domingo, 25 de mayo de 2008

MÁS CRISIS

Y no me refiero a ninguna saga de DC, sino a la económica, la que tenemos encima, el Gran Desastre según el PP o la Leve Recesión si oímos al PSOE. Ni tanto ni tan calvo, seguramente.

Hace unos cuantos posts os os propuse que me mandarais una foto con vuestras compras saloneras. Hubo quien se disculpó aludiendo a la segura disputa conyugal y sólo un par de valientes se animaron: Pete Pote de Pasta, con 29 cm
y Jiman con unos portentosos 163 cm.

Buena parte del dinero dedicado al ocio de los habituales de este post se va en tebeos. Según el psiquiatra americano Maslow, el de la famosa pirámide, sólo cubrimos las necesidades referidas al ocio cuando las necesidades más inmediatas están satisfechas.

Sí, pero no.

Porque muchas veces la mejor manera de soportar las carencias de lo más básico consiste en entregarse a formas de ocio lo más baratas posibles. La edad de oro del tebeo, en EEUU, en Japón y en España, coincidió con unas guerras y, sobre todo, unas posguerras llenas de privaciones. Los tebeos eran muy baratos, e incluso para quien no se podía permitir comprárselos había la posibilidad de alquilarlos, según me cuenta mi padre. Y si recordamos la última crisis económica importante, la de los 90, coincidió con el auge de los videoclubs. Alquilar una película para toda la familia era una alternativa mucho más barata a ir a un restaurante o al cine. Yo diría que el adsl o, mejor dicho, lo que sale de él, está siendo la solución de ocio para la crisis actual.

Lo cual no quita para que si una película sea buena la gente no acuda en masa al cine. Pasó con Iron Man. Los analistas de las productoras pensaban que la recaudación de la primera semana sería de unos 50 millones de dólares debido, cómo no, a la piratería y a la coincidencia con el lanzamiento del videojuego Grand Theft Auto IV. Siempre se buscan razones externas. Que la película podría ser una mierda, que no lo es, nunca lo tuvieron en consideración. La recaudación final fue de 100 millones. Porque esta crisis afectará y mucho a la recaudación de las películas, pero de las mediocres, porque los grandes estrenos seguirán siendo millonarios.

La crisis nos hace selectivos. En el caso de la compra de tebeos ¿hasta qué punto? Yo no creo que me refrene mucho, pero servidor, bicho raro, no tiene cargas familiares ni hipotecarias. ¿Y vosotros? ¿Vais a comprar menos? Venga, desahogad vuestras penas en forma de comentarios.

martes, 20 de mayo de 2008

PAK

Desde que empezó a tener responsabilidades editoriales en Marvel, Joe Quesada ha insistido en fichar guionistas ajenos al núcleo duro superheroico. Autores que supuestamente traen una visión fresca y no contaminada por la lectura de miles de tebeos de superhéroes y que, por tanto, no se van a limitar a ese “papá cuéntame otra vez” que consiste en volver a relatar las mismas historias que leyeron de niños.

Hay dos vías de acceso al establo quesadiano. Una, la de los autores del comic independiente, de crímenes o del sello Vertigo, como Brian Bendis, Mike Carey, Paul Jenkins o Ed Brubaker. La otra es la de los guionistas de cine y televisión, como Kevin Smith, J. M. Straczynski, Josh Whedon, Chris Gage o la familia Knauf. Nada de lo cual asegura la calidad del trabajo realizado, como atestigua Greg Pak.

"Sí, vosotros metersus conmigo, que me la s..."

Pak ganó fama en el circuito del cine independiente con su película del 2003 Robot Stories, formada por cinco historias independientes sobre la relación entre robots y humanos. Pak es de origen coreano, una etnia cada vez más importante en EEUU, tanto que en Perdidos no se olvidaron de introducir dos personajes de esta nacionalidad. Y coreanos son los principales actores, incluyendo al propio Pak, que hace de robot enamorado y agilipollado. La verdad es que Robot Stories, al menos las partes en las que no me quedé frito, no está nada mal y llegó a ganar 35 premios.

La mayor parte de su carrera como guionista la ha realizado en Marvel, con las aburridas canciones de Fénix y, sobre todo, con Hulk, donde ha desarrollado toda la saga de Planet Hulk y, de regalo, World War Hulk, el megaevento situado entre Civil War y Secret Invasion y en el que ha demostrados ser el rey del cliché.

Planet Hulk y World War Hulk son obras comunitarias, pergeñadas por el equipo de guionistas estrella de Quesada, aunque ha sido Pak el que ha dado la forma final, aburrida y predecible.

Que los Illuminati mandaran a Hulk al espacio ya lo hizo Bill Mantlo en los ochenta, cuando el Dr. Extraño lo mandó a la Encrucijada entre dimensiones. Y toda la historia de Hulk en un planeta extraño en la que pasa de esclavo a gladiador, de gladiador a rebelde y de rebelde a rey y que se case con la jefa de los guerreros enemigos estaba bonita en Conan e incluso en Gladiator, y podría estar bonita si estuviera narrada con pulso, de manera original y con algún giro sorprendente. Vanas esperanzas. Además aprovechó para recuperar a Amadeus Cho, personaje coreano que creó para la antología Amazing Fantasy, un adolescente cabreado que es la séptima persona más lista del mundo y que quiere ser el sidekick de Hulk, que ya son gustos.

Y World War Hulk, a pesar de estar dibujada por John Romita Jr, no deja de ser un videojuego en el que Hulk va derrotando enemigos cada vez más poderosos y pasando de nivel hasta la confrontación final. Al menos podría haber servido para solucionar una de las patochadas más gordas que ha hecho Marvel en la Era Quesada, el personaje de Sentry. pero de eso ya hablaremos más adelante.

Cuando propuse el nombre de Pak como uno de los autores importantes de los últimos tiempos nadie estuvo de acuerdo. Ni yo. Pero ahí está y ahí le tenemos. Podría decirse que algo tendrá el Pak cuando Quesada lo bendice. Pero yo no lo veo por ningún lado. ¿Alguien ve algo?

domingo, 18 de mayo de 2008

...50, 51 y 52

52 acaba como todas las sagas de DC, con mundos viviendo y mundos muriendo para que nada sea lo mismo. El Universo DC es un Multiverso otra vez, 20 años después de que Crisis en Tierras Infinitas intentara arreglar semejante lío. Si estuviera muerto Marv Wolfman se revolvería en su tumba.

Planeta ha conseguido el objetivo de sacar los 52 números (y el especial de la III Guerra Mundial) con puntualidad aceptable, aunque no sabemos si lo de estar tres semanas sin ver un número y recibir cuatro en cinco días tiene que ver con ellos o con la distribuidora. Con 52 se han atrevido, pero con Cuenta Atrás han regresado al más conservador formato mensual. Hacen bien, porque Cuenta Atrás, además de jugar con el truco sacadineros de los crossovers y los ties-in, es mala tirando a peor. Paul Dini es menos Paul Dini sin Bruce Timm al lado.

Nada que ver con los estupendos resultados de 52, un divertido viaje por el Universo DC con varias líneas argumentales protagonizadas por segundones y tercerones que, en las manos adecuadas, siempre resultan interesantes. Sí, Lobo, el icono de los 90, es hoy en día un personaje de tercera.

El sistema de trabajo de 52 ha sido muy similar al de las teleseries, en las que un grupo de guionistas crea el argumento general de cada capítulo recayendo de manera rotatoria la escritura del guión en uno de ellos. A pesar de ello cada número de 52 está firmado por los cuatro autores: Geoff Johns, Grant Morrison, Greg Rucka y Mark Waid. Y aunque sea un trabajo en equipo en elque todos meten mano yo me atrevería a apostar qué autor ha creado cada línea argumental.

De Morrison serían los superhéroes chinos, la isla de los científicos locos y los Jinetes del Apocalipsis. De Geoff Johns todo el tema de Booster Gold, el viaje al espacio de Adam Strange, Animal Man y Starfire, y la historia de Black Adam. De Mark Waid la historia de los superhombres de Luthor –qué final tan brutal- y la de Ralph Dibny –que final tan bonito-. De Greg Rucka el periplo de la nueva Question, demostrando una vez más lo soso que es como autor de superhéroes, mientras que en la serie de espionaje Queen & Country lo borda.

En EEUU 52 ha sido un éxito comercial y creativo, aunque Marvel no ha querido intentar un experimento semejante. En DC están tan contentos que han continuado con el formato con la ya comentada Cuenta Atrás y la futura Trinity que dependerá de qué Busiek nos encontramos, el de Thunderbolts y Astro City o el de Superman. Ya mismo para los ansiosos y dentro de un añito en versión planetaria.

miércoles, 14 de mayo de 2008

MCDUFFIE

Cuando hablé de Dwayne McDuffie como ejemplo de una nueva generación de autores con proyectos importantes en sus manos slgunos señalasteis con toda la razón del mundo que este autor tenía un amplio currículo a sus espaldas. Cierto, pero Dwayne McDuffie es orteguiano como pocos, el ejemplo de que somos nosotros y nuestras circunstancias, y las circunstancias de este autor afroamericano le han mantenido alejado del centro de atención del mundo del comic durante casi un lustro y sólo ahora está empezando a brillar.

Tras crear Control de Daños en 1989 para Marvel y escribir un montón de números sueltos, en 1993 fundó Milestone Media junto a otros autores de raza negra que pensaban, y con razón, que los personajes afroamericanos nunca habían sido bien representados en el comic americano. Al fin y al cabo la mayoría de superhéroes son personajes anglosajones creados por judíos. McDuffie ya había hecho sus pinitos en esa dirección con la versión negra de Deathlok.

McDuffie y sus socios crearon un Universo superheroico, la moda de los 90, con personajes como Icon, Static, Hardware o Blood Syndicate, que no dejaban de ser versiones afroamericanas más o menos afortunadas de Superman, Spiderman, Iron Man o X-Men. Porque todos esos universos superheroicos (Image, Dark Horse Heroes, Malibu..) consistían en versiones más o menos afortunadas de los iconos de las "Dos Grandes".
Milestone llegó a un ventajoso acuerdo de distribución con DC, y hasta protagonizaron un crossover con Superman y compañía, Mundos en colisión, un título que profetizaba el castañazo que acabó dandose este Universo a imagen y semejanza de todos los demás Universos prefabricados. Aunque Milestone cerró su sección de comics, sus astutos autores dieron el paso hacia otros medios y Static Shock se convirtió en una exitosa serie de animación que hasta recibió varios premios incluyendo uno por un capítulo sobre el bullying.

McDuffie le pilló el gustillo a esto de la animación y siguió con Teen Titans, Scooby Doo y, sobre todo, Justice League, donde algo tuvo que ver con que el Green Lantern de la serie fuera el afroamericano John Stewart. Como tuvo que ver, y mucho, con que la serie fuera una pequeña maravilla y un gran éxito.

Tras este animado exilio McDuffie ha vuelto al tebeo con una aureola de prestigio que le ha llevado a hacer una innecesaria secuela de Secret Wars, Beyond!, y dos encargos de relumbrón: Los Cuatro Fantásticos y Justice League of America, dos de los estandartes de sus respectivas editoriales. Es muy raro que a un escritor se le permita escribir casi simultáneamente proyectos tan importantes en editoriales distintas.

Su paso por Los Cuatro Fantásticos ha sido breve, obligado en parte por la llegada de Mark Millar y Brian Hitch. En su docena de números ha demostrado muchísimo sentido del humor, solvencia en la caracterización y habilidad para crear situaciones a la altura de los personajes entre los que han estado, mira tú por donde, Pantera Negra y Tormenta, más afros que americanos, pero afros al fin y al cabo. Además le dio tiempo a sacar un poco con calzador a Michael Collins, el Deathlok negro.

En Justice League of America no se quedó contento con tener a Black Lighting y Vixen, los dos primeros superhéroes negros de DC, sino que ha metido a John Stewart y al último Firestorm, que también es de color. Fijaciones aparte la JLA de McDuffie es interesante pero irregular y puede quedar eclipsada por la inminente nueva serie, llamada Justice League, que va a escribir James Robinson. McDuffie no tiene, que yo recuerde, ningún otro proyecto anunciado y está por ver si su vuelta al comic es efímera o tan prometedora como parece.

A todo esto, me asalta una duda: ¿a quién votará Dwayne McDuffie en las próximas elecciones presidenciales americanas?

martes, 13 de mayo de 2008

COSMOS INTERRELACIONADO

Marillion es un añejo grupo británico de rock sinfónico, art rock, neoprog, alternative rock o como queráis llamarlo. Es uno de mis grupos favoritos.

Antonio Seijas es un exquisito ilustrador e historietista gallego que ha ganado por votación popular el Premio del Saló de este año al Mejor Guión de autor español por Un hombre feliz, editada por Edicions de Ponent.

Antonio Seijas es fan de Marillion y el grupo le ha encargado realizar el arte de su próximo disco, The Road To Happiness.

Marillion y Seijas tienen ambos muy buen gusto.

Para saber más de Marillion tenéis su página web y su sitio en MySpace.

Para saber más de Antonio Seijas tenéis su página web, su sitio en Myspace y esta crítica a Un hombre feliz realizada por Fran J. Ortiz.

Yodigono enseña, yodigono entretiene y yo os digo contento, ¡hasta el post que viene!

domingo, 11 de mayo de 2008

100 TRADUCCIONES

La traducción es un proceso muy engorroso. Hay que conocer bien tanto el idioma de origen como el propio, tener experiencia con el tema que traduces y luchar con expresiones coloquiales, dialectos y juegos de palabras. Si se trata de un tebeo hay un problema añadido: el espacio de los bocadillos. El inglés es mucho más sintético que el español y el traductor se las ve y se las desea para encontrar frases cortas y que tengan todo el sentido del original.

Comprar por error la edición de Planeta de 100 Bullets: Six Feet Under The Gun, me ha permitido comparar las traducciones de Norma, realizada por Ernest Riera, y de Planeta, por Santiago García con correcciones de Amália Medina. Curiosamente ambos tomos fueron editados por Carles Miralles, lo que puede explicar la traducción del título: Diez palmos bajo plomo, aunque en la portada de Planeta ponía Seis palmos bajo plomo.

La mayoría de los tomos yanquis se titulan referenciando el orden en la colección: First Shot, Last Call; Split Second Chance, etc. Six Feet Under The Gun es, obviamente, el título del sexto tomo y una referencia a la serie de televisión Six feet under que fue traducida aquí como A dos metros bajo tierra. Si sabes eso lo suyo hubiese sido traducir como A dos metros bajo el plomo, admitiendo que lo de “plomo” y “gun” tiene sentido, claro, porque “under the gun” significa literalmente “bajo la pistola” y coloquialmente “bajo presión”, un ejemplo de juego de palabras de difícil traducción. En todo caso seis pies (un pie=30.48 cm) y diez palmos (un palmo=20.873) son aproximadamente la misma longitud, los dos metros. Cambiar pie por palmo significa asumir que el lector desconoce la existencia de esta unidad de medida anglosajona. y que pueda pensar que se trata de diez pies de los que tienen tarsos y metatarsos.

100 Balas contiene abundante jerga, dialogos con doble sentido, expresiones coloquiales y apóstrofes para parar un tren. Vamos a hacer la comparativa entre el texto original de tres páginas del 2º capítulo del tomo (nº 38 USA) y las dos traducciones. La que va en cursiva es la de Planeta. Sucede durante el atraco a un bar:


You pop off to me again, an’ I swear on my fuckin’ mother’s grave...
Vuélveme a vacilar, tío, y te juro sobre la tumba de mi puta madre...
Vuelve a saltarme y te juro por la tumba de mi puta madre...

...I’ll pop you.
... que disparo.
... que te reviento.

Jesus Christ, I’m not fuckin’ lyin’, man! I don´ know the goddam combination!
¡Cristo, tío, es verdad, joder! ¡No sé la puta combinación!
¡Hostia puta, te juro que no te miento! ¡No sé la puta combinación!

Settle down, sporto. Take a deep breath.
Tranquilo, muchacho. Respiiiira hondo.
Tranquilo, campeón. Respira hondo.

You okay?
¿Estás bien?
¿Estás bien?

Beautiful. Now about the Money in the safe. You guys do a good business here, an´there´s a Friday-full in it.
Qué bonito. Ahora, a ver: el dinero de la caja fuerte. Aquí tenéis un buen negocio y hoy es viernes, así que estará llena.
Maravilloso. Ahora, respecto al dinero de la caja, aquí hacéis buen negocio, y tenéis un viernes entero guardado.

So if you don’ pull that cash out every night, who does?
Y si tú no la vacías cada noche, ¿quién lo hace?
Así que si no sacas la pasta todas las noches, ¿quién lo hace?

The owner.
La propietaria.
El dueño.

Where is he?
¿Y dónde está?
¿Dónde está?

She’s on vacation.
De vacaciones.
Está de vacaciones.

I’m getting pissed off.
Me estoy cabreando.
Me estoy mosqueando.

The manager knows the combination.
El encargado sabe la combinación.
El encargado sabe la combinación.

When’s he showin’ up?
¿Y cuándo va a venir?
¿Cuándo viene?

He’s not.
No vendrá.
No viene.

Really super fuckin’ pissed.
Híper-súper-mega-cabreado.
Me estoy mosqueando de cojones.

Said he was tired. Would be comin’ in the mornin’ to do it.
Dijo que estaba cansado, que lo hará por la mañana.
Dijo que estaba cansado, que vendrá por la mañana.

The owner okay with that?
¿Y la propietaria le deja?
¿Al dueño le parece bien?

No way, he´d get fired, she knew.
Ni hablar. Si se entera, le despide.
Ni de coña, si lo supiera, le despediría.

He should. A guy that manages gotta run the joint way the boss wants.
Debería. Hay que llevar el negocio como el jefe te diga.
Debería. Un encargado tiene que lleva el negocio como quiera el jefe.

She’s an asshole.
Es una cabrona.
Es un gilipollas.

You gotta be, if yer the boss.
Hay que ser cabrón para ser jefe.
Tienes que serlo, si eres el jefe.

You’d think so, but it ain´t always true. I’ve worked rooms for some..

A veces, pero no siempre. He trabajado en algunos sitios que...
Lo dirás tú, pero no tiene que ser así, he trabajado para algunos...

You--get that manager on the phone and get his ass here.
Tú... Llama al encargado y que venga cagando leches.
Tú... Pon a ese encargado al teléfono y que venga corriendo.

An’ you--shut the fuck, an’ keep your eyes wide.
Y tú, cierra la puta boca y abre bien los ojos.
Y tú, cierra el pico y abre los ojos.

Who died an´ made you asshole?
¿Quién te ha hecho cabrón, a ti?
¿Quién ha muerto y te ha nombrado gilipollas?


Os dejo a vosotros decidir cuál os gusta más, porque en última instancia se va a tratar más de gustos que de cuestiones técnicas, que también las hay, pero sí quiero resaltar un par de detalles. Aunque ambas traducciones transmiten la información del original hay que reconocer que nuestros traductores son bastante imaginativos... y en el caso de García, partidarios del cambio de sexo. En cuanto a Riera, no se nota demasiado en este texto pero tiene tendencia a catalanizar su castellano. Nos encontramos también con el ejemplo de un problema de difícil solución, conseguir que las palabras tengan el mismo grado de énfasis que en el original. Traducir “Jesus Christ” por “Hostia puta” puede parecer una exageración, pero para un americano tomar el nombre de Cristo en vano es algo muy fuerte.

A costa de alargar el post no me resisto a incluir este diálogo entre dos ex amantes.


You got some balls.
Vaya cojones tienes.
Menudos huevos tienes.

I seem to remember you likin’ em.

Creo recordar que te gustaban.
Recuerdo que te gustaban.

Dick.
Jódete.
Gili.

Fond a that too.
Y eso también.
Y no solo (sin tilde) eso.

Un estupendo diálogo en inglés que aquí pierde parte de su sentido por la complicada traducción de ese “dick”. Si fueran traductores granadinos no hubieran dudado. ¡Cómo pegaba poner “Y una polla”!

lunes, 5 de mayo de 2008

HIERRO COLADO

Salí con Iron Man, la película, con el mismo "sí, pero" de Batman Begins.
Ah, sí, spoilers y todo eso.
Pero de verdad, eh.
Si no la habéis visto no sigáis. Y quedaos hasta el final de los créditos, que hay un detalle genialmente friki.
Vale.
La primera película de un superhéroe es siempre la historia del origen. Es obligatorio. Y en este caso el origen es un caramelo para un guionista. Lo que Stan Lee inventó hace cuarenta y pico años lo cortas y lo pegas en Afganistán y funciona de maravilla. Las historias de redención siempre han funcionado muy bien entre el público y si encima está relacionada con la situación política actual y le pega un palito a la industria militar, el mensaje cala aún mejor. Además, el reparto es una maravilla. Todos, especialmente Robert Downey Jr., están espléndidos. Los guionistas hasta se preocupan de que los escoltas de Stark te caigan bien para, ñaca, al instante cargárselos en el ataque al convoy militar.
Durante más de la mitad de la película mi sonrisa alcanzaba los lóbulos de las orejas,... hasta que se reveló el plan del villano.
En principio hay dos villanos, el brutal y el sutil. El primero es un trasunto talibán de el Mandarín (su organización se llama Los 10 Anillos y le vemos juguetear con uno muy gordo que lleva) y secuestra a Stark para que le fabrique armas. De hecho, usa armas de Stark para capturar a Stark. Bonita ironía. Gran metáfora. Este es el momento en el que el guionista cruza los dedos: si el público se traga esto, la película sigue adelante. Porque ¿qué hace Stark en la cueva en la que lo encierran? ¿Una radio para avisar al ejército americano? ¿Un GPS para señalar su posición? No. Una armadura. Bueno, vale, va. Si no, no hay peli. Además inventan el tema de las cámaras de vigilancia para justificar que los talibanes no entren todo el rato a curiosear. De acuerdo. Nos lo tragamos. Aunque ven cosas raras y aún así no entran. Y cuando entran, no se dan cuenta de nada. Con talibanes tan tontos lo normal es lo que pasa, que Stark escapa sano, salvo y con una nueva visión del mundo.
Obadiah Stane promete mucho desde el principio. Lo ves a la sombra de los Stark, padre e hijo, y no está a gusto. No tiene el talento ni la fama de ambos, pero les ha dirigido la empresa. Mientras Tony inventa, bebe y folla, Stane lleva el negocio. Legal e ilegalmente, porque vende armas a terroristas. Real como la vida misma. Y, ¿que hace Obadiah? Tanto es su resentimiento que, luego descubres, había pagado a los talibanes para que mataran a Tony, aunque los terroristas deciden que prefieren a Tony vivo para que les haga las armas sin tener que pagar. Los terroristas son listos. Pero Stane es gilipollas. Porque Tony vivo, inventando, y distraido de los negocios por el whisky y las top models es un seguro para que él siga amasando dinero y poder. A la sombra. Como los villanos de verdad. Como Roca en Marbella. Pero no, Stane tenía que estar detrás de todo desde el principio. A los guonistas les enseñan que las casualidades no son buenas para la historia, que tiene que haber causa y efecto, pero a veces se pasan inventando relaciones innecesarias. Porque, encima, a pesar de que intentaron traicionarle, Stane siguió dándoles armas a los terroristas.

Total, que Stark se libera tras descubrir lo que hacen las armas que inventa y decide desmontar el chiringuito militarista. Y es ahí cuando Stane debería encabronarse. Ahí cuando debería intentar eliminar a Stark. De hecho, promueve una acción legal para declarar loco a Stark. ¡Muy bien! ¡Eso es lo que hacen los villanos de verdad! Si la película hubiera ido por ese camino hubiera estado genial. Pero no. Se habían enrollado tanto con el origen que les entra la bulla y la solución fácil es que Stane haga una armadura aún más gorda, se meta dentro, suelte frases chorras de villano chorra y se líe a mamporros con Iron Man. Es decir, estropean a lo que podría haber sido un maravilloso villano.
Y sí, vale, claro que hay que hacer una pelea, pero ¿y si los talibanes se apañaron para reactivar la tecnología que Stark dejó en el desierto? ¿Y si le piden ayuda a los chinos, a los coreanos, a los iraníes...? Demonios, ¿y si es el propio Stane el que les proporciona la armadura? ¿Os imagináis un ataque a Los Ángeles organizado por decenas de terroristas con armadura? Vale, hubiera sido muy caro, pero el seudo Mandarín con armadura tampoco hubiera estado mal. Había alternativas. Y cogieron la fácil y la ilógica. Como siempre.
Al igual que en Batman Begins, el desarrollo del protagonista es magnífico pero la amenaza a la que se tiene que enfrentar es un pegote mal puesto. Y como el final es lo que importa, no sales tan contento como debieras.

Marvel ha hecho la mejor adaptación al cine de uno de sus personajes, pero no ha hecho la mejor película de uno de sus personajes. No es mala, claro que no, pero podría haber sido magistral. A ver si en la segura secuela lo mejoran. Pronóstico: Stark borracho, una novia espía industrial para Tony, y el Mandarín.