color que no es el negro.

Como comentamos hace mucho la edición en dos idiomas (español e italiano) obligaba a poner en negro las partes no comunes a ambas ediciones. Es decir, esos bocadillos de fondo verde y letras blancas de los skrulls de Invasión Secreta serían en blanco y negro (negro sobre blanco, o blanco sobre negro) si los editara Planeta. Pues, por los motivos que sean, en JLA han respetado el efecto, aunque sólo lo he visto en este tebeo. Y si ya rotularan usando cursivas y negritas, ah, el éxtasis.

Pero como es de bien nacidos ser agradecidos, quiero hacerlo, y lo haré, a la imprenta Gaybán, que aunque no tendrá nada que ver, es el único crédito que aparece en ese tebeo.
¡Gracias, Gaybán!

jueves, 9 de abril de 2009

DAVID VIVE

Tengo mala memoria para lo desagradable, y no recuerdo en qué revista y qué individuo acabó una crítica sobre una obra de Peter David con un “Que se muera Peter David”. Y lo recalcó: “Que se muera”. La revista, como todas las de hace diez años, sí murió. El olvidado y olvidable crítico, espero que no. Y el que sigue vivito es Peter David.

El negocio del tebeo americano funciona con generaciones de autores de diez años de duración. Especialmente en el caso de los guionistas. Lobdell, Nicieza, Mackie, Kelly,… se desvanecieron en la niebla de los noventa. Pocos casos son capaces, como Peter David, de aguantar en el negocio durante veinte años.

Peter David es obstinado e incansable. Como sus intentos de ser escritor no cuajaban pudo conseguir un puesto en el Departamento de Ventas de Marvel y desde allí empezó a echar el anzuelo hasta que consiguió escribir para Spectacular Spiderman “La muerte de Jean DeWolff”, personaje al que nadie recordaría si David no la hubiese matado. A partir de ahí Hulk, Aquaman, Supergirl, Factor-X, Capitan Marvel, Young Justice,… le han dado a David una duradera y envidiable carrera que además ha sido capaz de llevar en paralelo con novelas y guiones de cine y televisión.

Peter David es un escritor sólido, aunque no infalible. Tiene la capacidad de buscar nuevos giros y posibilidades a personajes poco atractivos, como el caso de Hulk, y suele tener la capacidad de aguantar largas etapas en muchas de sus series, algunas de las cuales, como Supergirl, Capitán Marvel o la infravalorada Young Justice, empieza y finaliza él mismo, un raro privilegio. Esto, por supuesto, tiene el inconveniente de la irregularidad. Es muy difícil mantener el tono durante tanto tiempo, lo que se notó especialmente en Capitán Marvel.

A Peter David le gustan las mujeres. Y las sabe escribir muy bien. Supergirl, Fallen Angel, Hulka o los personajes femeninos de Factor-X (Layla Miller, tan impagable como inaguantable) tienen personalidad, solidez, y le dan vueltas a los pazguatos masculinos que las acompañan. Algo tendrá que ver que tenga cuatro hijas.

Peter David funciona mejor con personajes secundarios. Por eso propuso matar a Jean DeWolff y no a Mary Jane. Porque se lo iban a aceptar mejor y porque sabía que la historia iba a ser más creíble. Y por eso aceptó escribir Hulk, con el que nadie quería hacer nada. Su carrera está marcada por excelentes etapas con personajes de poco peso a los que él ha añadido masa y gravedad.

Peter David es un broncas. A David le gusta una polémica más que a Amy Winehouse una botella de Jack Daniels. Ha tenido follón con McFarlane, Erik Larsen, Joe Quesada, Bill Jemas, John Byrne, Gary Groth, Jim Shooter o Dan Didio muchos de ellos antiguos colaboradores o, peor, jefes suyos. Tampoco tiene el más mínimo reparo en rajar de las películas o tebeos que no le gustan o de meterse en política. David es judío y liberal (izquierdista americano, para que nos entendamos) y lo mismo te defiende el matrimonio gay que los ataques contra Gaza. Al menos lo hace porque le sale del cuerpo, y no como arma publicitaria.

Peter David odia las interferencias editoriales. Pero ha aprendido a utilizarlas. David abandonó su primera etapa en Factor-X cuando cada seis meses tenía que interrumpir las líneas argumentales que estaba desarrollando para incluir un nuevo crossover mutante cuya historia, además, le venía impuesta por el Bob Harras de turno. Aún recuerdo aquel número de La canción del verdugo dibujado por Jae Lee en el que le obligaron a meter a Lobezno, Cable y Bishop, a los que puso, durante todo el tebeo a jugar a las cartas o a tallar figuritas de madera con las garras de adamantium mientras esperaban a que la acción empezara. La cosa no ha mejorado y la Marvel de Quesada tiene sus Guerras Civiles, Días de M, Complejos Mesiánicos e Invasiones Secretas, pero David, quizás porque la planificación es mejor, se está apañando para usar con talento estas imposiciones editoriales en Factor-X y Hulka.

Peter David es un guionista con voz propia. Como ha demostrado durante dos décadas. Tiene imaginación, recursos narrativos, dominio de los personajes, sabe escribir diálogos, usa la continuidad con inteligencia y tiene mucho sentido del humor. Tiene voz propia… y no precisamente de barítono.



Bueno, nadie es perfecto…

jueves, 2 de abril de 2009

LA POLITICA AMERICANA Y LA ACTUALIDAD EN LOS COMICS PANINI

Los habituales del blog (gracias, majetes) saben que no suelo darle demasiada caña a Panini, básicamente porque no suelen dar motivos. Tebeos bien editados, sin errores garrafales, con un plan editorial claro y que aparecen en su fecha. El otro día les pillé una página pixelada en el último tomo de Los Nuevos Exiliados, pero un fallo de vez en cuando lo tiene cualquiera.

El número especial de Spiderman y Obama no ha hecho sino reforzar mi estima por el trabajo de la editorial. Sacar en marzo un tebeo con material de fecha de enero no sé si será un record, pero casi. La verdad es que son sólo cinco páginas y la historia es una chorrada inmensa, digna de Zeb Wells, uno de los lumbreras con los que Joe Quesada quiso montar su Día Después. La portada tampoco es manca, con Spiderman haciéndole fotos a la nuca de Obama. Digno del Senador McKeijan (esto es un chiste privado para los lectores del Team Triumph).

Estas cinco páginas han hecho de Amazing Spider-Man 583 el tebeo más vendido en EEUU durante dos meses consecutivos, algo nunca visto, lo cual dice mucho del tirón de Obama (que, por ahora, mola) y de la vista de Marvel al unir dos iconos mediáticos. Casi la misma vista de Panini lanzando un tebeo especial, oportuno y oportunista, con distribución a quiosco en la que mezcla comic con artículos en un producto claramente dirigido al público no habitual.

El artículo que abre el tebeo es EL artículo canónico sobre la historia de Marvel que intenta demostrar que hay un subtexto polítco-social en estas historias de enpijamados que todo lo resuelven con la violencia.

Para demostrarlo siguen con la historia de Spiderman y el 11-S. Vista en perspectiva, aunque emotiva, está sobrescrita. Y sigue chirriándome la página con los supervillanos en la Zona Cero, que quizás aparecieron por allí para decir: mecachis, cómo no se me ocurrió a mí. Porque las lagrimitas del Doctor Muerte no se las cree nadie. Seguro que Sadam Hussein no lloró, ni Kim Jong-il, ni Fidel Castro. Demonios, si conozco a típicos antiamericanos garrulos que hasta se alegraron,…

El artículo sobre las apariciones de los presidentes americanos en los tebeos Marvel es muy simpático y, bueno, luego llega la cutrechorrada del Camaleón queriéndose hacer pasar por Obama de la manera más estúpida posible.

El producto acaba con una bibliografía de las historias a las que hace referencia el artículo del principio, redondeando el mensaje: “Marvel publica tebeos muy guais y muy comprometidos y nosotros los vendemos”. Y hacen muy bien, oye.
PD: Por cierto, y hablando de política y todo eso ¿alguien sabe algo del tebeo del 11-M?