martes, 1 de enero de 2013

CÍCLOPE VS. WALTER WHITE

Soy un apóstol de Breaking Bad. Tengo a todo mi entorno siguiendo las aventuras de Walter White. Entre la multitud de sentimientos que provoca el personaje hay uno que destaca por su ausencia: la incredulidad. Todo el mundo ve creíble  el periplo de apocado profesor de química en un instituto a capo de la mafia de las drogas. Nada que ver con las airadas reacciones que está provocando el viaje al "lado oscuro" de Cíclope. Y digo yo ¿por qué?

Walter, en cambio, dice: "Say my name".
Hasta Grant Morrison se unió al club de quejosos: "Ese no es mi Scott Summers. No es mi chico. Los chicos que trabajan en esos personajes están tratando algo nuevo, tratando de hacer avanzar la historia y me parece bien, pero no le reconozco y no creo que él hiciera ninguna de esas cosas". No, claro, con Morrison lo que hacía Cíclope eran cosas como esta:

Hoy en El Gran Debate: "Cuernos telepáticos: ¿infidelidad o desliz?"
Tras casi medio siglo de vida y decenas de autores que han marcado su biografía es normal que un personaje cambie, evolucione, involucione y dé bandazos. La constante, en todo caso, ha sido la de "líder", preparado para ese papel desde pequeño por el Profesor Xavier, con el añadido de ser el líder de un grupo perseguido y casi clandestino, mostrando en sus primeras apariciones incluso desprecio por los humanos que le odian y temen. Y para que tenga el toque Lee, el hándicap de no poder controlar sus rayos ópticos.

Aunque madura y acepta pronto el sueño de coexistencia de Xavier, se mantiene así durante toda la etapa primigenia de la Patrulla-X, e incluso en la época de Claremont-Cockrum-Byrne mantiene el mismo papel mientras los demás personajes van evolucionando a su alrededor. Hasta el suicidio de una poseida  por el Fenix Jean Grey. A partir de ahí el personaje abandona la Patrulla X y se pone a dar bandazos

"Cojo el saco de boxear y me largo, ea"
Hasta que conoce a una sosias de Jean Grey, Madeleine Pryor. Más que sosias, un clon creado por Mr Siniestro, como luego se reveló. En un ejercicio de madurez y ejemplo de superación de traumas pasados, Cíclope se casa con Madeleine y fabrican un Nathan. Y cuando intenta reconquistar el puesto de jefe de la Patrulla, una Tormenta sin poderes le da una patada en el culo al cada vez más sosainas personaje. Pero, tate, resulta que Jean Grey no estaba muerta, y el íntegro y consecuente Cíclope abandona a su mujer y a su hijo para irse con otra que es igual que su mujer. Pero sin hijo. Ay, Cíclope, bribón... Bueno, sea como sea, en ningún caso oímos a Lee o a Kirby diciendo que ese no era su Cíclope.

Y no sólo vuelve con su amor de juventud, sino que recrea, en forma de Factor X, la superpandi del Instituto. Eventualmente la despechada Madeleine, tras unas cuantas aventuras con la Patrulla-X, se transforma en la Reina Duende y acaba suicidándose, que hasta en eso es una copia de la Grey. Quitada de en medio la copia, Cíclope y Jean Grey se casan. Creo que ni se hicieron fotos, porque, total, las iban a confundir con las de la boda de Cíclope y Madeleine.

Tras muchas aventuras y sobrevivir incluso a las garras de luminarias como Scott Lobdell, Cíclope se funde con Apocalipsis y es dado por muerto, justo antes de resucitar y ser "adoptado" por un Morrison que, por arte de birlibirloque, transforma al soso, agobiado e inseguro Cíclope en esto:

Pa chulo, mi pirulo.

Preguntado al respecto en su momento, Morrison dijo que este cambio súbito de personalidad se podía deber a la posesión por Apocalipsis. El caso es que esta nueva versión del personaje, seguro de sí mismo, profesional, capaz de resolver problemas,... sí daba, por primera vez, la imagen de un líder. Tan seguro en su actividad pública como tarambana en lo privado, se lía con la ex-villana heroína-chunga Emma Frost, un movimiento que tampoco casa con el Cíclope anterior, algo que no cortó a Morrison.

Desde entonces, y con el empujón que le da el guionista escocés, Cíclope se reivindica como el líder no sólo de la Patrulla-X sino de la propia especie mutante, responsabilidad que se agudiza cuando, tras Dinastía de M, ve cómo sólo queda el 10% de la población mutante, que se aboca a la total extinción. Desde ese momento sus movimientos se vuelven más a la vez más agresivos (creando una fuerza clandestina de autodefensa con el nombre de X-Force) y defensivos (instaurando un gueto mutante en la isla de Utopía), en claros paralelismos con la historia del Estado de Israel.

Este proceso dura varios años y conduce a Cisma, donde Cíclope y Lobezno se intercambian sus tradicionales papeles, formando el primero un grupo que parece dispuesto a lo que sea necesario para proteger su especie, hasta llegar a  esta situación que se resumiría en: "Es imposible", dijo el orgullo. "Es arriesgado", dijo la experiencia. "No tiene sentido", dijo la razón. "Usa la Fuerza Fénix", susurró el corazón. Que es lo que estamos viendo en X-Men Vs. Avengers.

Dejando aparte la calidad del evento, los que ven en los actos de Cíclope una aberración, una traición a la esencia del personaje, desconocen u olvidan que la esencia del personaje ha cambiado a lo largo de las décadas, y que todo ha formado parte de un proceso de evolución en los últimos años y para una vez que se preocupan de planificar algo así, nos quejamos.

Porque lo suyo es quejarse: si no cambia el personaje, porque no cambia, y si cambia, porque no cambia como nos gustaría. (Y no estoy hablando del 700 de Amazing Spider-Man, aunque podría.)

En todo caso los quejosos siempre pueden apuntarse a la explicación que da el propio Morrison: "Quizás ha sido poseído. Siempre está siendo poseído el tío. Quizás le gusta". Lo cual demuestra que hasta Morrison opina sin leer aquello sobre lo que opina... ¡¡porque precisamente eso es lo que pasa!!