sábado, 28 de agosto de 2010

SPIDERMAN: RENOVARSE Y MORIR

Esto iba a ser un comentario en el blog de Pedro Angosto, pero al final he decidido trabajar para mí mismo. Acreditemos a Pedro como muso de esta entrada.

Y es que Pedro no paraba de alabar la actual andadura de Amazing Spider-Man, ese Brand New Day que ya va para tres años y que iba a redefinir al personaje. En su primera "temporada" nos vendieron nuevos villanos y nuevos secundarios. Lo ridículo fue cuando nos explicaron que cada nuevo secundario era la personalidad secreta de cada nuevo villano. Pero de esto ya hemos hablado antes, y fue lo que me convenció para dejar de comprar y leer la serie.

Así que pedí prestados los números de Panini que no había leido y, ojo, está un poco mejor que la primera, es cierto, pero siendo menos filfa, filfa sigue siendo.

Porque los chicos de Stephen Wacker, ante el éxito de la idea de usar nuevos villanos y secundarios, tras, seguro, un intenso brainstorming, decidieron usar ¡viejos villanos y secundarios! Renovados, claro que sí.

Pues no.

Porque vale que JJ Jameson como alcalde de Nueva York tiene su gracia, aunque se cargue todo verosimilitud sobre el proceso electoral y, para postre, esa consigna de que en Marvel, lo que no es extraordinario es tal cual es en la realidad. Y sigue siendo el mismo JJ que odia a Spidey y le manda robots con una televisión en el pecho que muestra su cara. Toda una renovación.

Luego está el tema de la identidad secreta. Nos habían vendido que la intervención de Mephisto había curado a tía May y reescrito la continuidad a cambio del amor de Mary Jane y Peter. Pues no. Ya se nos está insinuando que el hecho de que nadie recuerde que Peter es Spiderman tiene otro origen. Total, ¿para qué se molesta? si ya se lo ha dicho a Los 4 Fantásticos, a Los Vengadores y Mary Jane lo sabe también.

A los 4F se lo dice en una aventura en una dimensión en la que el tiempo va más rápido, y de la que vuelven dos meses después de salir. Peter se tira dos meses fuera de su casa y nadie dice nada, a nadie le extraña, a tía May no le da un infarto,... bien, Wacker, bien.

Los intereses amorosos de Peter también se renuevan. Por eso Mary Jane vuelve, diciendo "tigre" y rondando a Peter. Y la Gata Negra también, y a la vez, oye, mira qué casualidad. Y se lía con Spiderman pero desprecia a su otro yo, aunque ni sabe quién es. Algo nunca contado. Ah, Tía May se casa, y con el padre de Jameson. Y sin necesidad de ir al programa de Juan Y Medio. Mis lectores andaluces saben de lo que hablo.

Y, puestos a renovar, no podemos olvidar a los villanos. Porque un Dr Octopus no con cuatro, sino con ¡ocho! brazos no es una renovación, es una doble renovación. Bastante mejor está el Camaleón, aunque esa historia del impostor que diluye su personalidad en la de sus impostados ya nos la contaron hace muchos años con el Blanco Humano de DC.

El amigo Pedro ha alabado a Fred Van Lente como un nuevo Peter David. Y es verdad que el mejor capítulo de los que he leído lo escribe él, ese en la que el Camaleón se hace pasar por Peter e interactúa con sus amigos y familia con el fin de comprender a su suplantado. Una gran historia, vale, pero Peter David no me ha estafado nunca como Van Lente. Y me explico:

El nuevo modus operandi del Camaleón consiste en secuestrar a sus futuros suplantados, hacerse una careta con su cara, y destruir sus cuerpos en ácido. Para ello ata a su víctima a una silla que está sobre una trampilla que, cuando se abre, arroja silla y víctima a un pozo de ácido.


Nuestro Van Lente lo muestra como anticipación de lo que luego va a sucederle a Peter Parker que, efectivamente, es arrojado, inconsciente, al pozo.

Luego vemos la silla vacía, el pozo de ácido, el Camaleón transfigurado, y nos preguntamos dónde está Parker.

Muerto no, seguro, pero ¿cómo ha conseguido salvarse? Mientras leía la historia de Camaleón disfrazado como Peter no dejaba de esperar el momento en el que se revelaría el destino de Parker. Grandes expectativas estas, pobre iluso yo.

Así que llega el amigo Lente, Van para los amigos, y nos cuenta que, cuando Parker cayó al pozo, éste estaba vacío y entonces empezó a llenarse, lo que dio tiempo a que Peter, que mira tú que casualidad, llevaba los lanzarredes, hiciera un capullo de red para protegerse del ácido. Un capullo como Lente que nos muestra un pozo lleno de ácido en el asesinato de la primera víctima, y no nos muestra nada cuando Peter cae al pozo que luego resulta que estaba vacío. Capullo, él y el Wacker que permite estas estafas narrativas.

Siguiendo con los villanos también hay un nuevo Buitre... que echa ácido por la boca, como todo vultúrido que se precie, y el mismo Electro de siempre con cicatrices en la cara. La renovación cicatrizada. Y detrás de toda esta renovación, la vengativa viuda y la revanchista hija de Kraven el Cazador, demiurgas de esta villanesca renovación, al estilo del Nerón de DC.

Pero mi favorita es la parte de la familia Osborn. Obviamente, con Osborn en todas y cada una de las series Marvel, pues tenía que salir, aunque hubiera estado genial que el único sitio donde no saliera fuera en Spiderman. Ahí se les ha escapado una buena. Bien, el caso es que Osborn padre chantajea a Osborn hijo para que se una a él como el nuevo superhéroe American Son. El chantaje consiste en hacerle creer que el hijo que espera la ex novia de Harry es de Harry y no, ¡es de Norman! Dejando aparte el sonrojante aroma de culebrón barato, ¿no es este el mismo Norman que dejó embarazada a Gwen Stacy? "Pichabrava" Osborn, le tenían que llamar.

Pero el remate del tomate es la reaparición de personajes de la denostada Saga del Clon, el tal Kaine, otro que no sé quién es y que confunde a Peter con el rancio de Ben Reilly. ¡Es que no se puede renovar más!

Total, que viendo el éxito de la renovación, Spiderman pasará a ser escrita en su totalidad por Dan Slott. Total, es mejor pagarle a uno sólo que a lo mejor lo hace bien, que a cinco que nada más que hacen el ridículo. Pero antes Quesada vuelve a dibujar y a guonizar para, dicen, resolver todo el tema de Mephisto que, visto lo visto, al final no hizo nada, ni arregló, ni, mucho menos, renovó nada.

Y vale que esto de los superhéroes es volver a contar lo mismo una y otra vez, pero, al menos, que no me lo vendan como algo nuevo.

PD. A mí me ponen delante a esta Mary Jane y huyo por mi vida. Un monstruo, el Wacker, aprobando portadas.


Mary Jane Watson, antes conocida
como Manuel Jesús Watson