jueves, 30 de julio de 2009

LOEBADAS: EL TOMATE DE ULTIMATES (1)

Como buena obra de Loeb, The Ultimates Vol. 3 tiene un dibujante estrella, Joe Madureira, y un montón de personajes que entran y salen sin ton ni son: los propios Ultimates, con la incorporación de Pantera Negra, Veneno, Spiderman, la Hermandad de Mutantes, Lobezno, Magneto, Ka-Zar, Shanna, Ultrón y, atentos, las versiones robóticas y malvadas de los Ultimates. Mismamente como en el Supergrupo de Jan. (¡Obra maestra!).

El inicio tiene ya un momentazo Loeb. En la primera página ves que Pietro y Wanda se van...


…¡y llega Veneno!


No hay transición entre una viñeta y otra. ¿Dónde están los hermanos Maximoff? ¿Se han ido a supervelocidad? ¡Es que no les ha dado tiempo!

Veneno va buscando a una mujer. Cuando le derrotan todo el mundo se pregunta ¿quién? ¡Qué misterio! Si en el grupo están la Avispa, la Bruja y la Valquiria, y ni la Avispa ni la Valquiria son el objetivo de Veneno, ¿quién será? Ni idea, oye.

Al día siguiente matan a Wanda, que se estaba dando un garbeíto con Pietro por Times Square. Al final de la miniserie nos enteramos de que ha sido Ultrón, creación también aquí de Hank Pym. Resulta que Pietro y Wanda están liados, los muy incestuosos, y que Ultrón ama también a Wanda. Él fue el que mandó al falso Veneno para secuestrarla, pero al día siguiente la ve con Pietro y decide matarla porque si no es suya, no es de nadie. A eso se llama cambiar de opinión. Porque Ultrón es el mayordomo robótico de los Ultimates, y si no se ha dado cuenta de que ahí había tomate, lo suyo es idiotez artificial.

El personaje mejor caracterizado es, sin duda, Ojo de Halcón. En la anterior miniserie mataron a su mujer y a sus hijos y arrastra el trauma, que manifiesta ¡apuntando con su arma a todo el mundo!

A la Avispa. Por llamarle Clint. Que es su nombre.

A Spiderman. Porque pasaba por allí.

A Lobezno. Por mentarle la familia. Al fin un motivo válido.

Al Capitán América. Fuera de plano, a su orgullo americano.


Lo de Spiderman es de traca. Ojo de Halcón le busca para preguntarle sobre Veneno ¡Y lo hace disparándole primero! Nada de decir buenos días, nada de inquirir amablemente… ¡A tiros! Ya me gustaría verle comprando el pan por la mañana. Cuando acaba la refriega llega el Capitán América y le dice que se vuelva para la mansión, que ha pasado algo gordo, finalizando así una de las escenas más inútiles de la historia del cómic.

El disparate (je) continúa en la próxima entrega.

martes, 28 de julio de 2009

LOEBADAS: PRÓLOGO

Jeph Loeb es el Michael Bay de los tebeos. Sus historias son horribles, denostadas por igual por público y crítica, y sin embargo arrasan en taquilla/ventas. Bay resuelve la papeleta con millones en efectos especiales, con más millones en publicidad y con Megan Fox haciendo posturitas innecesarias.

(Innecesarias, pero que se agradecen.)

Loeb se agarra a los personajes más populares y se rodea de los mejores dibujantes para crear historias promocionadas hasta la nausea. Y da igual que las historias sean aburridas, embarulladas, sin dirección, previsibles, un batiburrillo de personajes que entran y salen sin sentido alguno,… Siempre se apaña para colocar sus tebeos en el top ten.

Loeb está muy bien considerado entre sus compañeros de profesión. Según cuentan, en los brainstormings donde se deciden las líneas argumentales de Marvel, Loeb siempre propone una solución ingeniosa o una idea inteligente que causa admiración a los presentes. Lástima que sea tan generoso que esas ideas que las deja para otros, y no se las reserva para sus propios tebeos.

Y es que no se trata de que Loeb sea mal escritor. Lo es. Es que cada vez está escribiendo más tonterías, ideas que a él le parecen geniales y por las que se da palmaditas en la espalda. O, peor, hay alguien que se las da a él. Son ideas incongruentes por sí mismas o por ser contradictorias con lo establecido en los personajes a lo largo de décadas. Ideas producto de alguien tan pagado de sí mismo que ni se preocupa en que los personajes actúen como tienen que hacerlo y de acorde a sus características.

¡Yo digo no! inaugura hoy su sección fija-discontinua Loebadas, donde iremos mostrando con ejemplos concretos la estulticia de Jeph Loeb. Igual desde nuestros humildes blogs conseguimos que la industria americana se dé cuenta de la inutilidad del guionista y lo mande a recolectar alcachofas, como conseguimos en su momento que Planeta dejara de imprimir los títulos de crédito de sus tebeos (aunque en realidad lo que nosotros queríamos es que hicieran bien los tebeos).

Demostraremos en definitiva que Jeph Loeb es tan innecesario para el comic americano como las posturitas de Megan Fox para su industria cinematográfica.

(No es una posturita innecesaria, es la prueba irrefutable de que Dios existe)

sábado, 25 de julio de 2009

ODIO/ODA A LOS UNIVERSOS ALTERNATIVOS

Bienvenidos al, probablemente, post más contradictorio de este vuestro blog.

Cuando Hugh Everett publicó su teoría física de los universos alternativos en 1957 los únicos que le hicieron caso fueron los escritores de ciencia-ficción y los guionistas de tebeos. Hugh Everett hizo mucho daño a los tebeos.

Y mira que al principio la cosa tenía gracia: a partir de esta teoría, los héroes de los años 40 de DC, como todos sabemos, estaban en una Tierra distinta a los de sus contrapartidas de los 60. La cosa se fue complicando con Tierras malvadas, Tierras nazis y otra infinidad de Tierras que tanto han dado que hablar en DC. Ahora mismo hay 52, aunque según quién te lo cuente hay alguna más o alguna menos. En Marvel hay más de 200, que es cuando me cansé de contar.

Como suele pasar lo que en principio era una idea graciosa, acabó siendo un comodín facilón para guonistas sin ideas o con prisas. Una idea lo suficientemente aplaudida por los fans como para ser el leitmotiv de colecciones como What If..?, cuya traducción sería “que hubiera pasado si no hubiera pasado lo que pasó”. Se trataba de coger un acontecimiento destacable del Universo Marvel, cambiarlo y ver las consecuencias. Cosas tipo “Qué hubiera pasado si Tio Ben no hubiera muerto” o “Si Gwen Stacy no hubiera muerto” o “Si Tía May hubiese muerto” o “si Elektra no hubiera muerto”,… Vamos pillando la idea ¿no?

Pues lo que hubiera pasado es que las cosas hubiesen ido mucho peor que como sucedieron “realmente”. El Universo Marvel cumple la máxima leibniziana de que es el mejor de los mundos posibles, y casi todos los What Ifs acababan como el rosario de la aurora salvo en el caso de que Elektra no hubiera muerto, que según Miller se iba a comer perdices con Murdock, mientras que “realmente” acabó suplantada por un skrull.

Cuando DC, ingenua ella, se quiso cargar las tierras infinitas a golpe de Crisis no tardó sin embargo en sacar sus Otros Mundos, que no eran igual, pero eran lo mismo. Aquí la premisa era colocar a un personaje (mayormente a Batman o a Superman) en otro contexto histórico. Ya sabéis: Batman contra Drácula, Batman contra Jack el Destripador, Superman en la Edad Media, Superman en la Unión Soviética,… y contar qué hubiera pasado, generalmente las muertes de personajes generalmente poco matables en el universo “normal”.

Algunos autores han manifestado reiteradamente su gusto por este tipo de aventuras, como Carlos Pacheco, ya sea en Avengers Forever o en Superman/Batman. Incluso Arrowsmith es una historia alternativa de la I Guerra Mundial en la que se lucha con magia. Y de Avengers Forever surgió X-Men Forever y casi a continuación Exiles, en la que los mutantes protagonistas saltaban de Universo en Universo, a veces ya conocidos y en otras creados ad hoc.

Otro que se ha apuntado últimamente a esta moda es Mark Millar con su 1985, que presenta el salto de los personajes Marvel a un Universo como el nuestro, o El viejo Logan, que muestra un futuro posible de Lobezno.

La fórmula, en principio facilona y cómoda, cansina y agotada, sigue teniendo aceptación. Al fan más acérrimo siempre le hace tilín que le expriman aún más las historias que tanto le gustaron. Es el síndrome “papá, cuéntame otra vez” al que tan bien se agarran las editoriales.

Yo ya estoy cansado desde hace tiempo de este tipo de historias y de autores que dedican sus esfuerzos en ellas en vez de intentar crear algo más original, algo que no beba tanto del esfuerzo de sus antecesores, de los juguetes de Jerry y Joe, de Stan y de Jack,… No me gusta que haya historias alternativas...
...pero me gusta leer historias alternativas.

Porque que te cuenten que el Superman de la Edad Media forjó Excalibur tiene su punto. Como lo tiene descubrir que Batman encaja a la perfección en el Londres victoriano. O que de algunos What if salgan personajes tan bonitos como Spidergirl. O ver a Spiderman y Conan mano a mano, el crossover imposible que sólo puede pasar en una colección así.

O sea, que no, pero sí. O viceversa. Placeres culpables, que se dice.

sábado, 11 de julio de 2009

BAIXANT DE LA FONT DEL BAT

En los últimos posts de este su esporádico blog le dábamos un repaso a un tebeo horroroso y a una obra maestra. Hoy nos quedamos en un término medio, en uno de esos tebeos del género “ni fu ni fa” del que nada hablaría si no fuera porque este tebeo es un tebeo y sus circunstancias.

Batman: Barcelona, el Caballero del Dragón, presenta una lista de méritos ajenos a su contenido, principalmente su edición simultanea y plurilingüe (inglés, español, catalán, italiano) y el gran despliegue mediático al que dio lugar a cuenta del exotismo de ver una aventura de Batman en la Ciudad Condal.

Porque quitando esto nos encontramos con una aventurita del montón con un guión de Mark Waid al que se le nota demasiado que se trata de un trabajo de compromiso. La premisa no estaría mal si no fuera porque ya lo escribió Grant Morrison hace 20 años en Arkham Asylum: Killer Croc en el papel del dragón y Batman en el de caballero matadragones.

La justificación para mandar a Batman a Barcelona es del tipo gruyere, agujero sobre agujero: el Sombrerero y el Espantapájaros drogan a Croc y le hacen creer que es la reencarnación del dragón. Interrogado por Batman el Espantapájaros cuenta “Hasta él [Croc] conoce la historia de San Jorge, el Patrón de Cataluña, el mayor héroe de su tierra.” Ejem.

Por un lado tenemos el conocimiento que sobre las festividades catalanas pueda tener el monstruo reptiliano medio. Ni el americano medio. Ni el extranjero medio, que servidor fue invitado a una “fiesta española” en Estocolmo donde la comida eran nachos, pimientos y patatas crudos con salsas de chile, nata agria y guacamole.

Por otro lado, está el hecho de que San Jorge es el Patrón de Londres, Moscú, Aragón, Inglaterra, Etiopía, Grecia, Beirut, Palestina, Cáceres, Génova,… y hay países y ciudades que le deben el nombre. Pero vale, como había que ir a Barcelona, pues se va, que es una ciudad tan estupenda que hasta merecería que el Real Madrid fuera su equipo titular XD.

Además, esta historia es una más de las cientos que demuestran que Batman es el Peor Detective del Mundo. Dice el Espantapájaros: “Si quieres a Croc, tengo entendido que en Cataluña… en Barcelona… últimamente se las están viendo con una especie de lagarto asesino en serie. Alguien que mata a una doncella al día.” No sólo un recluso de Arkham tiene más información que Batman sobre asesinos reptilianos, sino que desde que escapó a Croc le ha dado tiempo a llegar a Barcelona (¿cómo?) y a matar a varias mujeres, “una al día”.

El resto son un par de peleas con Croc, una que acaba en empate y otra que termina con Batman usando como lanza la senyera y tomando una espada de una estatua,… como en Arkham Asylum. En medio, como chica florero, una antigua amiga catalana de Bruce Wayne, morenaza de pelo rizado, una de las pocas concesiones al tópico español. Por supuesto que en España hay rubias con ojos verdiazulados, pero la elección no sólo es totalmente plausible sino necesaria para no desconcertar aún más al lector extranjero extrañado por no ver mariachis ni encierros de San Fermín por medio de Las Ramblas.

Un detalle me llamó la atención en el diálogo entre la chica y Wayne:

Me dicen que en la versión inglesa aparece “spanish”. Sin embargo, en la versión catalana vemos:
Normalización lingüística y traducciones al gusto del consumidor. Un detalle al que se podría haber sacado mucho jugo, con Batman, ese pedazo de detective, discerniendo entre los acentos de Ripollés y del Baix Penedès.

El dibujo de David Olmos y el color de Marta Martínez son más que eficientes y juegan con ventaja a la hora de recrear los paisajes de Barcelona, aunque no me mata su versión de Killer Croc. Lo más destacable de este tebeo es su propia existencia, que no habría sido posible sin los oficios de un David Macho capaz de promover el proyecto y coordinar a todas las partes implicadas. Y, en lo que parece que empieza a convertirse en una frase habitual, (ya iba siendo hora), la edición de Planeta es más que notable.

Lo que no está claro es si esto será una raya en el agua o tendrá continuidad. Las ventas en España, me dicen, han sido muy buenas, pero en EEUU ni la portada de Jim Lee ha conseguido que el tebeo subiera del puesto 92 de la lista de ventas de Diamond con unas ventas de apenas 24.000 ejemplares, y al final son las ventas en América las que deciden

Aún así yo no pierdo la esperanza de ver a Superman poniendo derechas las Torres Kio.
PS: Gracias a Jotacé y a Jose Aguilera por su ayuda e inspiración.