jueves, 8 de agosto de 2013

LA COMIC-CON DE ¡YO DIGO NO!: LA BADGE O LA VIDA

Llegar a San Diego conlleva unas 18 horas de vuelo y dos o tres trasbordos. También tienes que buscar hotel, lo cual hay que hacer con bastante antelación y no es barato. Pero nada de lo anterior te va a servir de nada si no tienes entrada, en forma de acreditación, o dicho en inglés con resonancias míticas, The Badge.

Una badge para los cuatro días, de jueves a domingo cuesta 150 dólares, que suben a 175 si añades la tarde-noche del miércoles. La mitad para niños, militares y jubilados. Si quieres para sólo un día, pues 42, aunque no puedes comprar entrada sólo para la tarde-noche del miércoles. Y, como todo hoy en día, o la compras por internet en la web del evento, o no hay tu tía. Y para ello tienes que registrarte previamente en diciembre, para luego comprarla en febrero en una fecha y hora que te anuncian mediante el email que les das al registrarte. Este año todas las entradas se vendieron en dos horas. Cinco meses antes del evento.

Claro que hay opciones gratuitas, más allá del hurto y la falsificación. Profesionales y expositores tienen entrada gratuita. Bueno, lo de los expositores es un decir, que bastante bien les cobran el metro cuadrado de stand, pero los profesionales sí que la tienen gratis si acreditan su condición. Para ello, en diciembre se abre un plazo para que mandes documentación sobre lo que haces. En mi caso, una captura de imdb y otra de la página de Kandor Graphics sobre mis colaboraciones con la productora granadina, y también una captura de la web de Champions League of America (¡si no la conoces ya estás tardando!) y otra de este blog. Cosas, en definitiva, que sean comprobables por la organización.

Como veis, la definición de "profesional" es muy laxa, mejorando lo presente. En la primera cola de las muchas que tuvimos que hacer, y como había wifi (esponsorizada por la serie Teen Wolf) nos dedicamos a googlear el nombre de los profesionales que nos rodeaban, y había de todo un poco: actores de medio pelo, diseñadores, gente de efectos especiales de los que le ponen el 3D a las películas que no son de 3D que son de lo peor dentro de la gente de efectos especiales,... Incluso gente sin presencia aparente en internet. Nadie ni remotamente famoso en su campo. Y es que hay profesionales y profesionales, como en todo.

Total, que  a las seis semanas de solicitarlo te dicen "aceptamos profesional como animal de compañía" y que, en su momento, cuando ellos te avisen, a finales de enero, puedes intentar pedir tu acreditación. Emoción hasta el último momento. Y, o andas espabilado, o te quedas sin nada. En nuestro caso tuvimos suerte, pero seguro que hay mucha gente, profesionales o no, que se quedó sin acreditación. Y eso que, entre unos y otros se calcula que cada año asisten 130.000 personas, y no son más porque el Fire Marshal, (que es quien parte la pana realmente en la Comic-Con y que tendrá su propio post) no quiere por motivos de seguridad.

Cuando te aprueban la acreditación te mandan un pdf con un código de barras y tu nombre (que en mi caso se quedó en un JosÚ Machuca) para que el día de la inauguración te presentes en el centro de convenciones y, enseñando el pdf impreso y el pasaporte, tachán, te dan tu acreditación, una bolsa-mochila, y los tres libros oficiales del evento.

Mission accomplished!!

Ahí es cuando empiezas a darte cuenta de que todo en la Comic-Con está esponsorizado. El cordón de la acreditación lo está por la serie Dexter y en la bolsa-mochila aparecen distintas imágenes referentes a series y películas de la Warner. Y no sólo eso, sino que dentro de la bolsa hay ¡una capa! para que la despliegues y vayas así por la Comic-Con, que de esta manera cuenta con 130.000 hombres-anuncio en potencia. Pero yo creo que es mejor que lo veáis por vosotros mismos.

También había de Godzilla, la nueva de 300 o Lego Movie, que era la más horrible de todas.


 O más en detalle:

Mai neim is Olive Cuín...


¡Zas! ¡En toda la boca!

Probablemente esto es más respetuoso con la serie original que lo que está haciendo DC ahora.


A mí me tocó la de Arrow, que no es de las peores, aunque las de The Big Bang Theory, Teen Titans Go! y una del Batman de los años 60 eran de las más molonas. No es raro que haya intercambio de bolsas entre los asistentes, y el domingo por la tarde puedes ir a los stands de la organización, que si les han sobrado, las ponen a disposición de quien se las quiera llevar. Al principio te la pones, pero luego te das cuenta que lo que hace es estorbar y engancharse a todo el que pasa y, total, en los stands te dan bolsas de plástico si compras algo.
El de en medio no llevaba mochila. No había mochilas así de horribles.

Volviendo a la badge, siempre te están diciendo que la lleves al cuello. Te la piden en la entrada, y luego en algunos puntos del pasillo que rodea el enorme hall central donde están los stands, y también en las puertas que conducen al hall central, e incluso en la entrada a algunos eventos, sobre todo los del Hall H. Pero sobre todo ¡no la pierdas! porque, profesional o no, tienes que pagar los 175 dólares de rigor por un reemplazo, aunque la pierdas el domingo por la tarde.

Lo que no hacen, o yo no lo vi, es comprobar si tu badge es tuya, así que aunque todas tienen el nombre del titular, se la puedes dejar a cualquiera. O venderla, que el negocio de la reventa es pero que muy boyante. También puedes intentar falsificarla, o intentar usar la del jueves para el viernes, pero ahí sí que te pueden pillar, que fui testigo de cómo a uno no le dejaron entrar porque no tenía la acreditación en regla.

Y hablando de dejar entrar o no, la verdad es que no puede haber mejor ambiente en la Comic-Con. Amabilidad y educación tanto por parte de la organización como de los participantes. Ahora bien, teniendo en cuenta la pesadilla que es pasar el sistema fronterizo de EEUU, y que en algunos bares te registran la mochila, me llamó mucho la atención el poco control de seguridad que había al entrar. Y eso que la Comic-Con es un evento muy llamativo y muy publicitado y casi una invitación para cualquier tipo de... acción llamativa y publicitable.

Y también el sitio con más superhéroes por metro cuadrado del mundo, lo cual lo explica todo, claro. Pero ya hablaremos del cosplay dentro de unos cuantos posts. El próximo día: ¿qué se puede hacer en la Comic-Con?

2 comentarios:

Blogrente dijo...

O sea, que allí lo de la etiqueta de anís del mono como que no funciona... Envidia de país, tú.

José Enrique Machuca dijo...

La organización es impecable, sin duda. Ya iré contando detalles que me dejaron muy alucinado.