viernes, 26 de febrero de 2010

DC: De Consejos

Fieles a nuestra promesa, las sugerencias de ¡Yo Digo No! para la nueva DC. Caso de que haya una nueva DC, claro.

Mejorar el trato con los autores. Contratar a Carlos Pacheco o a los Kubert y que pasen sin pena ni gloria es de una torpeza infinita y total. Cambiar sobre la marcha las condiciones de los contratos de la línea Vertigo y hacer huir a Garth Ennis y Warren Ellis a IDW es para hacérselo mirar. Es verdad que DC tiene una buena cuadra de dibujantes, siendo Amanda Conner y Frank Quitely los que más me atraen, sin olvidar a Ivan Reis o Gary Frank. Sin embargo como escritores de calidad sólo tienen a Johns y a Morrison en días alternos y un Straczinsky que está pensando en sus películas más que en sus tebeos.

Mirar al futuro. Dejar de escribir historias que arreglan problemas creadas por otras historias. No ser esclavos de la continuidad. Saber que la continuidad es una herramienta, no un fin. En DC tendrían que hacer carteles motivadores con frases como la anterior, a ver si se les mete en la cabeza.

Limpiar el dramatis personae. En DC hay demasiados velocistas, arqueros, murciélagos, linternas y personajes con una S en el pecho. Un personaje empieza a ser especial si es lo más único posible. Lo cual engancha con lo siguiente:

Prohibido matar. Punto. ¿Para qué matar si luego vas a resucitar? Si encima, cuando matas enseguida le colocas el uniforme al sidekick de turno para, al resucitar al muerto, tener dos personajes con el mismo nombre ¡O tres! Sobre todo si todo el mundo sabe lo que va a suceder al final y van a pasar del sustituto hasta que regrese el original. Sólo les funcionó con Wally West y hasta eso han estropeado.

Crear escenarios. Los eventos DC, más allá de especiales y crossovers se quedan en sí mismos. No tienen consecuencias para los personajes y, sobre todo, el escenario donde se mueven. Si quieres crear Universo los eventos deben afectar no sólo a los personajes, sino al ambiente que les rodea. Es posible contar historias propias y enclavarlas en un escenario común llamado Universo DC, incluso encontrar inspiración para nuevas y mejores historias. Al fin y al cabo la esencia de la narrativa es enfrentar a los personajes con dificultades inesperadas. Desconfiad de los autores que siempre se quejan de lo bien que estaba lo que ellos estaban preparando y lo mal que quedó por las "injerencias editoriales".

¿Alguna idea más, queridos míos? Ms. Nelson está leyendo, de veras, y toma buena nota. Que sí, eh.

miércoles, 24 de febrero de 2010

DC: De Cambios

No pudo ser. Didio sigue en DC y, de hecho, ha sido ascendido. Él y otros cuatro. Diane Nelson, la nueva jefaza ha construido un nuevo Equipo Editorial a su alrededor en una situación que recuerda a aquella DC de principios de los 80 que veía cómo Marvel se la comía con papas bajo el liderazgo de Jim Shooter y el talento de Michelinie, Mantlo, Byrne, Pérez, Starlin, Claremont,... DC tenía a Julie Schwartz como Editor y contaba con los talentos de Swan, Infantino, Bates, Kanigher, Andru,... Grandes autores en el pasado pero que ya con conectaban con el gran público.

La solución la encontró otra mujer, Jennette Kahn, que formó su equipo con un guionista, Paul Levitz, y un dibujante y entintador, Dick Giordiano. Sus esfuerzos sirvieron para que en cinco años los grandes nombres estuvieran en DC y ésta se convirtiera en la referencia. Como los tiempos cambian y la DC de entonces no era el monstruo editorial actual, Diane Nelson ha recurrido a más gente para reconducir la empresa, entre ellos un guionista y un dibujante.

He de confesar que servidor de ustedes se lía con todos estos cargos yanquis: que si Publisher, que si Editor (léase edeteh en yanqui y editah en british), que si Executive, que si Officer, ,... La idea es que Didio y Jim Lee se reparten el cargo que Paul Levitz dejó a la llegada de Nelson, o sea, Publisher. Geoff Johns ocupa un cargo creado para él, Chief Creative Officer, algo así como Oficial Creativo Jefe, o Jefe Oficial Creativo o Creativo Jefe Oficial,... Además hay otros dos, un tal John Rood, que se ocupa de las ventas y el marketing y otro tal Patrick Caldon, que maneja las finanzas y la administración. La misión de los tres primeros es hacer felices a estos dos.


El objetivo de Nelson es meter a los personajes DC hasta en la sopa. No sólo hacer tebeos. Lo de los tebeos es negocio, claro, pero sobre todo fuente de negocio: personajes e historias que se puedan convertir en películas, series, dibujos animados o figuritas del Burguer King. Por eso DC tiene que tener una pata en Nueva York y otra en Hollywood. O sea, Didio se queda en Manhattan y Lee se queda en San Diego, a tiro de autovía de Los Angeles.

La incorporación del coreano tiene mucho sentido no ya por su experiencia en Wildstorm, a la que últimamente tiene abandonadita, sino sobre todo por la buena fama que tiene en la industria yanqui de tío tranquilo y conciliador. Sólo sus buenos oficios (y los de Scott Dunbier) consiguieron que Alan Moore no huyera a las primeras de cambio cuando DC compró Wildstorm y, como consecuencia, los ABC Comics de Moore. Moore huyó a las segundas de cambio, pero duró más de lo esperado. Esta capacidad que tiene Lee de llevarse bien con todo el mundo puede ser determinante para atraer talento a DC.

Otro movimiento, en principio inteligente, es convertir a Johns en jefe creativo de DC. Las mejores historias de DC de los últimos años se deben a su pluma teclado y pocos como él conocen y saben sacarle potencial a los personajes de la compañía, a veces hasta la extenuación, como en el caso de Green Lantern. Sin embargo esto puede tener el problema de que su personalidad e ideas se impongan tanto que otros escritores se muestren renuentes en incorporarse a la editorial. Además, Johns hará de asesor en todos los proyectos fílmicos relacionados con los personajes DC.

DC anuncia grandes cambios para los próximos meses y vaya que si le hacen falta. La DC de ahora los necesita, y como sabemos que Diane Nelson nos lee y nos hace caso, en el próximo post le haremos unas sugerencias.

lunes, 15 de febrero de 2010

DC: De Culo

Mira que me da penita decirlo, pero DC va de culo. Y el responsable tiene nombre (Dan) y apellidos (Didio).

Cuando Didio entró en el año 2002 como Vicepresidente-Editorial ( su exigua experiencia en el mundo del comic consistía en realizar series de animación basadas en algunos personajes de tebeo, siendo la más destacable la Hada Madrina de Jill Thompson. Es costumbre en el mundo empresarial contratar a gente ajena al negocio para que traiga nuevas ideas que no estén viciadas por la experiencia. Didio venía viciado de fábrica.

En 2004 Didio ascendió a Vicepresidente-Director Ejecutivo (Ejecutable debería ser). Su mayor logro había sido fichar al best seller Brad Meltzer para guionizar Crisis de Identidad, una obra más que potable pero que resume a la perfección las dos principales características de Didio como Editor: la muerte como recurso dramático y la sobreexplotación del pasado.


Si hasta él mismo lo dice...

Didio tiene obsesión con la muerte. Con matar personajes. Como si la muerte fuera el único recurso dramático posible. Como si la muerte como recurso dramático no fuera un chiste desde hace años. Un chiste ridículo en el caso de DC. Los "siete grandes" de DC, es decir, los primeros componentes de la JLA (Superman, Batman, Wonder Woman, Detective Marciano, Flash (Barry Allen), Green Lantern (Barry Allen) y Aquaman) ¡han muerto todos! Pero es que el octavo miembro, Green Arrow ¡murió también!

Durante estos años Didio ha oscurecido el Universo DC a base de drama y muerte. Para su limitada mente, lo contrario del drama es la comedia. Si quieres drama tienes que eliminar la comedia, y su cometido, como vimos en el post anterior, ha sido eliminar a los personajes de la JLA y Young Justice, dos de las series más frescas y divertidas de la DC de las últimas décadas.

En Crisis de Identidad empieza el rosario de muertes de la Justice League y además, el título es un reclamo descarado al megaéxito de veinte años atrás, sin tener nada que ver con él. Pero como le fue bien, pues al ataque: que si infinita, que si final. Y los cientos de series, miniseries y especiales asociados. Algunas buenas, como 52, que a punto estuvo de fastidiar con su prepotencia. Otras basura como Cuenta Atrás, que el muy pánfilo se atrevió a calificar como "52 bien hecha". Tan prepotente que hasta se está atreviendo a guionizar, porque, pánfilo e ignorante, Didio piensa que dibujar es difícil, pero guionizar es muy fácil, que cualquiera lo puede hacer. Como si fuera un Bill Jemas cualquiera. Y todos sabemos cómo acabó Jemas.

Y debe pensar que guionizar es fácil porque tiene la suerte de tener en plantilla a un tío como Geoff Johns. Johns es la flor en el culo de Didio, un tío que se conoce el Universo DC como si lo hubiese parido, y con el talento de arreglar todos los desaguisados que Didio debería evitar y que, sin embargo, promueve.

Es una pena que el Universo DC funcione así. Lleva muchos años haciéndolo y no hay quien lo arregle. La mitad de las historias crean problemas y la otra mitad intenta resolverlos. Verbigracia: muere Superboy en Crisis Infinita (a manos del Superboy Prime, una ironía aceptable) y muere Bart Allen tras haberlo hecho crecer aceleradamente y comprobar que el resultado es una chapuza. Y te tienes que inventar una historia, La Legión de Tres Mundos, que no sólo arregle esto, de manera bastante postiza, sino que de paso ponga un poco de orden en todo el lío de Legiones que tienen montado en DC.

Y tan ridícula es la sarta de muertes en el Universo DC que se tienen que inventar otra miniserie, La Noche más Oscura, no sólo para resucitar a todos los muertos, sino para justificar por qué nadie se queda difunto. Y la idea no es mala. De Johns, claro.

Pero es que así no hay manera. Así el Universo no avanza, no evoluciona, no interesa. Es un paso adelante y otro atrás. Y sin intención de arreglarlo, los próximos lanzamientos tras La Noche más Oscura prometen una miniserie de la Justice League (Generation Lost) en la que los personajes investigan ¡por qué han muerto tantos miembros de la Justice League! Peor aún, los últimos rumores hablan de cambios en el staff editorial de DC después de que Warner haya decidido supervisar más de cerca su editorial de tebeos. Para evitar su posible despido Didio estaría pensando en la posibilidad de crear secuelas y precuelas de Watchmen. ¿Mirar al futuro? ¿Para qué?

Y aún tenemos otro ejemplo de ese mirar al pasado y de esa necesidad constante de resolver problemas en vez de contar buenas historias. Otro problema del Universo DC es la multiplicad de personajes con el mismo nombre: Green Lanterns, Green Arrows, Flashes,... Mucha muerte, mucha muerte pero al final, como siempre acaban resucitando, tenemos al sustituto(s) y al original dando guerra al unísono, porque nadie se atreve a jubilar a los personajes mayores, ni siquiera con 67 años. Pues esperad una miríada de historias intentando arreglar el tema. Ejemplo: a uno de los arqueros le han arrancado un brazo. ¿Un arquero menos? Bah, volverá disparando flechas con los dientes, seguro.

Didio es odioso. Odiamos a Didio. Que le den a Didio. Pero ya.

Y para los que hayan visitado este blog por lo que lo han visitado y habéis aguantado hasta el final del artículo, ahí lleváis vuestro premio, el Mejor Culo de España 2009 y a su dueña, Eva Fernández.



¡FELIZ BIG CULO DAY!