jueves, 31 de diciembre de 2009

EL 2009 DE ¡YO DIGO NO!

Fin de año, fin de década. Salvada la tentación de hacer lista de “lo mejor de…” seguiremos con la tradición de recordar lo que nos ha llamado la atención este año, que acaba como empezó, con la informática dando la lata.

Lo que esperábamos. A principio de año nos planteábamos una serie de cuestiones sobre lo que iba a pasar en el 2009. Planeta ha mejorado. Al final la apuesta de Planeta por autores españoles ha sido poca, que no está el horno para bollos. Panini ha seguido a su ritmo. DC apenas ha espabilado. Heroes ha seguido tan mal en la 4ª temporada como en casi todas las anteriores (huele a muerto). No ha habido ninguna “siguiente gran cosa” este año, ni siquiera los tebeos para iPhone. El blog ha aguantado, aunque con dificultades, otro año más, igual que el PC. De hecho este es el primer post que escribo desde el nuevo, que ha nacido dando un poco la lata, a ver cómo sigue. Y la crisis, que afectó a todo, no se notó en los tebeos tanto como en otros muchos sitios.

Menos chicha. Dejando aparte el segundo semestre de locos que uno ha tenido, este año ha habido menos posts porque, lógicamente, los temas se agotan. Es decir, ¿cuántos posts se puede hacer sobre un tema? Bueno, si es sobre Loeb, muchos. Y cómo nos lo hemos pasado. Ahora mismo Loeb se encuentra dedicado a su Hulk multicolor y sin proyectos nuevos en perspectiva. Decía algo de hacer unos Ultimates con Frank Cho, pero no sé en qué quedó aquello. En nada, espero.

Frenesí planetario. Poco que añadir al post inmediatamente anterior. Mejora técnica (desde que El Catálogo del Cómic se ha encargado del tema), cambios editoriales importantes (la salida de Antonio Pérez) y una búsqueda continua e infructuosa de formatos y estilo. Eso sí, también publicó el mejor tebeo del 2009.

Editores charlatanes. Tanto José Luis Córdoba (Panini) como David Hernando (Planeta) usaron el púlpito internetero para comentar aspectos generales y particulares del negocio editorial. Lo cual se agradece. Lo que no acabo de entender es por qué no aprovechan sus propios tebeos para hacerlo.

El primero y el mejor. Grant Morrison demostró con All Star Superman el amor que tiene por el personaje y lo mucho y bueno que se sigue pudiendo hacer con él. Planeta lo va a reeditar corregido (esa portada duplicada…) así que si tienes dudas con algún regalo de Reyes, es una magnífica opción.

El mundo de las grandes empresas. Disney compró Marvel, lo que fue un gran negocio para Marvel y una adquisición que Disney aún tiene que empezar a rentabilizar. No se prevén grandes cambios en la editorial de Spidey. En la editorial de Supes debería haber grandes cambios (¡¡ese Didio!!) pero tampoco se esperan a pesar de que Warner ha decidido tener un mayor control sobre su filial.

El mundo de las grandes editoriales. Contra lo que cabía esperar DC ha espabilado bastante en los últimos meses en cuanto a ventas. La razón es Blackest Night, la saga en la que todos los muertos resucitan y que demuestra que el lector de superhéroes está hambriento de buenas historias DC. Otra cosa es lo que se les está dando habitualmente. La media es bastante mejor en Marvel, que acabada Invasión Secreta ha estado un año contando historias enclavadas en Reinado Oscuro, que ha resultado ser un megaevento sin maxiserie asociada. Lo que algunos verían como imposiciones o injerencias editoriales en Marvel lo ven como un motivo de inspiración y un desafío para sus guionistas que, en general, han aprovechado de manera satisfactoria la nueva situación. Además Quesada ha hecho durar la historia justo hasta cuando estábamos empezando a hartarnos de Norman Osborn, al que sólo faltó ser el malvado casero de Tía May.

Pelis. Si la memoria no me falla Watchmen y X-Men Orígenes: Lobezno fueron las películas tebeeras del año. La primera nos gustó, aunque con peros, y la segunda no, sin peros. Ambas pusieron de moda una manera de presentar los títulos de crédito que ya ha sido parodiada genialmente en Bienvenidos a Zombieland. (Tenéis que verla)

In y Out. Hace unos años se puso de moda hacer listas con lo que estaba de moda y lo que no estaba de moda. En Marvel siguen de moda los Vengadores y todo lo que les rodea y siguen sin estar de moda los mutantes. Ese debería ser el próximo objetivo de Quesada. En DC siguen estando de moda las series mediocres (la gran mayoría) y, tras una década de muertes, se han puesto de moda las resurrecciones. Pero ya hablaremos de eso un poco más adelante.

O sea, el año que viene. ¡FELIZ AÑO NUEVO, BUENOS ALIMENTOS Y MEJORES TEBEOS!

domingo, 27 de diciembre de 2009

HERNANDO HABLA

La excelente y exhaustiva entrevista que David Hernando ha concedido a Zona Negativa (aquí y aquí) da para mucho. Está muy bien que Hernando aproveche para informar del plan editorial de Planeta para el próximo año, pero estaría mejor que dedicara un par de páginas de sus tebeos a contárnoslo.

Aunque la calidad técnica de los tebeos de Planeta ha mejorado mucho en el último año desde que el Catálogo del Cómic tomó las riendas del tema, la sensación que me da la entrevista es que en Planeta hay mucho desconcierto. Para cada lanzamiento nuevo buscan el formato adecuado y se van dando cuenta de que lo que sirve para una colección no sirve para otra aparentemente similar. En ese sentido Panini suele tener las ideas más claras y resulta fácil adivinar en qué formato va a publicar cada serie/miniserie nueva.

En el caso de Planeta está resultando difícil incluso saber cómo va a acabar una saga concreta. Es perfectamente comprensible que si una colección va mal de ventas y quedan pocos números por publicar, se intenten sacar en un formato distinto para no dejar a los lectores fieles colgados. No sólo comprensible, sino de agradecer.Ahora bien, lo de Batman R.I.P., en tomo de tapa dura a precio de jamón de tres bellotas es un poco de caradura.


Porque se trata no ya del fin de una saga, sino del fin de una etapa del personaje que se ha publicado en un formato concreto y porque la colección va a continuar más allá de dicha etapa en ese mismo formato. Es mala política, es jugar con los lectores y es intentar, me parece, maquillar una cuenta de resultados. Yo piqué. Con un pellizco en el estómago y mucho cabreo, piqué. Pero no más. Hay maneras más sencillas y rápidas de terminar de leer una saga como esa, que implican ahorro de dinero, adsl y un nivel medio de inglés. Todos podemos “jugar en otra liga”, Hernando. Cuidadín, cuidadín.

Hernando lee Internet. Muchas de sus respuestas no están sólo motivadas por las preguntas que le hacen, sino por lo que hemos publicado muchos en nuestros blogs y similares. Yo de él ni me preocuparía. Entiendo que intente buscar pistas o reacciones a su política editorial, pero él mismo reconoce que lo que hace feliz a unos a otros les enerva. Uno de esos temas eternamente polémicos es el de grapa contra tomo. Si lo sabremos en este blog

El hecho de que se cierren varias de las colecciones de grapa como JLA, JSA, Titanes, Nuevos Titanes, Green Arrow ha agitado a los graperos, que ya hablan de una conspiración planetaria para acabar con este formato. Yawn. Los que acabamos con el formato somos los que dejamos de comprar esos tebeos en ese formato. No soy uno de ellos, pero debería serlo. Porque el mayor problema que tiene Planeta al publicar los tebeos de DC es la propia DC. Porque los tebeos de DC, de media, son malos.

España es territorio de Coca Cola, de McDonalds, de Star Wars y de Marvel. Para que DC pueda competir con Marvel en Españ,a DC tiene que ser muy buena. Y lo fue en su época, hace veinte años. De hecho algunos de los mayores éxitos de Planeta publicando DC son reediciones de los tebeos de aquella época gloriosa. En la actualidad, salvo honrosas excepciones, DC da pena.

Por ejemplo, McDuffie se ha cargado la JLA preocupándose más de introducir personajes afroamericanos (nada que objetar), que de contar buenas historias (todo que objetar). Los que alababan a este escritor por los dos capítulos que firmó en la serie de dibujos animados seguro que han tenido momentos más afortunados. JSA, más que mala es aburrida. Green Arrow es una colección del montón, y Marvel publica mejores colecciones del montón que ésta. Outsiders, Titanes, Supergirl, Titanes del Horror,… que diga, del Terror,… no son un elenco del que sentirse orgulloso.

Así que Hernando tiene una misión doblemente difícil, que es publicar unos malos tebeos de una editorial que nunca ha acabado de consolidarse en España y en una época de crisis en la que los que compran tebeos de Panini y de Planeta tienden a refugiarse en la primera editorial.

Si sirve como esperanza, el último año americano de DC no ha sido del todo malo. Aunque estas cosas no son muy fiables, en las votaciones que organiza Newsarama por fin de año DC está arrasando. Entre Flash Rebirth, el Mundo de Krypton de Superman y los títulos y sagas relacionados con Green Lantern, DC ha podido sacar la cabeza tras un par de años dominados por Marvel. Ahora se trata de que en Planeta sepan aprovecharlo.

¿Año nuevo, Planeta nueva? A ver…

jueves, 24 de diciembre de 2009

ES LO QUE TOCA

Yo Digo No, en su constante labor de preservar y promover las costumbres ancestrales y la paz y la concordia entre los pueblos os desea unas Felices Fiestas:

domingo, 20 de diciembre de 2009

FINALES

Que no, que el blog no se acaba. Lo de “finales” va sobre la manera de acabar una historia y viene a cuento del final de 100 Balas, entre otros. Así que, ahora más que nunca, spoilers al canto.


La teoría de los tres actos propone que en el primer acto se presente a los personajes y la situación, en el segundo pasen cosas que hagan avanzar la historia y que en el tercer acto se resuelva el conflicto iniciado en el primero. El primer acto debe enganchar, el segundo debe entretener y el tercero debe satisfacer.


El final de una historia tiene que ser a la vez sorprendente y coherente con todo lo narrado con anterioridad. Al fin y al cabo la narrativa es un tira y afloja entre la anticipación y la sorpresa. Si el escritor no va dando pistas sobre la resolución del conflicto el lector pierde interés, pero si se pasa con la información el final es predecible… y el lector pierde interés.


Otra característica importante del tercer acto es que debe ser ágil, ir al grano y no perderse en abrir nuevas líneas argumentales. En el caso de 100 Balas todos teníamos claro que aquello tenía que terminar como el rosario de la Aurora y que iba a morir hasta el apuntador. La gracia era ver cómo y quién se iba a salvar. En una obra de 100 capítulos la resolución no debería ocupar más de 10 de dichos episodios. Ya desde antes la guerra abierta entre las distintas familias del Trust iba aumentando el número de víctimas, pero los personajes principales iban concurriendo en el mismo lugar-momento para el enfrentamiento final. Perfecto.


Por eso no tiene ningún sentido que de repente te metan la historia de un niño negro que trapichea con drogas y que quiere ser un gangsta con pistolones y cadenas de oro. Primero, porque la historia está copiada de la primera temporada de The Wire y segundo ¡porque no tenía que ver nada con la historia principal! Azzarello había jugado con ese recurso de las historias paralelas e inconexas desde el principio, pero el final de la serie ya no era el momento ni el lugar. Primera cagada.


El final es una orgía de tiros, sangre y fuego. Como era de esperar. Lo frustrante es que parte de los milicianos llega hasta el lugar de reunión de los miembros del trust supervivientes, se líen a pegar tiros y se vayan sin más. Segunda cagada. Y era de prever que fuera Izzy quien finalmente matara a Graves, aunque esa última viñeta en la que no sabes si lo va a matar o no, bueno, ahí ya no sé bien qué opinar, sobre todo tras ver el final de Los Soprano, pero sería más satisfactorio que algún personaje de los principales sobreviviera, ya fuera Graves (final irónico) o Izzy (final feliz).


En los tebeos americanos no hay final. Lo de la “batalla interminable” de Superman es por algo. Vale que cada saga tiene un final más o menos bueno, pero hay una maquinaria editorial detrás que impide que ese final sea un final cerrado. Como ya dijo irónicamente Alan Moore al final de Watchmen, “nada acaba nunca”. Incluso en una obra cerrada como Sandman, Gaiman tiene que conceder a la editorial un nuevo Señor del Sueño que sustituya al difunto Morfeo, aunque luego lo utilicen más bien poco. O el idílico final de Born Again, con Murdock y Karen paseando del brazo. Sabemos que es engañoso y que pasarán por nuevas vicisitudes. Y tanto.


Es curioso como las grandes obras de los 80 coinciden en un final abierto. Crisis en Tierras Infinitas tiene al Psicopirata como último testigo del Multiverso. Watchmen ponía al diario de Rorschach como elemento perturbador, Dark Knight presentaba a Bruce Wayne haciendo planes, aunque seguro que no planeaba lo que luego fue su secuela. Y V de Vendetta tenía a una Evey con mucho trabajo por delante.


Ni siquiera la cancelación del título ni la muerte (ja) del protagonista son una garantía de final cerrado. En Marvel han hecho de la necesidad virtud, y aunque sus sagas-eventos suelen tener un final bastante claro, siempre se apañan para dar pie al nuevo status quo. Al final siempre es más interesante la nueva situación que la resolución de la anterior.


En Dinastía de M, se volvía al Universo Marvel usual, pero sólo con 198 mutantes. Tras Guerra Civil ganaba uno de los bandos, pero el Capitán América moría y empezaba todo el tema de la Iniciativa. O en Guerra Secreta la invasión skrull era rechazada pero daba lugar al nuevo e interesante Reinado Oscuro. Y así hasta… hasta cuando sea.


Hacía tiempo que no finalizábamos post con una pregunta (este es el elemento inesperado). La pregunta (predeciblemente) es: ¿Cuál es tu final favorito?

domingo, 13 de diciembre de 2009

LOEBADAS: EL TOMATUM DE ULTIMATUM

El Universo Ultimate fue uno de los factores que cimentó la carrera editorial de Joe Quesada. Esta franquicia tuvo el éxito suficiente para que Quesada y los suyos tuvieran tiempo para reconstruir el Universo Marvel y convertirlo en la cosa, imperfecta pero divertida, que es hoy en día. Tras 10 años de existencia el Universo Ultimate había perdido mucho fuelle, especialmente en sus X-Men y sus 4 Fantásticos. Hacía falta destruirlo para volver a construirlo, y nadie mejor para destrozar cosas que nuestro buen a amigo Jeph Loeb.


La fórmula se mantiene, faltaría más. Como buena obra de Loeb, Ultimatum tiene un dibujante estrella, David Finch, y un montón de personajes que entran y salen sin ton ni son, que son todos los del Universo Ultimate. Y si al principio de esta serie de Loebadas comparábamos a Loeb con Michael Bay, ahora no nos queda sino compararlo con Roland Emmerich, el director catastrofista por excelencia.


La saga empieza canónicamente, con una presentación de los personajes, casi todos en Manhattan, sin ser la mayoría de Manhattan. Vaya casualidad. De repente, un tsunami se precipita sobre Manhattan, arrasando todo a su paso, y ahogando personajes por doquier. El tsunami es muy selectivo y sólo mata mutantes y personajes que tuvieron dos viñetas y media de protagonismo, como el Daredevil ultimatoso. Además Latveria se congela con todos sus habitantes menos el Doctor Muerte con su armadura con calefacción central. Enseguida se revela que el causante de todo es Magneto, que tiene el martillo de Thor. El que se da cuenta es el profesor Xavier, no sabemos bien cómo, y que lanza un mensaje telepático de alerta que también le llega a Magneto…a través del casco que le protege de la telepatía de Xavier. Loeb in action.


Lo de Loeb con el martillo de Thor ya es patológico. Se supone que Magneto combina sus poderes con los del martillo, que robó en el volumen 3 de Ultimates, para crear la ola gigante y la helada. Vale, lo de la helada es cosa del clima, pero los tsunamis los provocan los maremotos, es geología. Y digo yo, un tío con poderes magnéticos tan potentes como los de Magneto, ¿no podría lanzar un pulso electromagnético mundial? Toda la electrónica destruida, cientos de aviones estrellándose, miles de accidentes de coche, barcos a la deriva, centrales nucleares incontroladas,… Pero no, Loeb quería su tsunami y su nevada.


La Valquiria muere y Thor va a buscarla al infierno vikingo. El Capitán América muere… y también llega al infierno vikingo. O el Capi creía en Odín o directamente Odín es el único Dios verdadero. Ojo de Halcón y Hank Pym, a tamaño gigante, buscan a la Avispa para encontrársela siendo devorada por la Mole. La Avispa estaba a tamaño natural, que si llega a estar a tamaño de insecto ni se enteran. De un bocadito y adiós. Y Magneto llega a la Mansión Xavier y le rompe el cuello al calvorota entre solemnes discursos.


Enloquecido por la muerte de la Avispa, Pym agarra a la Mole y ¿lo aplasta contra el suelo? ¿lo pisotea? ¿lo espachurra contra la pared? No, le arranca la cabeza de un mordisco… Eghs. Pero las hazañas de Pym, plenas de lógica, no acaban aquí. Resulta que hordas de Hombres Múltiples convertidos en hombres-bomba, atacan la base de los Ultimates. La idea es buena. En serio. Loeb la estropea cuando cuenta que los Madrox no van voluntariamente sino que están sometidos psíquicamente. Dejando aparte el hecho de que suicidarse pudiendo hacer infinitas copias de uno tampoco es que sea para tanto. Aun así Loeb no entiende que la gran mayoría de terroristas suicidas lo son voluntariamente y convencidos de lo que hacen. Pero lo que sabe Loeb cabe en la cabeza de un alfiler.


El caso es que Pym llega a la base de los Ultimates, le entrega a la Avispa a Stark diciendo no se qué de un “proyecto Jocasta” y se vuelve hacia los Hombres Múltiples. ¿Se arroja sobre ellos para amortiguar la explosión con su corpachón? ¿Los aleja a manotazos? ¿Usa alguno de sus potingues para reducirlos de tamaño y que no hagan daño? No, no. Los Hombres Múltiples se suben encima de él. Porque sí. Así y ya está. Y no sólo eso, sino que, amablemente, subidos a él esperan a hacer explosión cuando Pym se ha alejado en medio del río para que la explosión no dañe a nadie más. Si es que no hay nada como un terrorista suicida amable. ¡¡Loeb!! ¡¡Loeb!! ¡¡¡Loooooeb!!!


En el infierno vikingo la diosa de la muerte ofrece a Thor y al Capi un dilema: resucitará a la Valquiria, pero uno de ellos dos debe quedarse. ¿Se quedará Thor, cuyo poder podría desbaratar los planes de Magneto? ¿Se quedará el Capitán, cuyo escudo metálico y su fuerza no serían obstáculo para Magneto, por muy genio táctico que sea? Pensad como Loeb. Adivinad la respuesta. La disyuntiva, per se, es una gilipollez. La diosa Hela ya tiene al Capi y a la Valquiria. Su idea de quedarse con Thor le sale bien, pero si llega a quedarse el Capi ¡pierde a la Valquiria! ¡Vaya negocio!


Entretanto Reed Richards y el Doctor Muerte acuden al Universo del Escuadrón Supremo a por el exiliado Nick Furia, que demuestra lo listo que es. Hasta exiliado en otra dimensión sabe que el causante de todo el follón es Muerte, al orquestar la muerte de Wanda. Listo listo.


Los héroes supervivientes se dirigen hacia la ciudadela flotante de Magneto. Con sus aviones metálicos. A plena vista. Con un par. De aviones metálicos. Y Magneto que se queda esperando, sin borrarlos del cielo con sus poderes magnéticos. Dándoles la oportunidad de llegar hasta él. Claro que sí.


La pelea se inicia con Dientes de Sable matando y comiéndose (obsesión caníbal) al Ángel. La Valquiria le corta el brazo a Magneto (con una espada metálica), se pelea un poco con el Capi y luego ve su paso cortado por el resto de personajes. Aún no sabemos cómo los otros llegaron tan pronto o estos tan tarde. Estarían aparcando los dos aviones metálicos.


La pelea empieza. Lobezno ataca. Y Magneto que recuerda que tiene poderes magnéticos, con los que abre el visor de Cíclope y controla la armadura de Iron Man. También controla hacia donde mira Cíclope, pero eso son detalles insustanciales. De hecho todo detalle es insustancial para Loeb. Ambos héroes fríen a Lobezno, que, tostadito y todo, aún tiene fuerzas para apuñalar a Magneto antes de que le arranque el adamantium del esqueleto. ¡Que podría haber empezado por ahí, digo yo!


Coloso y Hulk destrozan la maquinaria que mantiene a flote la ciudadela flotante pero son atacados por Mística. Hulk entonces amenaza ¡¡con comérsela!! Claro que sí, como la idea es buena, repitámosla una y otra vez. Finalmente Dientes de Sable y Mística huyen ¡¡en un ala delta!! ¿¿Pero dónde narices estaba esa ala delta???? Claro que ¿qué es una ciudadela flotante sin ala delta?


Magneto llega a su trono con el brazo de Lobezno clavado en el pecho cuando aparecen Furia, Richards y Muerte. Furia le revela a Magneto que los mutantes no son la especie elegida por Dios, sino el resultado de experimentos hechos por humanos con humanos. Este sería el momento en el que Magneto encontraría, al fin, ahora sí, motivos para odiar a la humanidad que le ha creado y le desprecia. El conflicto padre-hijo, creador-criatura, llevado a su máximo exponente. Así sería… si el escritor no fuese Loeb. Magneto lo que hace es rendirse. Ea.


El amo del magnetismo vuelve a poner en su sitio los polos magnéticos (ahora nos enteramos de que había hecho eso ¡¡y de que el martillito de Thor no tiene nada que ver!!!) y pide clemencia. Cíclope le revienta la cabeza con un rayo óptico. La base de Magneto explota y se hunde… y el brazo de Lobezno con ella. Ay, Loeb, pillín, esa no me la esperaba…


Ocho días después Cíclope da un discurso promutante… y le vuelan la cabeza. Muerte está en su castillo de Latveria, con Namor como prisionero (?), llega la Cosa… y le revienta la cabeza. Loeb, el cansino. Y casi a punto de reventar están las cabezas de los lectores cuando, revelación final, conocemos que el asesino de Cíclope es ¡¡Mercurio!! Mercurio resucitado, encanijado, con entradas y cara de malo. Mercurio que habla con una misteriosa silueta femenina de pelo ensortijado. Otra de las marcas de fábrica de Loeb, esa última revelación estúpida de un personaje que no ha salido en toda la historia.


Como bien decía la publicidad de Panini: Jeph Loeb y David Finch te contarán una épica historia en la que la única regla es que… ¡No hay reglas! ¡¡Efectivamente se lo pasa todo por el forro!!!! Es tan, tan, tan absolutamente malo que no me extraña que Panini lo haya sacado en tomo. Así evitan que los que se lean el primer número salgan despavoridos sin comprarse el resto de la serie.


Muy astutos, Panini, pero los lectores de este blog no van a picar.


¿Verdad?

jueves, 3 de diciembre de 2009

UN DÍA MAS, UN LECTOR MENOS

La estrategia de Quesada con Spiderman era apagar el runrún provocado por la retconización Mephistophélica aguantando hasta que pasara el chaparrón y que el público dijera, “Huy, qué historias más chulas. ¿Mephisto? ¿Eso que es lo que es?”. Y como el tiempo todo lo cura, ya casi ni recordamos la patochada de Mephisto, pero las nuevas historias que han contado, mayormente, son flojitas.


Salvo a nostálgicos empedernidos, las peripecias de este Peter Parker soltero, desgraciado y pobretón no acaban de convencer. No va mal de ventas, porque Spiderman es mucho Spiderman, pero no son, creo, lo que pensaban en Marvel. La elección de escritores no ha ayudado, por mucho currículo televisivo que algunos tuvieran.


Precisamente la idea era seguir la estructura de la mayoría de series de televisión, esto es, aventuras más o menos independientes entrecruzadas con líneas argumentales de larga duración, como la amenaza de Amenaza o el asesino-de-las-rastreadoras-arácnidas.


Otro de los conceptos clave era la renovación del elenco de villanos y secundarios. En el primer apartado teníamos a los citados Amenaza (una nueva versión del Duende Verde con los cuernos mochos), el asesino-de-las-rastreadoras-arácnidas (que mata gente y les pone la rastreadora para que culpen a Spidey) y Mr. Negativo (una especie de Kingpin de Chinatown). En el apartado de secundarios, además del resucitado Harry Osborn, tenemos a su novia, a un policía hispano que odia a Spiderman y es compañero de piso de Peter Parker, y al filántropo Mr. Li, que tiene una ong en la que tía May echa una arrugada mano, sin olvidar a una CSI a la que le gusta Peter.


El chasco de todo esto es que para cuando se resuelven las líneas argumentales principales resulta que: a) Amenaza es la novia de Osborn, b) el el asesino-de-las-rastreadoras-arácnidas es el policía compañero de piso de Peter y c) Mr. Negativo es Mr. Li. Tenga usted secundarios nuevos para esto.


Y encima las explicaciones son como de risa. A la novia de Osborn, que es una Beyoncé oxigenada, rodando rodando, como decía el chiste, encontró una guarida secreta de Norman Osborn. Rodando rodando se expone a un suero experimental de Osborn y, rodando rodando, se transforma en Amenaza, que además ataca la campaña de su padre candidato a alcalde para que la gente le vote.


Pero mi parte favorita es cómo se descubre la identidad del asesino-de-las-rastreadoras-arácnidas. Un compañero de la CSI inventa una máquina que es como un gps que rastrea rastreadoras. Pero, ojo, no sólo rastrea las activas, sino que enciende las inactivas para que puedan ser rastreadas doquiera estén. Alambicado y retorcido como él sólo, el argumento se ridiculiza aún más cuando ella enciende el aparato y ve en el mapa cómo una fuerte señal sale del apartamento de Peter Parker y su compi policía. Es un bloque de veinte plantas y siete viviendas por planta, pero ella sabe que es del apartamento de Peter. Lista como ella sola. Tan lista que se va solita, con un par de ovarios, a investigar, para acabar descubriendo que, el malo de la historia, ese compañero de piso al que no hemos visto en casi toda la serie es, amigos, el asesino-de-las-rastreadoras-arácnidas.


Y no, Peter Parker, que estaba en el piso cuando llegó la CSI pero salió por la puerta de atrás, no notó nunca que el poli tenía un saco lleno de rastreadoras. Ni siquiera cuando el aparatito activó todas a la vez. Y está muy bien tener un sentido arácnido que no te advierte que tu compañero de piso es muy chungo.


Ni las historias, ni los nuevos villanos-secundarios tienen el mayor interés. ¿Que Amenaza es la novia de Harry? Pues vale. ¿Que el jodido asesino es el poli? Pues bueno. De hecho, de este último, ni siquiera esperaba que fuera uno de los personajes de la serie. ¿Que Mr. Negativo es el chino cudeiro? No, si ya lo había leído en la ficha que publicó Panini extemporáneamente. Al final, la historia más interesante fue la que escribió Dan Slott, Nuevas formas de morir, en la que los villanos eran los Thunderbolts al mando de Norman Osborn, otro personaje de nuevo cuño, claro.


Probablemente Straczinsky estaba llevando a Spiderman a un callejón sin salida como personaje, pero sus aventuras eran mucho más divertidas y entretenidas que este tostón. Tanto que me hicieron comprar la serie del personaje por primera vez con regularidad. Lo que estoy leyendo ahora me ha decidido a ahorrarme unos euritos semanales a partir de enero


Y ahora algo completamente diferente: Sólo quiero agradecer los comentarios y mailes que me animaban a seguir con el blog. La verdad es que mi prefacio del post anterior asustó a familiares y amigos. Que no era para tanto, de verdad. Sólo mucho agobio que sólo ahora se está empezando a despejar. Mi agradecimiento es especial para aquellos que siguen visitando el blog a pesar de su inactividad, aunque imagino que el Twitter del lateral tiene algo que ver. En él, además de las paridas de rigor, estoy haciendo “twiterreseñas”, es decir, comentarios en menos de 140 caracteres de todos los tebeos que me leo. A veces tener que resumir tanto es más difícil que escribir un post como este, pero igual de divertido


The party goes on.